.

15 1 0
                                    

Estaba recostada en mi cama.

Ansiaba recibir y comencé a esperar un mensaje tuyo.

Desde ese día, todo lo que alegraba o le daba cierto sentido a mis días era saber de ti, hablar contigo.

Comenzó a empeorar la situación cuando ese mensaje no llegaba y yo era consciente de que no debía esperarlo y entonces quería enviarlo.

Escribía  y borraba.

Que estúpida me sentía.

Pero honestamente...

Lo necesitaba.

Necesitaba saber de ti.

Te necesitaba.

Y eso dolía.

Vaya que dolía.


I L U S I O N E S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora