Enfrenta Tus Miedos

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-Aquí estamos, aficionados de la UFC, en el combate por el título. Ésta noche tenemos a dos grandes que lucharan con todo lo que tienen para ganar en título de campeones de la UFC. En la esquina derecha, tenemos a la promesa aspirante a leyenda... El luchador de sangre dorada... ¡El lobo! -el locutor pronuncia mi nombre me estremezco, éste es momento, voy a ganar ese título me cueste lo que Mr cueste, voy a ser el campeón.
-Y en la otra esquina tenemos a... ¡Ivan Ramirez!, en su segundo intento por llegar a la cima de la UFC. Damas y caballeros... ¡Comienza el primer round!
-Ivan Ramirez... Maldito hijo de puta... No vas a llevarte lo que es mío, ¡nunca! -le grito con odio al chocar guantes a lo que el me regala una sonrisa arrogante y me responde:
-Ya lo hice una vez putito, ésta va a ser la segunda vez que te rompo los sueños, maricón.
-Princesa... -murmuro pero él logra escuchar lo que dije.
-¿Princesa? Ah... La rubia que coje como las diosas... -suena la campana y arremeto con un fuerte y certero golpe en su mentón, lleno del odio que me infundieron sus palabras.
-¡Te voy a destrozar hijo de puta! -mi odio me lleva, descargo golpe tras golpe en su cuerpo. Sin piedad. Golpe tras golpe. Cae de rodillaz al suelo y le asesto un rodillazo en la nariz, salpica sangre sobre el octágono y cae de espaldas al suelo. Me tiro sobre él y comienzo a golpearlo con puños y codos en la cara y costillas. De repente, veo que estoy golpeándola a ella... Mi princesa... ¡Dios, no! ¡¿Qué carajo estoy haciendo?!
Amor Perdoname! -digo con las lágrimas comenzando a deslizarse por mis mejillas a la vez que me levanto del suelo y veo como ella se levanta con dificultad por lo que yo la ayudo pero... Recibo un codazo en la nariz y caigo al suelo, se pone sobre... Pero es Ivan... ¡¿Dónde estás mi amor?! Me lo quito de encima dándole un rodillazo al estómago. Me levanto presuroso para ver dónde se encuentra mi princesa y entonces la veo... Tirada al lado de donde estaba. Se agarra el estómago y veo su carita... Le duele. ¡Maldita sea! ¡Volví a golpearla!
-¡Princesa! -vuelvo a sentir el cálido pasar de mis lágrimas sobre mis mejillas... Soy un monstruo, ¡¿Cómo voy a golpear a mi dulce princesita?! Me arrodillo a su lado acariciando su espalda.
-Todo va a estar bien amor, Perdoname no que me pasó, perdón, perdón, perdón... -repito llorando con desesperación, sigue agarrándose su panzita... Dios, princesa perdón...
Me asesta un gancho al mentón y me derriba, está sobre mi...
-¡¿Qué haces amor?! -grito cubriéndome la cara. Me golpea con fiereza y sin tregua en todo el torso y en los brazos que protegen mi rostro.
Peleá! ¡Defendete! ¡Dale! -mi princesa grita, fuera de si. Quiere que contraataque. No... No voy a golpearte princesa. Nunca lo haré. No voy a lastimarte jamás.
-¡No voy a lastimarte! -agarro con fuerza mi cabeza para soportar los golpes.
-¡Defendete o morí! -grita.
Hace lo que quieras conmigo! ¡Nunca voy a lastimarte! ¡Te amo! -digo consumido en la impotencia, no puedo golpearte amor... No, No a vos... Hace lo que quieras conmigo, ésta pelea es tuya, no voy a lastimarte. Aprovecho un mal movimiento de ella para ponerme de pie, mantengo las distancias.
-¡Basta princesa! -le digo con la voz quebrada por los golpes en el pecho que quitaron el aire de mis pulmones. Trato de recobrar el aliento pero ella me arresta un rodillazo en el estómago y me dejo caer de rodillas al suelo. Sólo caería a sus pies, sólo ella me vería rendido... Rendido por ella.
-Hace lo que quieras conmigo... -susurro bajando la cabeza. Solo con ella haría esto. Te amo princesa... -Con vos no quiero hacer nada, después de esto voy a cojerme a la rubia puta que tenés por novia. -esa voz... Esas palabras... ¡Ivan!
Me pongo de pie lanzando un poderoso gancho que le asesta en el mentón. Siento como la ira se apodera nuevamente de . Veo rojo por el odio.
-¡Hijo de puta! ¡Te voy a matar! ¡No toques a mi princesa! -lo arrojo contra el enrejado del octágono y descargo fuertes puñetazos en sus costillas. Cae rendido por el dolor al suelo, de rodillas a .
-Sos hombre muerto. -le digo con todo el odio que me consume. Tomo distancia, arremeto con un gancho derecho. Veo en cámara lenta cómo me salpica su sangre, que se impregna en mi guante y en el suelo del octágono. ¿Qué? ¡Princesa! ¡Noo!
-¡Mi amor! -grito desesperado, está tendida en el suelo. No se mueve, por dios ¡¿Qué hice?! Me acerco rápidamente hacia ella y la tomo delicadamente en mis manos. Intenta decirme algo...
-Me lastimaste bb -su cara está pálida y llena de sangre.
Perdón mi amor! ¡Perdón! -repito como un maniático mirándola a los ojos, sus hermosos ojos marrones, mis lágrimas limpian su carita a medida que abandonan mis mejillas para deslizarse por su dulce rostro.
-Te amo princesa, te amo, quedate conmigo amor, por favor te lo pido. -grito sumido en una tristeza inmensa... Herí al amor de mi vida, lastimé a la única persona que siempre estuvo a mi lado, lastimé a mi dulce y tierna princesa. ¡Soy un monstruo!
-Me lastimaste bb -dice con su último aliento, su mirada está perdida y ya no respira.
Noo! ¡Volvé mi amor! -grito desesperado. Los paramédicos comienzan a entrar al octágono.
-¡Princesa! -exclamo con temor. Agitado y completamente transpirado. Miro a mi alrededor y comienzo a calmarme... Fue sólo un sueño... Inconscientemente miro mis nudillos.
-Están rojos... Y lastimados... ¿Lo soñé? ¿La lastimé? ¿Lastimé a mi princesa? ¿Fui capás de herirla? -pronuncio como un idiota con la mirada fija en la sublime nada... ¿Lastimé a mi princesa?

Mi primer AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora