Ojo por ojo

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Encontré esta historia hace poco entre mis borradores y creo que la escribí tomando la idea de otra historia, porque ahora que la releo algo así había leído antes. Eso de que Luke se saca el ojo para dárselo a Aemond. Si les parece conocida, porfis díganme como se llama la otra historia. Seguro hay miles, pero no me importaría seguir leyendo mas de ellos! jajaja

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Estaba es mi habitación terminando mi libro favorito, cuando escuche pasos en el pasillo. Bajé rápido de la cama y me dirigí a la puerta, solo para abrirla y ver las espaldas de mis hermanas y hermano, perderse en la oscuridad. Miré hacia adentro y como vi que Joff seguía durmiendo, los seguí.

No sé cómo explicar la situación porque todo fue muy rápido. Había gritos y golpes, yo me lleve varios por intentar defender a mi hermano. Pero lo peor fue cuando sacó un cuchillo. Mi tío Aemond lo esquivo hábilmente para golpear de nuevo a mi hermano. Intenté defenderlo otra vez, pero me tomo fuerte del cuello.

Aemond - Eres un bastardo

Dijo y mis ojos viajaron a los suyos. No podía creer lo que decía, no quería hacerlo. Él siempre había sido bueno conmigo, ambos sufríamos el mismo acoso por no tener dragones, pero ahora que él había robado a Vhagar, supongo que ya no éramos iguales. Mi corazón se rompió al ver cómo dirigía su mirada de desprecio hacia mí. Esa mirada que había visto toda mi vida en cada persona que me cruzaba, pero nunca en él.

Algo lo distrajo y me soltó de repente, haciendo que caiga al suelo, cerca de la daga de mi hermano. La tomé y me levanté rápidamente, moviendo el brazo con fuerza y cortando su rostro.

Luego de eso, la familia se dividió. Los verdes volvieron a Kings Landing y nosotros, los negros, a DragonStone. Mi madre y alfa de la familia, dijo que era lo mejor tras los recientes sucesos, asique no tuvimos opción. Ella aún lloraba la muerte de su amada Omega Leana, asique se aferró a nosotros. Una vez que llegamos, se encerró en su habitación por una semana para guardar el luto por ella. Solo mi padre y segundo Omega, podía verla y así cuidar de su alfa.

Mientras, nosotros recorríamos un castillo sin supervisión. Encontrando diferentes pasajes, molestando a las doncellas, o mientras mis hermanos volaban, yo me quedaba en tierra leyendo. Cuando encontré la antigua biblioteca, me dispuse a leer cada libro, cada historia y cada pergamino, por más pequeño que sea. Era entretenido y pude enterarme de muchas cosas.

Pero un día, encontré un libro cuyas hojas eran totalmente negras y su contenido estaba escrito con lo que parecía una especie de tinta roja. Olía muy mal, pero supuse que era por la humedad. En el encontré varios experimentos que quise probar. No era muy difícil, ya que la mayoría de los ingredientes eran fáciles de conseguir. Huesos o pelo de animales, especias, flores, licor o agua, sangre y demás cuestiones.

Así fui descubriendo que cada uno provocaba diferentes reacciones. No solo en mi mesa de experimentos, sino también en la gente que pensaba.

Así, pude vengarme de mis hermanos sin que ellos supieran de dónde venían los bichos en las largas trenzas de Rahena o el misterioso sarpullido en la pelvis de Jace o la caída de pelo que empezó a tener Baela. Era divertido verlos y más cuando el Maestre, no sabía explicar que les pasaba. Por supuesto, todo duraba poco tiempo. No quería que se quedarán calvas o que el heredero perdiera lo más importante que tenía. Fue muy divertido mientras duró y continúe con mis estudios y mis experimentos.

Viajé a Antigua para leer más sobre ellos y tuve que meterme a escondidas en la sección prohibida, dónde sabía que estaba lo que buscaba.

En mis noches leía y copiaba cada página y durante el día, experimentaba todo lo que había aprendido. Era muy interesante todo lo que podía hacer. Con unas simples palabras en alto valyrio, podía mover cosas pequeñas o hacer crecer plantas y frutas o incluso, convertir el agua en licor. Podía crear fuego o mover el agua, hasta hacer que algunos animales, me obedecieran. Cuando aprendí eso, pedí un cuervo o un lobo de regalo para mi onomástico. Por suerte, mi tío Daemon, me regaló un pequeño cuervo y un cachorro de lobo huargo de color gris

One Shot / LucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora