25.Diciembre

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Nick

Después de aquella noche las cosas cambiaron en la relación, no solo no habíamos vuelto a discutir seriamente, sino porque esa noche dejamos claros algunos limites que creíamos que era necesarios establecer para el progreso de la relación. Como, por ejemplo, que no deberíamos irnos acostar enojados, teniendo en cuenta que ahora pasábamos más tiempo juntos, no era como que Taylor estuviera viviendo del todo en el apartamento, pero pasaba más tiempo y los fines de semana de se quedaba a dormir.

Le había rogado de sobre manera que el primer mueble que debía tener el departamento era el librero que él me había regalado, se negó inmediatamente alegando que le había costado mucho armarlo y que no pensaba pasar por esa tarea dos veces. No me quedo más de otra que darle la razón, por lo que la estantería aún aguardaba en mi antigua habitación, esperando el día en que pudiera llegar a su nuevo hogar.

Por el momento no disponíamos de muchos muebles, en realidad no disponíamos de ningún mueble a excepción de un colchón que me había ofrecido a comprar para por lo menos tener donde descansar, aunque lo menos que hacíamos era descansar. David era lo único que en definitiva se había pasado permanentemente ya que ninguna de nuestras madres estaba dispuesta a tener que cuidar de él, y no entendíamos porque, si era la cosa más bien portada del mundo.

Así que el departamento solo disponía de un colchón, la ropa de ambos que poco a poco habíamos ido trayendo, la cama, el alimento y los juguetes de David. Pero, aun así, no dejaba de sentirme feliz y pleno cada que llegaba del trabajo y tenía todo en silencio y podía quedarme acostado con David entre las piernas y si era fin de semana esperábamos a que Taylor llegara, salíamos a comer afuera y después veíamos una película en la laptop de Tay.

Las semanas pasaron y tal como había dicho Carlos, el tinte al cabo de un mes desapareció. Volví a ser rubio natural, y eso me dejo aliviado porque después del primer lavado yo no sentí que el tinte bajara ni un poco de color, por supuesto que quien más disfruto de cambio fue Taylor y se tomó muy en serio eso de: 'déjame aprovecharte' y había días en los que sentía que ocupaba más horas para reponer todo el sueño perdido.

Los días fueron pasando en lo que íbamos descubriendo cosas de otro, como que Taylor solo se bañaba con geles especiales para baño, mientras que yo con una barra de jabón me sentía más que bañado, por eso él decía que no entendía como mi piel era tan suave como la porcelana si no le echaba ningún producto, a lo que yo le decía que probablemente era herencia, ya que la piel de mi madre era exactamente igual.

El baño se fue llenando lentamente de los productos que Taylor se aplicaba tanto por la noche como por el día cuando se quedaba, yo esperaba que él no se estuviera dando cuenta, pero cuando no estaba aprovechaba y le tomaba sin permiso uno que otro.

Fue a finales de noviembre, después de haber logrado convivir sanamente casi un mes, cuando comencé a notar que nuevamente Taylor me estaba ocultando algo. No entendía como era que ciertos días de la semana desaparecía toda la noche, incluyendo los viernes, y decir que Taylor se perdiera un viernes en la noche era preocupante. Al principio lo note solo los miércoles y los jueves, y él decía que era que el caso que llevaba le absorbía el tiempo en las noches y que debía quedarse hasta tarde con Nora su asistente.

En definitivo sabía que nada podía pasar entre él y su asistente, era más que obvio, pero Taylor no me estaba contando algo. Era la última noche de noviembre y estaba decidido a confrontarlo, terminaríamos en una gran pelea, lo sabía, pero me rondaba mucho por cabeza y ya no pensaba seguir así. No me importaba lo muy cansado que llegará. Pedí una pizza para comer en lo que lo esperaba.

The Lion and the WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora