10-Lento

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                                                                                       Tay

Abrí la puerta y me encontré con mi madre de brazos cruzados.

-No estábamos haciendo nada mamá, por Dios.

-Si claro dile eso a tu cabello Taylor.

Por inercia lleve mis manos a mi cabello para acomodarlo evitando la mirada de mi madre.

-Solo hablamos María, te lo juro.

-Los quiero a los dos en la sala. Ya

-Si señora- contestamos los dos al unísono y Nick volteo a verme con una sonrisa de complicidad.

-Déjatelos, te ves adorable.

-De verdad será mejor que salgamos de aquí lo antes posible.

Cuando llegamos donde estaban los demás ya sabía la que se me venía. Era claro que todos iban a tener preguntas, empezando por mi padre.

-Chicos. - no saludo- Taylor será que podemos hablar un momento.

-Pa, creo que ahora no es el momento.

-Si, si, si tienes razón. Mejor sigamos disfrutando. – se alejó un poco encorvado.

-Me siento fatal por él.

- ¿Por qué?

-Porque dure demasiado tiempo en decírselo. – Nick tomo mi mano y le dio un suave apretón.

-Estoy seguro que sabrá entender tu tiempo. - le devolví una sonrisa que esperaba que le hiciera entender que estaba agradecido.

- ¿Quieres beber algo? - le pregunte con la intención de despejar la leve tensión que papá había dejado en el aire.

-Lo que sea menos vino. No me gusta. - no pude evitar la sonrisa que se me formo.

-Es curioso, me la he pasado bebiéndolo y hace unos instantes no vi que pusieras objeciones. – le sonreí maliciosamente alzándole las cejas y el rodo los ojos.

-No es lo mismo.

¿Y por qué no es lo mismo?

-No sabe igual... ya sabes... en tu boca sabe diferente. – solté una risa y negué con la cabeza.

-Ok, lo tengo, no te sonrojes, entonces dime que tomas.

- ¿Champagne? - voltee los ojos con ironía-

-Claro cómo no, ya vuelvo, no te vayas a ir por favor.

Me fui a la cocina para buscar una copa nueva y el champagne que mi madre había metido en el refrigerador y fue justo ahí donde la encontré.

-Yo de verdad espero Taylor, que no hayan hecho nada indebido.

-Mamá, solo nos besamos y si te deja más tranquila te puedo dar detalles.

- ¿De verdad? ¿Eso quiere decir que Nick si siente algo por ti? - asentí sonriendo de felicidad.

-Eso parece, el plan funcionó.

-Cielo eso es genial- se acercó para darme un fuerte abrazo- sabía que Nick actuaba raro al no ir más a la cafetería, si es su lugar favorito, el mismo me lo dijo.

-Gracias, mamá por apoyarme desde el primer momento.

-Para eso soy tu madre, y como soy tu madre es mi deber advertirte que esta vez, por favor no metas las patas y hazlo mi yerno.

-Lo prometo. Ahora, si me disculpas ya lo deje solo mucho tiempo.

Cuando regresé a la sala lo encontré platicando con Maddy

The Lion and the WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora