Juanjo, integrante de la banda del momento Apolo 16 se encuentra siendo besado por un supuesto fan que se ha colado en su camerino a mitad del concierto.
Martin, fan de la banda, acaba siendo contratado por esta para ser su diseñador gráfico, ni él...
Canción del capítulo: Why'd You Only Call Me When You're High - Artic Monkeys
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Martin se pasaba las manos por la cara mientras caminaba en círculos por la habitación. ¿Dónde se había metido ahora? ¿De verdad acababa de enemistarse con su amor platónico? Solo a él podía pasarle algo así.
Ahora se encontraba solo en la habitación de uno de los hoteles más reconocidos de la ciudad catalana, con un ventanal que le otorgaba unas vistas a la playa más famosa de la ciudad, hasta tenía una estúpida bandeja de cortesía con un vino que definitivamente no se habría podido permitir ni con la paga de seis meses.
Se tiró en la extremadamente mullida cama y suspiró derrotado al ver en lo que se había convertido su vida, ¿Realmente él encajaba en esa vida de lujos y excentricidades?
Rodó los ojos, a quién engañaba, él sabía perfectamente que su malestar no tenía nada que ver con una habitación lujosa o con sentirse parte o no del proyecto. En realidad todos sus pensamientos y preocupaciones se debían a-
Alguien picando la puerta causó que dejara de darle vueltas a sus pensamientos.
— ¿Martin? — La voz de Ruslana sonó distorsionada por la puerta que les separaba. Martin nada más oír su voz pegó un salto saliendo de la cama, arreglándose a duras penas su pelo alborotado y yendo a abrir la puerta.
Al abrirla levemente se encontró a Ruslana y a Chiara al otro lado, ambas con sus pijamas puestos y con unas bolsas de patatas fritas entre sus brazos
— ¡Hola! Teníamos miedo de habernos equivocado con el número de habitación — Ruslana le hizo saber con una pequeña risa y una gran sonrisa. Martin les miró a ambas aún confundido y con los ojos bien abiertos. ¿Qué estaba pasando?
— ¡¿Qué te parece una sleepover?! [Fiesta de Pijamas] Nos hace mucha ilusión tener a alguien nuevo y de nuestra edad en nuestro equipo, ¡Algo nos dice que nos llevaremos super bien! — Chiara soltó un pequeño chillido emocionada
— Solo si te sientes cómodo o no estás muy cansado, entendemos que quizás no te apetezca... — Ruslana añadió con la boca pequeña, como si de repente ese entusiasmo pasara a tener un deje de vergüenza y timidez.
— Yo... eh — Martin se quedó en blanco mientras alternaba su mirada de una chica a la otra. — Si claro, me... Me encantaría — Con una suave sonrisa abrió la puerta para dejar pasar a las dos cantantes en su habitación
Esto estaba siendo surrealista
Al momento las chicas se sentaron en la cama del pequeño con las piernas cruzadas, dejando el montón de bolsas de comida en el centro mientras hablaban emocionadas. Martin cerró la puerta con una extraña sensación cálida en el pecho y se acercó a la cama, sentándose en el hueco que las chicas le habían dejado, los tres formando un círculo en la cama alrededor de la comida.
