Capítulo 12: Conteo ☆

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canción del capítulo: Feels like we only go backwards - Tame Impala

Juanjo se levantó de una siesta de la cual ni se había dado cuenta de que había hecho

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Juanjo se levantó de una siesta de la cual ni se había dado cuenta de que había hecho. Antes de abrir los ojos frunció el ceño al notar como el autocar estaba parado y el motor no se oía, ¿Estaban parados?

Abrió los ojos y empezó a revisar todos los asientos, todos vacíos. No fue hasta que un tecleo a su lado le llamó la atención, haciendo que se enfocara en su derecha y en el chico que parecía ser el único que estaba junto a él en el autocar.

— Se han ido todos a descansar y a comer — Martin ni siquiera le miró cuando dictó esa información. Juanjo frunció el ceño confuso

— ¿No tenías hambre? — La pregunta salió con voz rasposa debido a que el cantante se había acabado de levantar. Martin le miró de soslayo

— Por evidentes razones no he podido salir del asiento, aunque no, no tengo hambre tampoco — El fugaz contacto visual acabó tan rápido como empezó, Martin decidiendo que mirarle a los ojos un segundo era más que suficiente.

Se fijó entonces en la pantalla del ordenador del pequeño, en donde se veía un diseño ya muy avanzado de una camiseta, una camiseta suya.

El silencio reinaba en ese autocar vacío, y el maño no podía dejar de ver como el cursor se deslizaba por la pantalla, retocando pequeños detalles, añadiendo textos y alterando colores con un montón de pestañas que solo de mirarlo le ponía nervioso.

— ¿Y si ese texto lo pones en algún color o algo? Lo veo un poco aburrido todo blanco y negro — Juanjo no pudo morderse la lengua y tuvo ya que opinar. Martin le miró con una ceja alzada y sin siquiera mirar la pantalla dio un clic e inmediatamente su figura se volvió monocromática con, efectivamente, un rojo potente que estaba lejos de hacer el diseño aburrido.

— Bueno, ¿Pero y el texto? ¿No quedará un contraste demasiado extraño? No siento que tenga cohesión — No iba a admitirlo, pero la acción que el menor había hecho y la manera de aburrimiento con la que le había mirado le había pegado justo en el orgullo.

— Si el texto lo pongo rojo también la legibilidad se reduce significativamente, y créeme, no quieres una legibilidad pobre en una prenda de merch, menos si está tu cara en primer plano. — Martin suspiró pero aún así seleccionó el texto y lo cambió para que combinara con la imagen del cantante.

— Pues yo lo leo perfectamente — Juanjo quiso picarle, aunque cierto era que el texto se leía a la perfección. Vio como Martin bufaba y rodaba los ojos antes de coger entre manos el ordenador y, estirándolas, colocó el ordenador para que estuviera más lejos del cantante. Le miró con una ceja alzada

— ¿Y ahora que dices? — Preguntó con un tono de sabelotodo que enervó al mayor, más aún cuando se dio cuenta de que, efectivamente, se le complicaba la lectura cuando se alejaba un poco del texto.

— Lo que sea, como si fuera tan complicado poner un par de imágenes y cambiarles el color — Juanjo rodó los ojos y se dejó caer sobre el respaldo de la silla, cruzándose de brazos. Martin cerró el portátil con fuerza.

— ¿Y a ti que coño te pasa ahora conmigo? ¿Qué te he hecho? Déjame hacer mi trabajo dios mío parece que estés obsesionado conmigo — Martin saltó girando todo su torso hasta encararle

— ¿Obsesionado conmigo? Por dios ya te gustaría — El mayor bufó, encarándole aún más si es que eso era posible — ¿Acaso te has olvidado de quién beso a quién? Porque de ser así tengo un estupendo vídeo que estoy seguro de que a mucha gente le encantaría ver — La última frase la escupió con rabia resentida casi en los labios del contrario, quién no pudo evitar que su mirada se fijara momentáneamente en los labios del mayor ante la mención de aquél beso. Fue cuando vio como al otro le iba surgiendo una sonrisa ganadora que pudo centrarse en la conversación.

— ¿Puedes hacer el jodido favor de bajar la voz? Nos van a escuchar — Martin le pidió medio exigió mientras se tiraba encima suyo, colocando una mano en la boca del contrario y mirando hacia el pasillo del autocar por si veía a alguien

Juanjo abrió los ojos en grande al ver como el cuerpo del contrario estaba casi todo encima de él, viendo como su perfil estaba demasiado cerca de su cara. Mientras Martin se centraba en mirar de manera algo paranoica el pasillo, Juanjo no pudo evitar que sus ojos repasaran y recorrieran con la mirada el perfil del pequeño, desde su nariz puntiaguda, sus labios mullidos y esa mandíbula afilada.

Martin apartó la mano de la boca del mayor cuando notó como este le mordía la palma de la mano, inmediatamente girando su cara para encararle por el doloroso gesto. Sin embargo cuando lo hizo se encontró la cara de Juanjo mirándole con una sonrisa pícara y ladeada y con los ojos mirándole divertido. Y sin duda alguna, demasiado cerca.

— Qué, ¿Disfrutando la vista? — La voz pícara del cantante hizo que Martin rodara los ojos, volviendo a colocarse en su asiento y poniendo algo de distancia entre ambos cuerpos

— Honestamente, no — Martin le quiso picar. Escuchó como el contrario hacía que pensaba alargando la letra "M", lo cual resonó por todo el vehículo

— ¿No eras tu quién tenía de nombre "Juanjoteamo" y que se lanzó a besarme nada más me vio? Quizás me equivoque de persona... — Juanjo dijo evidentemente burlándose de Martin en su cara, quién le miró fríamente aunque podía notar como sus mejillas se calentaban. Sentía que había sido atrapado.

— Ya has mencionado el beso dos veces en menos de diez minutos, si querías repetirlo solo tendrías que haberlo dicho. — Martin quiso darle la vuelta y cambio su actitud avergonzada a una llena de confianza, que junto a las palabras dichas por el menor descolocaron por completo al mayor, quién no se esperaba para nada esa contestación.

Martin resiguió con el dedo la mandíbula del mayor mientras se acercaba poco a poco, y según se iba acercando, al mayor se le abrían más los ojos y se le coloraban más las mejillas.

En un momento se levantó de un salto — Ni de coña, estás mal de la cabeza si piensas que quiero que tu me vuelvas a besar. — El mayor carraspeó antes de darse la vuelta — Eres insoportable y que intentes besarme tantas veces da hasta miedo — Ni siquiera le miró al decirle eso, simplemente Juanjo empezó a caminar por el pasillo del autocar

— Tres — Martin contó en voz alta las veces que el mayor había mencionado dicho beso, ambos sabían el significado detrás de ese número dicho en voz alta pero Juanjo no hizo nada más que rodar los ojos a espaldas del contrario — Y no te preocupes, mis ex ya me han dicho lo bien que beso así que es normal que te obsesiones con ello — Martin le gritó para picarle aún más justo cuando veía como el contrario giraba para empezar a bajar las escaleras.

Mientras el menor tenía una sonrisa victoriosa en el rostro, pudo ver durante un segundo como Juanjo le miró mientras bajaba las escaleras, con una mirada llena de advertencias y de señales de peligro. Pero a Martin eso no le podía importar menos, ¿El mayor quería jugar? Pues jugarían entonces.

 Pero a Martin eso no le podía importar menos, ¿El mayor quería jugar? Pues jugarían entonces

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Backstage | JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora