Capítulo 18: Sueños ☆

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canción del capítulo: I Wanna Be Yours - Artic Monkeys

Su mano, su jodida y venosa mano volvía a hacer ese recorrido que le estaba volviendo loco, erizando sobre su paso cada poro del abdomen del mayor

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Su mano, su jodida y venosa mano volvía a hacer ese recorrido que le estaba volviendo loco, erizando sobre su paso cada poro del abdomen del mayor. Juanjo sabía que compartir habitación iba a ser una tentación y que eso acabaría pasando tarde o temprano, pero ver a Martin mirándole desde debajo con esos jodidos ojos de cordero le volvía loco.

Las sábanas blancas se arrugaba debajo del cuerpo del pequeño, mientras se mordía el labio inferior y miraba al cantante directo a los ojos, sus manos haciendo estragos en su cuerpo. El mayor solo podía permitirse mirar como de angelical sus ojos le percibían, ¿Siempre había sido igual de atractivo? En el fondo sabía que la respuesta era afirmativa, esos ojos y esa cadera habían sido su perdición desde que lo vio en esa pista de Barcelona.

— Juanjo... — Él susurró su nombre de una manera tan sensual que no pudo evitar clavar la mirada en sus profundos ojos verdosos, dejando de recorrerle la piel blanquecina con sus ojos. ¿Era normal que me sintiera así solo con el roce de sus manos?

Martin sonrió de esa manera que solo él podía hacer, y le cogió de la nuca hasta que sus narices rozaron. Le sonrió tiernamente al cantante antes de empezar a besarle la mandíbula, bajando poco a poco y creando un recorrido hasta su cuello.

Los besos tímidos se fueron transformando a unos más apasionados, su lengua empezando a lamer la superficie. Juanjo sintió como sus brazos temblaban levemente y por poco pierde el equilibrio y se cae encima de él. Sin embargo, lo único que acabó haciendo fue esconder su cara en el cuello del contrario, cerrando los ojos con fuerza y soltando jadeos incontrolables.

Martin soltó una risita y Juanjo notó como sus manos ahora jugaban con la cinta elástica del calzoncillo. ¿Había mencionado ya que él solo tenía los vaqueros puestos? Porque el contacto piel con piel sin duda lo complicaba todo aún más.

Siguió besándole el cuello, incluso podría jurar que mientras Juanjo susurraba su nombre él le hizo un par de chupetones. Al cabo de un rato empezó a juguetear con el lóbulo de la oreja antes de susurrarle

— ¿Tanto me deseas que hasta sueñas conmigo? — El deje vacilón con el que salió la pregunta dejó a Juanjo confundido. ¿...Soñar... Con él?

Se separó del menor y le miró, viendo como una sonrisa burlona surcaba la cara del pequeño, quién le guiñó el ojo.

Se levantó de un golpe, sintiendo como necesitaba respirar con fuerza para que el aire circulara bien por sus pulmones. ¿Qué cojones había sido...?

Miró su cuerpo, el cual estaba todo sudado y a duras penas tapado con las sábanas. Se pasó el las manos por el pelo que sin duda estaba sudado y volvió a dejarse caer sobre el colchón, la suavidad de la almohada dándole la bienvenida de nuevo.

Backstage | JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora