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Casi corrí para llegar a casa, pero fue muy tarde. Las luces estaban apagadas. Mamá, papá y emily estaban sentados en el sofá de la sala de la casa nueva. Sonreí inocentemente cuando aparecí ante ellos y me miraron.

"¿En donde estabas?". Mamá preguntó curiosa

"En una cafetería". Respondí sentándome en reposa brazos del sofá. "Conocí a una chica". Sonreí al recuerdo.

"¿Es de por aquí?". Sofi se interesó.

"Vive cerca del centro comercial"

"¿Como se llama?. Entonces papá pregunto.

" No tengo la menor idea ".

" Qué nombre tan raro".Sof hizo una mueca.

"No, Sof" reí. "No me dijo su nombre".

"Eres tan sociable, Rai." Dijo sarcásticamente mi hermana.

"Bueno ya dejame". Me levante de mi asiento. "Vete con tus amigos traidora".

"Ay bueno no te enojes". Contesto acomodándose en el sofá junto a mamá.

"Calienta la cena si quieres". Dijo mamá y yo negué.

"Voy a mi cuarto, conseguí dos libros que quiero leer". Dije lo suficientemente alto al ir subiendo las escaleras.

Pero no leí nada. Mis dedos golpeaban la madera de mi escritorio. Mi mente no está enfocada en la literatura en estos momentos. La chica de la cafetería estaba apoderandose de mi cabeza.

No entendía el porqué. Ella era divertida pero ya. Conocer a alguien era realmente genial si era como mi encuentro con ella.

Al darme por vencida de tratar de leer, me metí en la ducha y salí al instante. No tenía muchos planes para el día siguiente pero sin duda iría a la cafetería a esperar a que apareciera la chica con ceguera. Me acosté en mi cama para quedar dormida en poco tiempo.

Era las cinco de la tarde cuando estaba en la librería observando la cafetería de lejos para asegurarme de que la chica apareciera.

No lo hizo.

A las siete me di por vencida y salí a regañadientes del lugar. Me dirigí lentamente a la cafetería para hacer tiempo. Estaba preocupada porque ella apareciera y necesitaba verla, era como, si yo quisiera saber su nombre, deseaba saberlo porque algo en ella era realmente misterioso e interesante y yo era de esas curioso-idiotas que amaba investigar a la gente, aunque muchos llamen a eso un acosador, yo me auto indique curioso-idiota.

Iba a ir directo a su casa pero no sabía su nombre. La escena en mi mente me divierto e hizo que me diera pena

Su madre abriría la puerta y tendría una mueca en los labios al darse cuenta de que no me conocía, y cuando me pregunté a quien buscaba, yo diría que a la chica ciega qué vivía ahí, entonces ella cerraría la puerta en mi cara por mi falta de modales al llamar a su hija ciega.

Me senté en la banqueta de su patio a jugar con mi suerte, pero nada. Ni siquiera estaban las luces prendidas. Tome unas piedras del césped de su y comencé a tirarlas frente a mi. Con sofi siempre hacíamos eso en Puerto Rico. Tirabamos piedras a la casa de la señora Rosario y quien tiraba una de las macetas qué estaban en el porche podía escoger el canal de televisión después de la cena.

Me la pase dos años viendo Disney Channel y Discovery kids por mi falta de tino. Pero era divertido hacer eso con Sofi, a decir verdad todo lo que sofi y yo hacíamos era divertido. Me siento patética al darme cuenta de que mi pequeña hermana me hace falta para divertirme.

No hacía mucho frío en ese lugar, pero abandone mi guardia para esperar a esa chica y fui a casa.

Llegue sin avisar yendo a mi habitación. Me bañe y fui a dormir antes de siquiera darme cuenta.

CRITICAL-adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora