Capítulo 16

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YanLi miró por costumbre el reloj de pared de la cocina

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YanLi miró por costumbre el reloj de pared de la cocina. Sus ojos se abrieron de par en par cuando se dio cuenta de que había perdido completamente la noción del tiempo porque estaba demasiado absorta en enseñarle a Wen Qing a cocinar. Ella era una buena alumna, fácil de instruir y dispuesta a probarlo todo, aunque estuviera claramente fuera de su zona de confort. No es que le enseñara nada más allá de un nivel de principiante, pero aun así.

¡Oh, no! ¡Voy retrasada! Lo siento Q, pero tengo que darme prisa... Oh, Dios mío, este desastre...— YanLi sacudió la cabeza mientras miraba a su alrededor, —no importa, lo limpiaré mañana. No tengo tiempo de ordenar ahora.

¿Cuál es la prisa, Li? Sólo son las ocho de la noche.

Sí, pero es tarde para mí...—, dijo ella y luego comenzó a recoger sus cosas mientras se apresuraba y murmuraba para sí misma.

Qing captó algunas de sus palabras, "...se enfadará", "...¿cómo puedo ser tan irresponsable?", "...esto es completamente culpa mía". Qing ya había tenido suficiente, agarró a YanLi cuando intentaba pasar corriendo por delante de ella. —¡Hey, hey, hey! Cálmate... ¿quién se va a enfadar? ¿Tu novio?—, le preguntó.

Eh, sí... a estás alturas, ya debería haber llegado... Tengo que hacer la cena para él...

Li...

Pero YanLi seguía divagando así que Qing hizo lo único que se le ocurrió, acercó a YanLi y la abrazó fuerte.

Está bien. Sólo respira, ¿de acuerdo? Lentamente y con calma...

YanLi siguió sus instrucciones y respiró profundamente, sintiendo el aire fresco entrar en sus pulmones mientras sentía los brazos de Q rodeándola, acariciando su espalda. El abrazo la tranquilizó un poco. Le gustaba que la abrazaran, que la reconfortaran. Siempre había sido ella la que cuidaba de todos. Sus padres eran personas ocupadas, así que le tocaba a ella cuidar de sus hermanos menores. Ahora que habían crecido, hacían todo lo posible por cuidarla, pero ella era la mayor y sentía que si les contaba sus problemas sería una carga para ellos. Así que lo reprimía todo. Hasta esta noche, nunca había mostrado esta faceta de sí misma a nadie. Se sentía bien que la cuidaran por una vez, pero tenía que irse. —Realmente tengo que irme ahora, Q. Perdón por salir corriendo a media lección ...— bajó la cabeza.

Está bien, b. ¿Cómo piensas ir a casa?

...autobús...

OK. Vamos a cerrar.

Cerraron la cafetería y luego Q la acompañó hasta la parada del autobús. Se despidieron y prometieron volver a verse pronto. Durante todo el tiempo que estuvo en el autobús sus pensamientos eran un desastre. Después de bajar en su parada, caminó rápidamente hacia su casa. 

En realidad, le daba pavor la sensación de volver al lugar que llamaba hogar. Se sentía más como en casa en su cafetería, pero bueno, así era la vida, y esta era su decisión. Nadie la obligó a hacerlo. Y mientras estaba sumida en sus pensamientos, se encontró en casa.

La primera vez para todo By An_onymous, Chiaroscuro555Donde viven las historias. Descúbrelo ahora