Tiene garras la enfermedad

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Es dificil decir con certeza que tanto afecta la enfermedad a las personas pero en mi caso  afecta de manera muy negativa me cohibe y limita a ser una persona bastante difícil de tratar y sobre todo de complacer, pero lo que más me duele no es en si los limitantes  y el poco desarrollo personal que tengo si no el hecho de que por cuenta propia no soy capaz de pensar, vestirme, moverme e incluso tomar decisiones. Se me es muy  difícil pero sin duda alguna es un avance el que pueda escribir y decirle a otros que no están solos.

No están solos, porque hay muchos pasando por lo mismo.

No están solos por qué la vida aunque no sea la mejor la tenemos y mientras este hay esperanza.

Se que individualmente uno vive procesos muy dolorosos y miedosos, pero basta pensar que en alguna parte del mundo hay alguien más pasando lo mismo. Se que no ayuda y de hecho nunca se me ocurrió pero puede reconfortar.

En mi proceso doloroso hubo cierta ocasión, una vez que compre unas papas fritas para mi familia y ellos me dijeron que no alcanzaba para otra persona que estaba por llegar, ese día sentí tanta ira y dolor que tire las papas al piso y grité como loca. Después llegué a dónde una tia y tire cosas al piso y me encerré y recurrí al dolor.

Me empeze a cortar y dañarme yo misma y por dentro deseaba que llegara alguien y me salvará, hoy tiempo después me doy cuenta de que debía salvarme de mi. Salvarme de mi dolor, salvarme de mi egoísmo, salvarme de mis ganas de herir un cuerpo que nada me había hecho.  

La oscuridad invadió mi alma esa vez, fue tanto que pensé en acabar con todo, pero una luz que aún habitaba en lo profundo de mi corazón el poco amor que tengo por mi o quizás también fue la cobardía lo que impidió que acabará con todo.

Esa noche no olvidaré la ira descontrolada y el hecho de que cuando salí a la calle había gente mirando fue lo que más odie, por qué sabía que yo era conocida como la loca del barrio y eso me enfureció más, renegue de esas personas y me embuti en mi cuarto.

Para olvidar, para no recordar que estaba siendo llevada al abismo y en cualquier momento vendría la enfermedad a sacar sus garras y hacerme trizas.

Diario  De una Bipolar EN EDICION COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora