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Cuando Heeseung despertó en una habitación distinta a la suya, era por lo general por una de dos razones.

Ya sea que había bebido demasiado y se había ido a casa con alguien que no debería haberlo hecho, o que deliberadamente había ido a casa con alguien, que cogió su cerebro y lo hizo volar, y se había encontrado demasiado cansado para arrastrarse hacia fuera en la madrugada.

Pero ninguna de estas dos razones aplicaba para esta mañana mientras estaba sentado en el sofá de dos plazas pequeña junto a la ventana.

No. La razón por la que todavía estaba allí era simple —o tal vez no era tan simple en absoluto.

Jake shim.

El sol comenzaba a subir y deslizarse a través de las
cortinas, fluyendo a través de la piel en tonos miel de la espalda de Jake. Heeseung tenía el intenso deseo de subir a la cama, besar todo el camino hasta la columna vertebral de Jake, y luego acariciar con su nariz por debajo de aquellos cabellos lisos negros que amaba.

¿Espera... amor?

Pero él no se movió. En su lugar, vestido sólo con sus pantalones de trabajo, se quedó dónde estaba, paralizado por sus propios pensamientos, y observó a Jake donde yacía entre las sábanas blancas, durmiendo tranquilamente.

La noche anterior había cambiado la dinámica entre ellos dos, y Heeseung sabía que había decisiones—grandes decisiones—que debían ser tomadas.

Frotándose los dedos a lo largo de su mandíbula, se encontró sonriendo.

Shim Jake, ¿De dónde diablos has salido?

A medida que el pensamiento entró en su mente, las piernas de Jake se movieron bajo la sábana, y giró la cabeza en la almohada por lo cual su cara estaba ahora en dirección hacia Heeseung. Seguía con los ojos cerrados, pero Heeseung sabía que no pasaría
mucho tiempo antes de que él despertara, por lo que se tomó un rato para reflexionar de verdad.

Jake se las había arreglado para hacerlo cambiar su forma de pensar acerca de las relaciones. Así que era hora de hacer a un lado las inseguridades y avanzar, si realmente quería hacer suyo a Jake.

Un cálido Jake, abrió sus ojos oscuros y se encontraron con los suyos, Heeseung se encontraba de pie y limpio el sudor de las palmas de sus manos en sus pantalones.

Se dirigió hacia un lado de la cama y se puso en cuclillas para poder estar más cerca del hombre somnoliento que estaba mirándolo fijamente.

Extendiendo la mano, dejó de lado un mechón de cabello y se inclinó, tocando con su boca el oído de Jake.

—Llama a tu madre. Dile que habrá una persona extra el domingo.

Jake rodó sobre su espalda y estiró los brazos por encima de su cabeza antes de incorporarse, por lo que estuvieron cara a cara con sólo pulgadas que los separaban.

—¿Estás seguro?

Heeseung negó con la cabeza y puso sus manos sobre la cama. Él apretó los labios contra los de Jake y luego se echó a reír.

—Mierda, no. Pero voy a estar allí... para ti.

—No te alarmes —Jake comenzó, tocando el botón desabrochado de los pantalones de Heeseung—. Pero casi suenas como un novio de verdad.

Heeseung lo empujó hacia adelante, y volvieron a pegar sus labios mientras Jake bajaba de nuevo al colchón.

—Imagínate eso.

Sintió la mano de Jake suave alrededor de su culo mientras asentía.

—Sí. Excepto que el Heeseung que yo conozco sé de seguro como el infierno que no estaría en mi cama con los pantalones puestos.

take ; heejake (T2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora