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Varias horas más tarde, unos golpes en la puerta de su apartamento lo despertaron. Al abrir los ojos, vio un comercial en TV para los implantes de pelo. Él extendió la mano y se pasó los dedos por su propio cabello, que de inmediato le hicieron pensar en—toc, toc, toc—Los cabellos de Jake.

Con un bostezo y estirando sus brazos, quitó sus pies de la mesa de centro de cristal y se abrió paso a través de la sala de estar y por el pasillo hasta la puerta principal. Mientras abría, vio a Jake de pie al otro lado con su mano levantada como si estuviera a punto de golpear de nuevo.

Vestido sólo con sus gafas y pantalones de chándal grises, Heeseung mantuvo la puerta entreabierta y se rascó el pecho desnudo. Su polla tembló por la forma en que los ojos de Jake se arrastraron por toda su piel, pero antes de asumir la invitación en ellos, él quería algo.

—¿Puedo ayudarle? —Preguntó, como si saludara a un extraño.

Con su casco de motocicleta roja en una mano y su chaqueta de cuero con la cremallera abierta sobre su uniforme de After Hours, Jake se veía malditamente caliente.

Su boca se curvó en una sonrisa pero no dio ningún paso adelante. Apoyó un hombro contra la jamba de la puerta y continuó observándolo en silencio.

Heeseung podía sentir la sangre corriendo a su erección bajo el calor de la mirada de  Jake, pero en vez de hacer lo que quería que era estirarse para tocarlo, esperó.

Se sentían como minutos, en vez de segundos, antes de que Jake finalmente habló.

—No lo sé. Parece que tal vez podría ayudarle.

Heeseung se encogió de hombros con indiferencia y sacudió la cabeza.

—Puede ser, pero ya ves, no tomo ese tipo de ayuda de extraños. Ya no lo hago.

—Somos apenas extraños. Pero entonces, es posible que haya olvidado todos los detalles sucios a su edad.

Gilipollas.

—Recuerdo todos los detalles, muchas gracias. Pero creo que puedes haber dejado de decir algo importante mientras estabas ocupado haciendo cosas sucias.

La lengua de Jake se lamio el labio mientras se inclinaba hacia adelante y le hablo confidentemente:

—Estoy bastante seguro de que no dejé de decir o hacer nada importante cada vez que hemos estado juntos.

A medio camino entre la excitación y la frustración pura, Heeseung se derrumbó. No había manera de llegar a ninguna parte cuando Jake estaba en modo calientapollas.

—Que te jodan, Shim. Sólo dime tu maldito nombre.

—Adivina.

La ceja de Heeseung se levantó cuando Jake se empujó fuera de la jamba y dio un paso hacia adelante. No se molestó en preguntar si podía entrar porque ya sabía que era bien venido.

El olor de la colonia y el cuero golpeó a Heeseung mientras cerraba la puerta y observó a Jake avanzar hacia la sala de estar.

—Adivinar, ¿eh?

Mirando hacia atrás, Jake sonrió.

—Por supuesto. Adivina.

Heeseung se dirigió descalzo hacia el sofá en el que había estado antes y se sentó, mientras Jake se quitaba la chaqueta.

—Yohan.

Con su chaqueta en la mano, Jake se congeló.

—¿Me veo como un Yohan?

—¿Cómo diablos voy a saberlo? Para mí te ves como un Jake —Heeseung hizo una pausa y pasó sus ojos por el chaleco negro de Jake, su corbata y camisa blanca—. Mi Jake.

take ; heejake (T2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora