MR. AND MRS [ JJK! Characters x Lectora ]

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| MR. AND MRS. GOJO: Cómo Satoru El Novio adolescente pegadizo y berrinchudo.

No importaba dónde fuera, a dónde sea que caminara o con quien estaba; él estaba presente.
Abrazándola por encima del cuello, recargando su peso al punto de hacer que su novia caminara con lentitud y dificultad; No era fácil tener a un chico de gran altura encima.
Tomando su mano sin importarle cuánto tiempo pasara, sin tomar en cuenta que la calidez y la fricción de ambas extremidades provocaba sudoración. Parecía no tener asco cuando satoru era un chico casi siempre Quisquilloso con todo.

— Eres un bobo. — Los insultos no servían de mucho para él, le importaba poco si incluso en ese momento estaban en su grupo de amigos; con Shoko y Geto. Sentados sobre el suelo de la habitación de uno de ellos para disfrutar de una serie de películas de terror.

Por más que la habitación de Satoru Gojo fuera simple e igual al resto, no entendía porqué todos querían pasar tiempo en su habitación, “ Sólo T/N podía hacerlo” solía pensar. Sin darse cuenta este poseía de un gran tesoro en prácticamente distintos puntos de la habitación, como lo era bajo su cama; una caja con distintos tipos de frituras y dulces, lo mismo podía decirse de una pequeña sección de su armario.

La televisión que poseía, las bebidas que fácilmente podía conseguir al tener el pasillo cercano. No era necesario gastar dinero si tenían a satoru Gojo y sus tesoros ocultos.

— ¡¿Ah?! — exclamó ofendido. Su rostro salió del regazo de su pareja, aquella que tenía la prioridad de ocupar el colchón.

Había tenido la oportunidad de subirlo, de decirle que lo acompañara. Anteriormente estaba esperando poder acompañarla en su propia cama, quería abrazarla y aferrarse a ella como un gusano , al menos esperaba que su preciada novia le hiciera un ademán o un llamado en silencio para que le hiciera compañía y no llamara la atención de sus otros amigos.

Su traición fue peor que la de su mejor amigo, escuchar un “shoko, ven conmigo. La cama es más cómoda ” le rompió el alma.  ¿Cómo su novia podía priorizar a otra persona que no fuera él? Casi arruina la noche de películas por sus berrinches, había prácticamente lanzado las cosas que estaba ofreciendo como el principal cabecilla de la idea.
Geto se había molestado con él al ser la víctima de los misiles alimentarios, quejándose en voz alta sobre cómo debería dejar de actuar tan infantil.

Las cosas se relajaron ante un “¡Ya! Veamos la película ” de Shoko, era sorprendente verla enojada pues casi nunca lo expresaba. Para los varones fue intimidante que decidieron no continuar con la discusión y ligeros empujones en el suelo; No estaban seguros que daño podría causarle una persona tan callada como Shoko.

La película dió inicio y la atención de todos excepto del albino se centró en la televisión. Satoru por su parte, observaba con detenimiento la expresión y acciones de su pareja.
Estaba recostada al igual que Ieri, ambas tenido sus brazos y rostros cerca de la orilla.
Estaba tan concentrada que no podía evitar dejar de verla, era hermosa ante sus ojos y la forma en como prestaba total atención; haciendo suaves muecas con cada escena de terror.

Cada que conectaban miradas él automáticamente daba la vuelta, se cruzaba de brazos y miraba al suelo con sus mejillas infladas. Era ignorado por todos al saber cómo se comportaba.

Saber que él no estaba disfrutando de la película y creer que estaban invadiendo su privacidad la hizo sentirse culpable, creía que satoru no estaba disfrutando como ellos pues ni siquiera un simple sorbo a su bebida probaba.

La inquietud la carcomia cuando intentaba ignorarlo, no era consciente de la pequeña manipulación que su albino le estaba dando. Quería que sintiera pena y lástima por él, ¡Necesitaba presenciar su disculpa!.

Un pequeño beso se plasmó en su nuca, la sorpresa y la sensación electrizante lo hizo removerse de su sitio y llamar por un instante la atención de sus dos amigos.
Incluso la expresión de ambos en un inicio fue “¿Que le pasa?” para terminar cambiando a una “ Ah... Aquí vamos de nuevo ” desviando con desgano su vista a la pantalla una vez más.

Estaba rojo, rojo como un tomate y tembloroso como una gelatina. Sus lentes oscuros se habían removido suavemente ante él movimiento brusco, sus ojos azules se expresaban libremente al mantenerlos abiertos completamente. Sus labios permanecían abiertos por igual, su sorpresa era tanta que difícilmente podía escuchar lo que había alrededor.

Sus dedos rozaban con la piel “atacada”, aún podía sentir esa sensación fantasma. La sonrisa que ella le daba como disculpa mientras le miraba de esa forma preocupante provocó que su corazón latiera fuertemente.

¿Cómo se atrevía a enojarse con ella?¿Que clase de mounstro era? — aw... T/N-chan — su voz aguda y ahogada provocó que sus amigos nuevamente reaccionaran con cansancio a la escena; volviendo a ignorarlo, ignorarlos.

No era que estaban hartos de ambos, solo de Gojo. T/N al menos era tranquila y sutilmente cariñosa en público, en privado... no querían saberlo.

El novio de la azabache continuaba lloriqueando disculpas ahogadas al tener su rostro oculto en el cuello de la misma , con esta intentando abrazarlo sin temer de caerse de cara al suelo.
La forma en como soltaba “ lo siento ” continuamente sobre su piel provocaba suaves cosquilleos que la hacían sonrojarse de sobremanera. Agradecía que la única luz en la habitación era la del televisor.
Sus dedos apretaban con fuerza la tela de su camisa ante la sensación que la emocionaba de una forma que solo satoru estaba comprendiendo en ese instante.

Las manos de satoru que también se habían encargado de aferrarse a ella, masajearon sus hombros cubiertos, sus dedos presionando con cierta fuerza mientras sin querer; un tentativo y húmedo beso se impregnaba en la piel. Los dedos de la chica continuaban presionando con intensidad la tela de su ropa provocando una sonrisa divertida.

Gojo se alejó para admirar entre la oscuridad aquel pequeño punto rojizo con una sonrisa divertida.
¿En qué estaban?
Su atención ya no estaba presente en el televisor, podía decirse lo mismo de la chica.

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