Después de la confesión de Hector nos fuimos pero no a la cena si no a mi casa, Lara me había partido el labio por lo que estaba sangrando pero eso a mis padres no les importaba, al llegar a casa me fui directa a las escaleras para cambiarme y curarme la herida del labio.
-A donde vas?- me grita mi madre.
-A cambiarme- respondo subiendo las escaleras.
-Tu no te mueves, vas a sentarte aquí que ahora viene Hector y su familia para que nos aclareis el circo este que habeis montado- se nota su enfado a kilómetros, y aunque en otra circunstancia no le habria hecho caso pero hoy si.
Baje las pocas escaleras que había subido y me senté en el sofá, mi nana me curó el labio y yo me quité los tacones. A los pocos minutos sono el timbre y vi a la familia de Hector entrar, él el primero y con la mejilla morada, le habían pegado.
-Bueno ahora nos vais a aclarar que es todo esto- mis padres estaban sentados en un sofá, los de Hector en otro, yo en una butaca, Hector de pie y tanto mi hermana como Mateo en otro sofá- quiero que lo conteis todo- dijo mi madre quien era la más histérica.
Hector y yo nos miramos, en su mirada noté confusión y un poco de decepción pero no entendí el porque, hasta hace un momento me quería y estabamos dispuestos a luchar por nuestro amor.
-No somos pareja- fue lo único que dijo.
-Osea que mentiste- le dice su madres- se puede saber el porque.
-Mentí porque Lara- no le dejo terminar, no sé porque miente pero esto se terminó.
-No estamos juntos pero lo estuvimos- aclaro.
-Hasta que decidiste acabar con todo- me dice con mucho odio mirandome fijamente.
-Pensé que eso ya lo habiamos aclarado el otro día- le respondo yo empezando a enfadarme.
-Yo también pero creo no lo entendí, Edda pensé que lo habías hecho por que tus padres te lo habían pedido pero ya veo que fue por Lara, eres una cobarde- sus palabras se clavaron como puñales en mi pecho, sobre todo la última.
- La que lo sabía era Lara y me chantajeó con contarlo y que pasara esto, y lo peor es que al final lo provocaste tu con tus palabras- le grito.
-Y que pretendias mentir- me dice.
-Llevamos meses haciéndolo.
-Si pero me cansé, Edda no soy un juguete con el puedes jugar cuando quieras- y cuando iba a responder ya no me dejaron.
-Me importa una mierda vuestra discusión de adolescentes, me podeis decir hace cuanto que se supone que sois pareja- nos dice su padre.
-Desde enero- le responde su hijo.
-Llevais mintiéndonos a la cara 6 meses- dice su madre asombrada.
-Pero quien eres, Edda no te educamos así- dice mi madre mientras se levanta- te lo dije muchas veces, Héctor está prohibido y que hiciste tu todo lo contrario- casi al llegar a mi lado se gira a mirar a mi padre- esto pasa por malcriarla, por darle lo que quiere- se gira y en ese momento siento un impacto en la otra mejilla- eres una malcriada.
Mi padre la separa y la lleva al sillón, una lágrima corre por mi mejilla, Duna se acerca para abrazarme pero mi madre se lo prohibe.
-Ni se te ocurra acercarte o también habrá consecuencias para ti- mi hermana la ignora y me abraza.
-Pues haber que consecuencias, mama le acabas de pegar por favor- dice mi hermana levantando la voz.
Mi padre le pide que se calle y continuan preguntando, nosotros respondemos a todo con la verdad, por una vez estamos siendo sinceros.
-No se quieren por favor, son solo unos niños que no saben lo que es la vida- mi madre y sus tonterías.
-Tienes razón no le quiero- todos me miran incredulamente menos él- yo le amo y no veo el problema de hacerlo.
-Es un futbolista, no te va ha aportar nada en el futuro al contrario te va ha perjudicar, cuando no le intereses te dejará se irá con otra y difamara sobre ti, date cuenta- dice mi madre.
-A mi no me importa si es futbolista o barrendero, eso me da igual me importa él, a quien amo es a él no ha su profesión- le respondo- o que pasa tu te enamoraste de papá porque era abogado- le respondo.
-No me faltes al respeto- me grita ella.
-Usted a ella tampoco- me defiende Hector por una vez.
-Edda deja esta tontería- me ruega mi madre- no le quieres, verdad dime que no le quieres- me suplica.
-No puedo mentirte, le quiero.
-Edda eso no puede ser- me grita ella, las lágrimas se deslizan por mi mejilla sin control.
-No puedo hacer nada.
-Es tan fácil como dejarlo, entiéndelo es un jugador de fútbol te va ha hacer daño- que esté diciendo esto delante nuestra es muy fuerte.
-Mi hijo se ha equivocado, pero ya no hay nada que hacer, él ha decido seguir con ese error pero tú no lo cometas también- dice el padre de Hector.
Yo no me creo que esten diciendo esto delante nuestra, yo no puedo dejar de querer a Héctor porque ellos me lo pidan.
-Papá, es mi sueño y mi trabajo no tiene porque condicionar mi vida privada- se notó el dolor en su mirada al ver como su familia habla de él.
-No pienso permitir que estéis juntos y si tengo que enviarte a un internado lo haré- dice mi padre.
-Se te olvida que en unos meses soy mayor de edad y puedo hacer lo que quiera.
-Pues haber que haces sin un céntimo, tú no eres capaz de vivir sin comodidades.
-Os estáis pasando y lo sabéis- añade mi hermana.
-Tu mejor no opines que dejaste a mi hijo por un futbolista- dice Cristina.
-Mamá nunca hubo nada, todo era mentira- dice Mateo.
-Si Hector dejase el futbol se acabaría el problema?- pregunto yo de repente.
Nadie contesta, todos se miran pero no responden.
-Eso, si dejase el fútbol podríamos estar juntos?
-Si- responde su madre- si dejas el fútbol podrás estar con ella.
-No claro que no- responde a la vez mi madre- Cristina te has vuelto loca, no pienso propiciar el incesto- y aquí es cuando mi vida se desmorona.
-Ona- mi padre calla a mi madre y en ese momento cae en lo que ha dicho.
-Como que incesto?-pregunta mi hermana- Héctor y Edda no son familia, mama te has equivocado de palabra- le dice Duna pero ella no responde.
-Llegó la hora de la verdad- dice la madre de Héctor.
Esta parte de la conversación desmoronó mi vida, terminó con el ápice de alegría que aún tenía.
Perdón por no haber publicado estos días, pero fue un fin de semana muy ajetreado. Aún así por la noche os publicaré otro capítulo, espero que os guste. Un saludo.
ESTÁS LEYENDO
Veneno y Envenenados|| Héctor Fort
FanfictionPara que están las reglas si no es para romperlas. Ellos dos saben perfectamente lo que es incumplirlas, llegando a poner en riesgo su familia. Dos familias que quieren unirse pero mediante sus hijos mayores, no pequeños. El error de ser futbolista...