𝟏𝟒.𝟓. i screamed so loud

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𝐈 𝐒𝐂𝐑𝐄𝐀𝐌𝐄𝐃 𝐒𝐎 𝐋𝐎𝐔𝐃 - Capítulo 14

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𝐈 𝐒𝐂𝐑𝐄𝐀𝐌𝐄𝐃 𝐒𝐎 𝐋𝐎𝐔𝐃 - Capítulo 14.5




Abrí los ojos con lentitud, sintiendo como mi cabeza estaba pesada y martilleaba de dolor. No tardé en darme cuenta que estaba en una especie de celda. El ambiente era oscuro y frío, únicamente iluminado por unos pequeños candelabros que estaban anclados a la pared. 

Intenté moverme, pero sentí una tirantez que venía de mis brazos. Estaba encadenada a lo que parecía roca de mar, de ahí la debilidad que sentía. No podía dar un paso sin sentir que me caía al suelo y tampoco es que tuviese mucho margen de movimiento. 

No sabía dónde estaba o cómo se supone que había llegado ahí, pero algo en mi interior me decía que tenía que salir de ahí cagando ostias, porque todas mis alertas estaban disparadas.

—¿Dónde... dónde estoy? —murmuré.

A lo lejos, una figura apareció lentamente, hasta que quedó a unos escasos centímetros de la celda. La chica que estaba delante de mí, tenía un aspecto afable, pero a la vez, sentía que era una amenaza. 

¿La conocía?

Podía ser, pero todos mis recuerdos estaban nublados. No era capaz de recordar absolutamente nada.

—La bella durmiente se ha despertado por fin —dijo ella con un tono sarcástico—. ¿Cómo te encuentras, Liz?

Liz. 

Mi cabeza empezó a repetir ese nombre como si fuese algo importante, pero la realidad es que no lo sentí así. Para mí era la primera vez que escuchaba ese nombre. ¿Sería mi nombre? ¿A quién se supone que le ponen un nombre tan tonto como ese? Tres letras que no tienen sentido. 

—¿Liz? ¿Quién eres? ¿Quién soy yo?

La chica se empezó a reír y sentí una punzada de miedo en mi interior. ¿Podía ser que ella estuviese detrás de todo eso? Ella al menos parecía saber mi nombre

—Soy Kara, nos conocimos hace unas horas... —suspiró y cruzó los brazos sobre su pecho—. Parece ser que no me recuerdas... A lo mejor me pasé con la dosis...

Juro que quise levantarme, pero las jodidas cadenas me retenían. Podría decir que sentía muchas cosas, pero sobretodo, estaba llena de frustración y miedo. ¿Alguien me estaría buscando?

Joder, necesitaba deshacerme de todas las preguntas que rondaban mi cabeza. 

—¿Qué es este sitio? ¿Por qué no soy capaz de recordar absolutamente nada?

—Te envenenaron, bueno, para ser sinceras fui yo. —Kara estaba mirándome de una forma que no lograba entender—. No te preocupes, todo va a estar bien. 

¿Bien? Estaba encerrada y con una pérdida de memoria. Eso no era la definición más exacta de estar bien, la verdad.

Agaché la mirada y me fijé en las dos katanas que descansaban en el suelo de la celda. Quizás si pudiese acercarme lo suficiente... Pero eso era demasiado suponer, me movía a duras penas, no iba a ser capaz de aguantar una katana y ni siquiera estaba segura de que ésta pudiese cortar la roca de mar.

—Oye, Kara —dije a media voz—. Pareces saber muchas cosas, quizás puedas refrescarme un poco la memoria y decirme que cojones se supone que hago aquí.

Kara negó ligeramente con la cabeza, estaba dudando y cuando eso ocurre, la gente suele tener un momento de debilidad.

—Estás aquí para ser entregada al Gobierno Mundial, hay una recompensa por tu cabeza.

—Vamos, que soy increíble y por esto estoy aquí... —una ligera sonrisa iluminó mi cara—. De puta madre entonces.

—En fin, sólo quería saber que no te había matado —comentó mientras comenzaba a alejarse de la celda—. Tranquila Liz, estoy segura de que no te ejecutarán tan pronto.

Una sonrisa llena de malicia se asomó en su cara y yo me propuse no perder la compostura. Debía ser fuerte, no sabía por qué, pero si que estaba claro que no podía dejar que esta gente ganase. Fuese quien fuese.

Cuando la puerta se cerró, dejándome en soledad de nuevo, empecé a buscar con la mirada por toda la habitación. ¿Qué buscaba? Una forma de salir, algo que me ayudase a recordar... Estaba desesperada y era lo único que podía hacer.

Grité.

Grité llena de miedo y desesperación.

Entonces escuché como algo en mi interior me decía que estuviese tranquila. Era una voz masculina que me calmaba, me pedía tranquilidad. Me llamaba Lizzie y eso me reconfortó. Es cierto que pensé que estaba perdiendo la cabeza, pero todo el mundo sabía que esas voces son tu propia conciencia y otra cosa no tenía clara, pero a esa jodida voz le tenía que hacer caso.




Así que tenía tres cosas claras en ese momento: 

—Mi nombre era Liz, sin dudarlo.

—El gobierno mundial tenía una recompensa por mi cabeza, lo cuál me hacía ser alguien importante o peligroso.

—Pensaba salir de esa celda y reducirlo todo a cenizas.



hola, hola!!

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hola, hola!!

vaya, dos capítulos en 24h, parece que alguien se puso las pilas de verdad jeje

este en realidad es un mini capítulo, de ahí el .5 del título, pero es tan importante para la historia que sentí que tenía que escribirlo.

vaya, parece que liz y ace están metidos en una buena, y eso que todavía no llegamos a los eventos catastróficos... (aquellos que estén al día lo entenderán)

espero que os esté gustando, ya sabéis, comentad y votad la historia para que yo vea que os gussta y poder seguir un poquito más. gracias por vuestro amor <3

evi

DELICATE, portgas d. ace || one pieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora