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•Every corner of this house is haunted•
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Ya habían pasado varios días desde el accidente y la pelea del sekei tekai, había sido unos días muy difíciles para mí, pero gracias a Eli y mi padre se habían echo más a menos, pero eso no quitaba que me pasara las noches llorando.
Hoy tenía la casa sola, al igual que Miguel, había decidido hacer una fiesta por entrar al torneo y según el para animarme, ya que no quería verme arrastrándome por las esquinas, y quería verme un día por lo menos feliz.Apenas espero hasta que mi padre, Carmen, y Yaya se fueron antes de que empezara a publicar sobre la fiesta que tenía lugar en su casa.
Robby y Miguel se encargaban de preparar la fiesta mientras que yo estaba con Eli en casa, robando las cervezas del escondite secreto de mi padre, ya que había dejado de beber, pero seguía teniendo por ahí. Cuando dejé todas las cervezas en la entrada, me acerqué, a la cocina para prepararle un bol con comida a Niall, cuando lo dejé en el suelo y vi como venía a comer el atún que estaba en el plato, Eli agarró mi brazo y tiró para que le mirara.
-¿Estaba pensando que podrías ayudarme a lavarme el tinte verde del pelo?-Eli preguntó, suspire.
-¿Tengo que hacerlo?-pregunte.
-Tu eres la experta-dijo el, decidí acceder.
Cuando entramos en el baño, cerré la puerta con llave y me dirigí hacia la pila, y me di cuenta que era demasiado pequeña para lavarle la cabeza. Eli definitivamente podia meter su cabeza ahí debajo.
-No estoy diciendo que tengas una cabeza grande, solo que tengo un lavabo pequeño, pero... no creo que quede muy bien-le expliqué, la boca de Eli se abrió y se cerró antes de darse la vuelta para mirar la ducha. Se volvió hacia Jules y señaló la ducha por encima de su hombro. "¿Podría ducharme?" Él sugirió y Jules sintió que su cara empezaría a calentarse. Ella asintió de todos modos y caminó hacia la ducha para encender el agua.
Una vez que el agua estaba lista, Jules se volvió hacia Eli y lo vio sin camisa y en el proceso de quitarse los zapatos y los calcetines. Eli se dio cuenta de que Jules lo veía desnudarse y sonrió.
