No resultó como pense, nada prácticamente, y ni siquiera sabía dónde estaba metido ese tipo, parecía un viaje perdido, sólo recuerdo ver la espesa neblina que prácticamente cubría el cementerio. Tomando la decisión de no bajar en aquella parada, además quería saber hasta llegaba la linea de colectivo.No obstante, algo logro llamar mi atención en el recorrido de medianoche, se trataba de un hombre robusto que justamente bajo en la parada del cementerio, allí donde todo comenzó y en donde aún no obtengo respuestas.
Una vez más pase por aquella casa con rejas blancas, que me resultaba familiar, asimismo en el pequeño jardin de la entrada se encontraba una señora de pelo cobrizo regando las flores, parpadie un par de veces y se me produjo un nudo en la garganta.
Era ella mi mamá, tal como la recordaba.
Emocionada me levanté del asiento, apresurardome para ir a la puerta de descenso a tocar el timbre.
Cuando lo hice este no emitió ningún sonido o señal en los letreros, lo intente otra vez, ya me había pasado la parada cercana y seguía de largo el recorrido.Comence a desesperarme miraba a los costados, buscando a alguna persona que este por bajar. Estaba a punto de pedirle al chofer la parada, al momento de darme cuenta de la situación.
Bufe.
Lo siguiente que sé me ocurrió fue algo que jamas iba a optar por hacer, y era traspasar la puerta. Cerre los ojos, arrugue la nariz, estire el brazo derecho y di un salto para bajar del transporte. De un momento a otro me hayaba fuera del mismo, resultaba extraño y a la vez impresionante lo fácil que era.
Sólo debía seguir caminando hasta aquella casa, la cual estaba segura que era de mi mamá. Observaba a los lados, la verdad creo que me había acostumbrado a mi rutina de medianoche y muchas veces no recordaba bien como es que llegaba o aparecía en cualquier lugar, comúnmente en el transporte.
Negué con la cabeza, siguiendo mi camino "acordate es la casa de la calle Artibase" . Sin embargo levante la vista del piso de la vereda, y estaba a punto de chocar con alguien.
—Escuche que tosian, luego una voz rasposa decía—. Disculpe seño-
Pudo verme ¡No lo puedo creer! me emocioné de sobremanera, levante la vista para ver a la persona frente a mi, y era nada menos que Joel, mi entusiasmo se fue al piso.
Y su cara de estupefacto, no tenia remedio, me quedé viendolo y asimismo él, hasta que algo nos interrumpió.—¡Loco correte! ¡o te compraste la vereda! —escuche decir a un tipo, a su vez crei ver que levemente lo choco con el brazo.
Se refería a Joel, justamente en dónde estábamos, era un sitio transitado por mucha gente, y él había quedado en medio de la vereda quieto como una estatua. Después nos movimos a un costado libre, pero lo mire a ese tipo en particular con mi mejor cara de culo.
—¿Vos estas bien? —le pregunte y asintió en respuesta.
Se veía fatal, abrigado hasta las orejas, además con ojeras bastante notorias, no pareciendo un mapache, pero estaba a muy poco de parecerlo, y en la mano tenia un puñuelo que sostenía con fuerza.
—Me alegra haberte visto, no en estas condiciones obviamente —sin pensarlo lo iba a saludar en mejilla. ¿Qué acabé de decir?" ¿y qué iba a hacer? Estaba en puntas de pie queriendo saludarlo. Ah, ya quería darme un golpe en la frente.
Pero sé que me vería, así que hice los más razonable huir.—En fin, nos vemos —me di la vuelta, queriendo seguir mi camino. Sin embargo —Espe- Espera —escuche decir seguido de una tos.
—fue entonces que gire sobre mis talones—. ¿Qué te espere? —mm... era raro escucharlo decir eso.
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La Pasajera de la medíanoche
Kort verhaalSiena una pasajera hara un monotono recorrido hasta pasar por un penumbroso cementerio, que la conectara de alguna forma con el joven chofer. Ademas de un extraño apodo añadido por él.