Capítulo V

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Uniendo pistas 

SIENA

La noche había terminado, a su vez  comenzaba a amanecer y podía ver como las nubes se aislaban del cielo, para darle paso al sol. Era realmente hermoso de contemplar, entonces lo siguiente que me atreví hacer fue cerrar los ojos un momento, presionando los párpados para guardar esa imagen y en mi mente unos segundos que quesiese que fueran eternos, vi a mi bebé Asher, sus dulces ojitos mirandome.

Aunque sentía que estaba en otro plano, quería abrazarlo con todas las fuerzas y finalmente al abrirlos. Ese destello de la luz del día ya no existía, sin embargo tenía la certeza que encontraría a mi hijo, se cuál sea la manera y si con eso inclinaba a la idea de la ayuda de... Joel..., la aceptaría.

JOEL

Estaba replanteandome que mierda iba hacer, la semana terminaba y no se me paso por la cabeza el cambio de turno. Continuaba con los recorridos de siempre, a pesar de que en la medionoche se presentaba la pasajera pelirroja, y para ser sincero resultaba, ser imposible soportar sus arranques cada vez que se le ocurría abrir la boca. Sin embargo, esto no quitaba lo que llegue hacer ofrecerle mi ayuda para buscar a su hijo, lo cuál rechazó.

Luego escuchó un sonido tan irritante, consiente de que mis sentidos seguían dormidos, y al seguir oyendo esa repetitiva melodía supe que provenía de la alarma, aún permanecía recostado y lo próximo que intenté hacer fue estirar mi brazo derecho buscando el celular. No pegué el ojo en toda la madrugada, después de volver de la ronda de medianoche. En esta ocasión la pasajera, es decir... Siena en un momento quedo en una especie de trance, no comprendí bien a lo que se refería de estar en sus recuerdos, quizás... había más misterios sobre ella, de lo que creía.

O ¿me estoy volviendo loco? con en el paso del tiempo ¿Siena realmente existirá? y sobretodo su pequeño hijo, al que busca en aquel cementerio. Estare teniendo encuentros con los muertos o ¿alguien más podrá verla a parte de mi? ¡Carajo! —me sostengo el tabique de la nariz, asimilando lo ocurrido. 

En eso vibra el celular en la mesa de luz a un lado de la cama, estiró un poco el brazo y finalmente lo agarró, observó la pantalla y daban las 08:30. Entro a whatsApp con las notificaciones en la bandeja de entrada era mi primo.

—No sabes lo que te perdiste Joel. por andarte de cajetudo.

Eh es joda no te encasques boludo
pero afloja y venite a tomar unas birras 🍻🍺.

enviado a las 00:30 am

—Labure boludo este viernes voy che😁👋

enviado a Gael.

(...)

El día continuaba, seguía haciendo recorridos con cualquier línea que se aproximara a la parada más cercana. Abordaba el transporte cuando el tumulto de la fila avanzaba, no recuerdo que línea era, sin embargo me dispuse a sentarme en uno de los asientos delanteros, cerca de la ventanilla. Mientras observaba los edificios, y en una de las paradas note que subió una mujer con un bebé en brazos, se había sentado en uno de los asientos reservados, justo delante del que me encontraba.

Permanecí con la cabeza contra la ventanilla y al alzar la vista, el bebé que vi hace un momento miraba en mi dirección. Me quede helada, la respiración se me había entrecortado. Pestañe con rapidez, su carita y sus grandes ojitos marrones seguían viendo en el mismo lugar.

No podía creerlo, tenía que digerirlo ¿y si era solo pura coincidencia? Entonces si ese chofer lograba verme ¿Alguien más podría hacerlo?

No obstante, al instante se aguaron mis ojos, un vago recuerdo de esta mañana vino a mi mente de Asher de bebé. Por impulso opte por levantar la mano, en un ademan para saludarle.

Él bebé produjo un sonido con la garganta, y seguidamente movio los brazitos contra el borde del asiento,  luego su madre lo sostuvo para acomodarlo en el upa.

Quizas solo miraba en la misma dirección, pero la esperanza albergó en mi y se instaló. 

Tal vez, todo no estaba perdido.

Tal vez, todo no estaba perdido

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La Pasajera de la medíanocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora