cuarenta y uno

782 105 205
                                    

Fueron unas semanas muy complicadas para Kaia, intentando no derrumbarse delante del Padre Jeon cuando éste la ignoraba y escapaba de su campo de visión, incluso cuando la Madre Superiora le preguntaba por él ella quería romper en llanto, porque sabía que algo entre ellos se había roto, y habían muy pocas chances de que las cosas se solucionen, sin contar que todavía estaba dando vueltas sobre su cabeza ese "pago lo que sea con tal de que te vayas de aquí y me dejes en paz". ¿Era una molestia para él? ¿Una carga? Comprendía con todo su corazón que este enojado debido a que jugó con su religión y le mintió en la cara durante estos meses, pero decirle algo así la había destrozado del todo. Ella pensaba que podía haber una mínima oportunidad para ellos, aunque sea un rayito de luz al final del túnel, pero estaba más que claro que estaba muy confundida y todo sucedía en su cabeza. No pedía que JungKook no se enoje con ella, porque era obvio que iba a tener esa reacción, pero decirle tales cosas...no era algo que hacía un enamorado, por muy enojado que esté.

Y por el mismo motivo de que no soportaba estar entre las paredes del convento, viendo como él fingía actuar como si nada hubiera sucedido entre ellos, como si no se hubieran conocido más de lo esperado, estaba dispuesta a irse. Su vida no estaba en el punto más bajo solo por todo lo sucedido con JungKook, sino también por las deudas que dejó su madre y no sabía cómo salir de ellas, porque aunque tuviera en la palma de sus manos la oportunidad de que otra persona las pague Kaia jamás iba a poder aceptarlo, mucho menos del hombre que menos quería ver ahora. Se sentía atrapada, y muy en el fondo sabía que estaba actuando desde la impulsividad, sin pensar que de puertas para afuera no la iba a esperar un mundo de rosas, sino uno lleno de miedo por ser perseguida otra vez, de acoso, de cansancio, incluso de complicaciones para conseguir trabajo por su nueva condición; el embarazo.

Había estado muy apenada al pedirle dinero a la Madre Superiora para ir urgentemente a una ginecóloga, quien la mandó a hacerse análisis de sangre y orina, y debido a la gravedad del problema en menos de tres días ya tenía la reciente noticia; estaba embarazada de unas cinco semanas, para este punto debía tener unas siete. Había tenido un sangrado de implantación, por esa razón se veía tan distinto a la sangre que normalmente pertenece a la menstruación, y Kaia cuando le dijeron que estaba embarazada pensó que había tenido un aborto espontáneo debido a todas las emociones que sufrió esa noche, pero no, por suerte o por desgracia, ese bebé seguía ahí dentro. No iba a hacerse la tonta, todas las veces que estuvieron juntos no utilizaron protección, no solo por idiotas, sino también porque estaban en un lugar que no iban a tener preservativos a la mano, menos cuando todo surgía de manera tan inesperada, pero sí es verdad que fue irresponsabilidad de ambos el no pensar en la pastilla del día después, Kaia no podía salir del convento, pero JungKook, que iba y venía, podía comprarla, solo que en ningún momento se les cruzó por la cabeza.

Durante estos días, que ya se habían convertido en dos semana y dos días, Kaia estuvo pensando respecto a todo lo sucedido, y habló con Hyun So y Seulgi, su ex novio resultó ser de bastante ayuda en estos días, fingiendo que venía a visitarla por ser una vieja amiga, y haciendo de psicólogo para ella porque su mejor amiga estaba lejos, sin posibilidad de viajar debido a los problemas económicos que estaba atravesando. A pesar de todas las veces que Hyun So y Seulgi le habían dicho que lo mejor era decírselo a JungKook, pues merecía saberlo al ser el padre, Kaia se negó rotundamente. Él ni siquiera podía mirarla, no le hablaba, incluso la ignoraba cuando saludaba a las demás Monjas y Novicias, ¿qué debía esperarse para cuando le dé la noticia de que iba a ser papá de un bebé que no fue buscado, y con una mujer que no era su pareja? Prefería vivir pensando en qué pudo haber sucedido si se lo confesaba, antes que tener en su memoria todo el tiempo las palabras que JungKook pudiera decir al rechazar a su hijo.

Ni siquiera era capaz de admitir que sentía algo por ella, ¿cómo podía pensar que iba a hacerse cargo de un hijo no deseado?

No pensaba que fuera a ser un mal padre o que JungKook no quiera pasarle la cuota alimentaria, pero estaban en una situación difícil. Si de por sí era complicada su posición siendo un Obispo y una "Novicia", ¿qué diría la gente cuando sepan que tenían un hijo juntos pero que no estaban casados, ni siquiera en pareja? Kaia no iba a ocultar que tenía un hijo, en algún momento su panza crecería y tampoco tenía que ocultarlo al mundo como si fuera un demonio, era un bebé más, que aunque no fue buscado y no tenía a sus padres juntos, ella le iba a dar todo el amor del mundo. A pesar de todo, de saber que no tenía dinero ni siquiera para alquilar algo ella sola, iba a quedarse con su hijo, porque lo consideraba una bendición entre tantos problemas, de alguna forma iba a rebuscarsela para poder darle todas las comodidades, pero jamás cometería el error que hizo su madre biológica porque nunca podría perdonárselo a ella misma, mucho menos sabiendo que existe un niño en algún lugar que la odia por no haber cumplido con su papel de madre.

Dear Lord| jjk. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora