Matilda tiene veinticinco años y es originaria de Madrid. Se mudó a esta ciudad con sus padres hace 10 años. Ella no se considera hermosa, pero sin duda lo es como muñeca de porcelana. Tiene el pelo rubio lacio, largo hasta un poco más de los hombros, ojos azul claro, nariz respingada y un cuerpo delgado. Es española, pero puede aparentar ser francesa o de alguna ciudad nórdica. No sería la primera chica a la que fueras a ligar a un antro o bar, pero si prestas atención a esos ojos caídos azules, podría gustarte y demasiado.
Estudió mercadotecnia pero nunca encontró un buen trabajo y se conformó con ser la ayudante de un empresario reconocido en la ciudad. Ella vive en un departamento rentado algo chistoso. Todo es estilo high-tech y con toques gitanos que le gustan a Matilda. Ella ama ir de compras y su vicio es comprar ropa de diseñador.
Su vida rutinaria se centra siempre en trabajo y en Bart, su novio con el que ya lleva cuatro años. Bart es diminutivo de Bartolomeu, un hombre español apuesto y con gran personalidad.
Cada día Matilda se levanta a las 7.35 a.m., apaga su despertador al quinto pitido, se estira en su cama y se vuelve a estirar ya incorporada en la duela de roble entintado en color chocolate. En seguida abre la cortina de la ventana que da al jardín del edificio de departamentos. Nunca le ha gustado ese jardín tan sencillo y poco cuidado, pero necesita esa luz para despertar. Se baña con agua tibia por quince minutos y luego se viste con un estilo entre casual y formal. Blusas, faldas, pantalones ajustados, leggings, tacones y sus anteojos de armazón negro, cuadrados y grandes para su miopía marca Prada. Se peina de coleta y luego se prepara su desayuno que consiste en avocado & ham toastie, fruta. yogurth griego y una barra de cereal.
Le da de comer a su gato siamés llamado Jinx, este le ronronea y Matilda le sonríe. Le manda un texto a Bart para darle los buenos días y un emoji de beso. Cierra la puerta.
Le gusta más la bicicleta, usa una color menta, por ser una chica ecológica y consciente del daño que causa un vehículo al medio ambiente. La compró cuando empezó a trabajar para Duko.Tarda diez minutos para llegar a su trabajo.
Pasa por su espresso cortado a la cafetería de la esquina. Dos de azúcar. Se lo sirven usualmente en un cono waffle cubierto de chocolate que le llaman: Conespresso. Se lo toma ahí mismo mientras revisa su correo o su cuenta de Pinterest, ella lo actualiza y lleva como título: 'Moda, cosas bonitas y chicos sabrosones.' Principalmente son imágenes de moda, comida, interiorismo y fotos de hombres apuestos.
Termina y se dirige al trabajo, saluda al licenciado, su jefe, Fernando Duko, y se coloca en su lugar para pasar ahí siete horas aburridas. Sólo tiene una hora de almuerzo y es a la 1.00 pm.
Al terminar su labor, se dirige a la tienda de té de su amiga. Compra un té negro y se lo bebe ahí mientras platica con Bart o escribe su blog de moda como este:
Queridos, fashioneers
Este día fue bastante difícil en la oficina, tan así que no tuve mi hora de almuerzo, pero mi compañera Laura si la tuvo. Comió un wrap de schnitz de pollo. Lo que hice es que me vino valiendo un coño y me salí a comer mi ensalada de atún con mayonesa y fresa.
Si ella puede, po'llo también! jaaa!
Muchos de sus blogs salían a la luz, pero muchos otros se quedaban en la oscuridad.
Después, si no ve a Bart, se va a su casa.
En su casa, se cambia de ropa, se pone un pants cómodo, zapatos tenis, suéter holgado de algodón y se suelta el cabello. Ve su serie favorita en Netflix: Grey's Anatomy, mientras cena otra ensalada, salmón o pollo con vegetales. Ella a veces sólo se recuesta en su lounger y escucha su música favorita en sus audífonos con Jinx en su regazo.
Bosteza, se cepilla los dientes, le da de comer a Jinx, cierra la cortina de la ventana y se duerme en su cama queen size.
Todos los días eran siempre iguales. Su vida pasaba desapercibida.
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TÉ a las 8
Teen Fiction¿Te has preguntado cuál es tu propósito en la vida? ¿Por qué nos pasan cosas malas y buenas? ¿Por qué conocemos gente al azar todos los días? ¿Crees que todo nos pasa por una razón o es mera coincidencia? Matilda Aragón, 25, vive en una ciudad donde...