La marine {Kylian Mbappé}

Capítulo 3

Llego a la sala bastante frustrada, ¿quien se cree que es para tratarme así? Dejó las cosas lo más ordenadas que mi enfado me permite y salgo, ha sido un día largo y tengo ganas de llegar a casa, el susto al ver la cámara escurrirse entre mis manos ha sido demasiado devastador, y Mbappe diciendo que la cámara estaba rota casi me destroz ahí mismo, llevaba mucho tiempo sin pasar tanto miedo como en ese momento.

Debería haberme ido cuando el entreno ha finalizado, no debería haberme quedado haciéndole fotos, está claro que ha sido un error, eso me pasa por salirme del guión establecido.

Voy por el pasillo camino a la salida cuando un trueno me sobresalta, genial, justo ahora tenía que ser.
Salgo a la calle e intento taparme la cabeza con la carpeta que me han dado antes pero parece una misión bastante inútil así que me paro delante de una repisa, estoy apunto de sacar el móvil para llamar a alguien que venga a buscarme.

-¿Te llevamos?- de nuevo la voz de Mbappe, ha parado el coche a mi lado y me habla desde la ventanilla de atrás, ¿enserio necesita chofer?

-No gracias - desvío la mirada esperando que el coche se vuelva a poner en movimiento pero no lo hace. -¿Qué?

-Sube

-No

-No tiene pinta de que vaya a parar en poco tiempo- y tiene razón porque el cielo vuelve a iluminarse a causa de un rayo. - Un pequeño grito sale de mi garganta al escuchar el ruido del trueno, odio las tormentas siempre las he odiado, la vida a veces parece que confabula en mi contra.

-Esta bien- subí al coche a regañadientes.

Parece mentira que esté cayendo semejante diluvio en pleno septiembre.

-¿A dónde te llevamos?- dice mientras me abrocho el cinturón de seguridad. Le digo la dirección y el coche empieza a moverse, es bastante bonito por dentro, ojalá poder permitirme algún día un coche de estas características. - estamos yendo al restaurante- no lo hace en tono de pregunta por lo que ha reconocido el camino a pesar de no conducir él.

-Sí, entro en media hora a trabajar- asiente.

-¿Por qué no me dijiste nada el otro día?- creo que lleva haciéndote esa pregunta todo el día, pero tampoco es que tenga una respuesta clara sobre porque no le dije nada, simplemente no lo hice y ya.
-No lo sé, supongo que no quería que te sintieras incómodo después de haberte desahogo, tampoco pensé que nos cruzaremos tan rápido, o que te darías cuenta de que estaba ahí. - llevó la mirada a la ventanilla algo sintiéndome bastante pequeña-

-¿Por que pensarías eso?, Cómo no iba a darme cuenta, tengo ojos en la cara- no se muy bien qué quiere decir con eso y tampoco le sigo contestando, solo tengo ganas de llegar y olvidarme del día de hoy y de sus ojos marrones que no paran de mirarme.

El coche estaciona y abro la puerta rápidamente buscando escapar pero su mano se enreda en mi muñeca impidiendo avanzar, su tacto quema sobre mi piel y me giro alterada para mirarle.

-Soy Kylian- suelta mi muñeca y estira la mano para que se la estreche.

-Yo Gala- digo ya bajando del coche y cerrando la puerta dejándole allí con la mano estirada, no estoy orgullosa de como me comporte en ese momento, pero era mejor así, no debería haberme olvidado de eso.