La noche transcurre sin ninguna circunstancia relevante más cosa que agradezco aunque después de haber roto gran parte de la vajilla ¿que más podía salir mal?
Salgo del restaurante y subo a mi pequeño coche, arranco y el espacio se inunda con Estopa uno de mis grupos favoritos de siempre, su música me anima a conducir, todo viaje en carretera suena mejor con esa banda sonora.
Salgo del aparcamiento y cojo una recta cuando veo una silueta que me resulta bastante familiar, reduzco la veolocidad y el parece notarlo porque se gira para mirarme. Su expresión muestra una amplia sonrisa al verme y me hace un gesto con la mano a modo de despedida, se lo devuelvo y acelero dejándole atrás.
No debería dejarle atrás, él me recogió de la lluvia y me llevó a casa, debería hacer lo mismo por él, esa parte empató a se apodera de mí y me apartó para quedar al lado de la calle, veo cómo acelera el paso para alcanzarme.
-¿Todo bien? - parece preocupado.
-Te llevo a casa- abre los ojos sorprendidos, soy una gran contradicción andante,¿ pero que podría salir mal? A mí ansiedad se le ocurren millones de escenarios posibles los cuales decido ignorar hasta otro momento.
Él se sube al coche con algo de desconfianza, y vuelve a arrancar sin decir nada.
-Ahora tienes que girar a la izquierda- me indica sin que yo se lo pida.
-¿Por qué ibas andando? - alterno la mirada entre la carretera y él, parece que le de verguenza contestar a la pregunta.
-No podían venir a por mí- la idea de que sea un niño mimado cobra más fuerza en mi interior.
-¿No tienes coche?- pregunto aun sabiendo que seguro que tiene un coche como mínimo.
-No tengo carnet. - puntualiza, eso no me lo esperaba para nada, tanto que pienso que me esta vacilando completamente.
-¿Estás de coña?
-No - responde escueto como si el tema no le gustase, puedo entender que no le guste hablar de ello, aunque tampoco es nada malo, si tiene gente que le lleve de un sitio a otro no hace falta más. Entonces esa parte más divertida de mi decide coger el mando de la situación.
-¿Y has conducido alguna vez?- niega mirándome como si no supiese porque tantas preguntas.
Me paro en un semáforo en rojo y bajo del coche yendo hasta su puerta.
-Pues estás de suerte amigo, hoy es tu noche- me tumbo sobre él para poder quitarle el cinturón sin que pueda negarse, notando el calor de su cuerpo cuando tengo todo mi torso por encima de él, me apartó de nuevo y me mira impresionado, creo que ahora mismo piensa que estoy loca y un poco sí que lo estoy así que piense lo que quiera.
-¿Estás de coña? - contiene una carcajada.
-Para nada, bueno piensas bajar o te tengo que bajar yo- estiro la mano y agarro su muñeca tirando de él, para sorpresa de nadie ni se mueve ante mi nula fuerza. Pero acaba cediendo y en unos segundos se encuentra ya en el sillón del piloto.
-Bueno que tengo que hacer- Empiezo a explicarle lo más básico y parece verdad que nunca ha conducido, me impresiona bastante eso, creí que alguien como él con tantos accesos a todo lo habría hecho.
-Mmm vale- mete la primera marcha.
-Vale ahora empieza a levantar poco a poco el embrague- me hace caso y el coche empieza a moverme- acelera- el coche empieza a moverse con cierta velocidad- y ahora segunda. - sonríe cuando le coge el truco y agradezco que no hayan coches porque podríamos liar una buena.
La carretera es una línea recta por lo que decido poner música, we are young inunda mi coche, no os pasa que hay canciones, olores o sabores que asociáis a una persona o un momento, pues a partir de ahora esa canción siempre sería él.
Cantamos la canción juntos dejando de lado la vergüenza, por un momento el mundo exterior deja de existir, todos los dramas y las preocupaciones se ponen en pausa, como si lo único importante en este momento fuese el aquí y el ahora, aunque supongo que eso siempre debería ser lo más importante.
La sirena de la policía suena por encima de la música y el hechizo en el que me encontraba en vuelta se desvanece como el estallido d eun globo, ambos nos miramos horrorizados.
-Gira el volante hacia ahí- le indico y me pongo a rezar como una posesa, inventando en mi cabeza mil excusas.
El policía se acerca y da un golpe en la ventanilla para que la baje, Kilyan lo hace mientras yo miro al frente esperando que suene el despertador y me despierte de esta èsadilla en la que yo sola me he metido.
-Buenas noches- dice el agente y mi acompañante contesta, se queda mirándole como si le conociese- ¿Perdone usted Mbappé?- giro la cabeza como un búho hacia ellos, el policía sonríe como si fuese un niño pequeño, por lo visto la ilusión en el fútbol no entiende de edades.
-En carne y hueso- responde sonriente.
-Vaya es lo último que me esperaba encontrar cuando he parado el coche- dice y no puedo evitar sentirme bastante ofendida, ¿Se está metiendo con mi coche?
-Bueno sí, digamos que la chica no tenía una buena noche y me ha pedido que la acerque- enarco la ceja y noto como la rabia empieza a crecer, me mira y me guiña un ojo, entonces recuerdo la situación en la que estamos y que él no tiene carnet y decido tomar silencio.
-Entiendo- le di un golpe en el hombro como si fuesen amigos, ni siquiera entiendo por qué ha parado el coche- vas sin las luces- señala el morro del coche y tiene razón, es lo que tiene conducir un coche manual hasta para las luces. El policía se queda esperando a que las encienda pero como es obvio no sabe hacerlo, me mira disimuladamente y yo le hago un gesto señalando la ruleta, el la gira y la calle se ilumina, parece que vamos a salir ilesos de la situación. -Bueno, que paseis buena anoche- le guiña un ojos y parece que se aleja, pero se da la vuelta.- ¿Podría hacerme una foto contigo?, nadie se lo va a creer cuando lo cuente.
Él asiente e incluso baja del coche y adivinad quien tiene que acabar echando la foto, efectivamente yo, en fin, nada más que añadir señoría. Terminamos la foto y subimos de nuevo al coche, por fin puedo respirar en paz.
-Que fuerte- dice subiendo a asiento del piloto, teníamos que seguir disimulando hasta que se ha ido.
-Demasiado- y toda la tensión que he producido en apenas segundos se disuelve en una gran carcajada, contagiando a él.- Bueno suficiente aventura por hoy, anda baja - salgo del coche y él hace lo mismo, nuestros brazos se cruzan al pasar y una sensación de calidez me recorre, creo que la idea de mantenerme alejada de él no ha salido bien.
No decimos nada más el resto del camino, pero él no deja de recorrerme con la mirada es curioso cualquier otra persona en el mundo me haría sentir incomoda pero él no lo hace, siento que solo quiero que nos llevemos bien y que se esfuerza por ello.
-Bueno- digo mirándole, y efectivamente ahí sigue con los ojos clavados en mí.
-Ha sido interesante.
-Sí bueno yo lo definiría más de peligroso pero interesante también esta bien.- ambos reímos de nuevo como si fuese un chiste super gracioso.
Abre la puerta para bajar del coche y yo vuelvo a ponerlo en marcha.
-Oye - vuelve a llamar mi atención.
-Dime
-Me di cuenta el otro día que no vives muy lejos de aquí- empieza a ponerse nervioso al hablar - ósea, podríamos ir juntos al entreno, es decir los dos vamos al mismo sitio a la misma hora - sigue hablando y liándose más con sus palabras, está tan mono poniéndose así de nervios que soy incapaz de negarme.
-Está bien- asiento y él me mira sorprendido de nuevo, creo que estoy superando sus expectativas- pero soy muy puntual así que estate listo al menos 20 minutos antes, él asiente sonriendo.
-Buenas noches Gala - sonríe ya desde fuera del coche.
-Buenas noches Kylian- un cosquilleo me recorre el estómago al pronunciar su nombre.
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La marine {Kylian Mbappé}
FanfictionCuando Gala se mudó a Madrid no pensaba en todo lo que su vida iba a cambiar, pensaba pasar allí un año acabar las prácticas sin encariñarse de nadie y volver a casa a continuar con su vida, pero los planes no siempre son lo que esperábamos, y la vi...