Giyuu estaba sentado frente a kagaya Ubuyashiki, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. La oficina estaba sumida en un silencio tenso, solo roto por el suave sonido del tic Tac de un reloj en la pared. Giyuu parpadeó un par de veces, sin estar seguro de si había entendido bien.
— ¿Cómo...?– comenzó a decir, pero las palabras se le atoraron en la garganta. Tomó aire y volvió a intentarlo — ¿Cómo cree que esto podría funcionar? Kocho no va a aceptar esto. Ella...no es alguien que se deje obligar fácilmente
Kagaya lo miró con su habitual calma, una expresión imperturbable que no dejaba entrever ninguna emoción. Giyuu sabía que había considerado todos los ángulos antes de proponer algo así, pero aún así, la idea le parecía imposible.
— esto es demasiado repentino — continúo Giyuu, bajando la mirada hacia las manos, que descansaban tensas sobre sus rodillas — ella no lo va a tomar bien. No puedo imaginarla aceptando una decisión tan...forzada
Kagaya escuchó pacientemente las palabras de Giyuu. Después de un breve silencio, kagaya inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado, sus ojos suaves pero penetrantes.
— entiendo tus preocupaciones sobre Shinobu — dijo con su tono habitual de calma — pero, ¿Que hay de tí, Giyuu ? ¿Que opinas sobre esta decisión? ¿Cómo te sientes al respecto?
Giyuu sintió como su estómago se revolvía al escuchar las preguntas. No esperaba que kagaya lo interrogara de esa manera, especialmente en un momento como este. El peso de la pregunta lo hizo sentir expuesto, como si cada pensamiento y sentimiento que había mantenido oculto estuviera a punto de ser revelado.
— Yo...— comenzó a decir, pero su voz se apagó mientras trataba de ordenar sus pensamientos. Nunca había sido bueno hablando de sus emociones, y mucho menos en una situación tan delicada. Sintió como la incomodidad se apoderaba de él, un calor extraño subiendo por su cuello y su pecho.
Finalmente, se atrevió a levantar la vista para encontrarse con la mirada de kagaya— no sé si esto es lo correcto. Obligarnos a algo así...no sé si sería justo para ninguno de los dos. Es difícil imaginar que...que algo bueno pueda salir de estoSus palabras quedaron flotando en el aire, y por un momento, Giyuu deseó poder retirar lo dicho. Sentía que había revelado más de lo que quería, y la incomodidad seguía creciendo en su pecho. Kagaya lo miraba con una expresión que era difícil de descifrar, como si estuviera evaluando cada palabra, cada reacción.
— entiendo como te sientes, Giyuu — dijo kagaya finalmente con una voz tranquila pero firme — pero solo estoy cumpliendo con la última voluntad de tus padres. Esto es lo que ellos querían, y es.ls única manera en que tú y Shinobu podrán recibir la gerencia que les corresponde.
Giyuu parpadeó, sorprendido por la revelación, creía que haberse casado con Shinobu por la iglesia solo se unirían las empresas de ambos. Había esperado muchas cosas, pero no esto. El peso de las palabras de kagaya comenzó a asentarse en su mente, y la realidad de la situación lo golpeó con fuerza.
—¿La herencia...?— murmuró más para su mismo que para kagaya
Kagaya asintió manteniendo su mirada fija en Giyuu
— así es. Este matrimonio no solo es una formalidad; es una condición esencial para que ambos puedan acceder a lo que sus padres les dejaron
Giyuu sintió una mezcla de emociones como la frustración, confusión y una creciente sensación de inevitabilidad. Después de un largo momento de silencio, levantó la mirada hacia kagaya y, con un tono serio, sugirió :
— entiendo lo que dice, pero...creo que también debería hablar con kocho. Nosotros no nos llevamos bien, y si soy yo quien le comunica esto, solo va a empeorar las cosas. No quiero que se convierta en otro problema entre nosotros
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Compromiso de Amor
AcakShinobu y Giyuu estaban comprometidos mediante un acuerdo que habían hecho los padres de ambos desde que nacieron, pero ellos no estaban enterados de esta situación hasta que se graduaron de la universidad y que podían llevar adelante las empresas...