Cartas sobre la mesa

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Luego de hablar, ambos acordaron puntos claves.
Para cumplir con las condiciones y recibir la herencia, fingirían ser un matrimonio unido y estable. Decidieron actuar en público como una pareja normal. Sin embargo, en privado, mantendrían la distancia y seguirían sus propias vidas sin interferir demasiado el uno en el otro.

Pero...¿Este acuerdo empezaba desde ahora o desde la boda?

La verdad es que: «eso no lo acordaron»

Ambos fueron a descansar. Shinobu cómodamente en la habitación sobre un dulce y acolchonado colchón y, Giyuu sobre uno de los muebles de la sala...

A la mañana siguiente, a pesar de haber llegado a dicho acuerdo, Giyuu salió temprano de su vivienda.
En el trabajo se la pasó pensativo todo el tiempo. Si ya por si solo su presencia y la expresión seria de su rostro daban cierto temor, ahora verlo con una expresión pensativa; era como si el mundo fuera a terminar.
Así lo creían los empleados. Aunque Giyuu desconocía todo esto.
Los empleados acudieron a Tanjiro al ser el único cercano a este,pero él no supo las razones y aún así se ofreció como ayuda si algo ocurría.

Cuando se disponía a ir hacia la oficina de Giyuu, alguien  lo llamó —¡Tanjiro!— era Sabito quién al verlo gritó su nombre sin importarle que algunas personas voltearon a verlo con disgusto.

De inmediato volteó hacia el llamado. Sabito fue corriendo hasta llegar hacia él —¡Hola Sabito!— saludó alegremente al verlo

Sabito puso una mano sobre el hombro de Tanjiro —¿A dónde vas con algo de prisa ?— preguntó con una sonrisa juguetona

— me dirigía a la oficina de Giyuu

—¿De Giyuu? ¿Acaso pasa algo ? — preguntó preocupado

— no para nada — Tanjiro aclaró de inmediato — solo que...— incluso a él le hacia extraño decirlo — solo que ha estado  muy pensativo durante el día

—¿Pensativo ?

— Sí — afirmó — algunos empleados me pidieron que hablara con él por qué creen que algo está pasando

Mientras Tanjiro hablaba, Sabito asentía comprendiendo todo y luego de darle un golpecito en el hombro le dijo — no te preocupes, hablaré con él ahora mismo

— pero Sabito...— dijo algo tarde, Sabito ya estaba llegando a la oficina.

Cuando llegó por primera vez tocó la puerta pero al no recibir ninguna respuesta entró sin aviso. En efecto, Giyuu se encontraba sentado en su silla con la mano en su quijada muy pensativo que no notó que Sabito había ingresado.

— Giyuu— murmuró — Giyuu — murmuró nuevamente pero seguía sin respuesta. Suspiró pesadamente y se acercó lentamente —¡¡¡Giyuu!!— exclamó golpeando el escritorio haciendo que el azabache saltara debido al susto que le provocó.

—Sa- Sabito ¿Qué haces?— preguntó un poco molesto

—¿Qué, qué hago ? Eso debería preguntartelo a tí ¿En qué tanto piensas ?

Giyuu suspiró evitando la mirada — nada que te importe

— no puedo ser...— Sabito lo miró fijamente — ¿Sabes que eres un inútil cuando intentas ocultar algo ?

— demonios— murmuró con fastidio

— ya dime— hizo una pausa —¿Que ocurre ahora con kocho ?

Giyuu suspiró — kocho y yo...— le costaba hablar, simplemente las palabras no le salían de su garganta — kocho y yo...nos vamos a casar...

Habitó un completo silencio entre ambos por varios minutos. Incluso afuera el ambiente se sintió silencioso.

Compromiso de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora