3. Good luck

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Llevaba una semana trabajando con Kim Taeyeon y no sabía cómo había sobrevivido tanto tiempo

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Llevaba una semana trabajando con Kim Taeyeon y no sabía cómo había sobrevivido tanto tiempo.

La artista la traía de arriba para abajo, cargando cosas, siguiéndola, llevándole agua o comida, ignorando al staff encargado para eso. Al parecer, la rubia tenía la intención de explotarla hasta que ella misma renunciara, pero no lo haría. Entendía su molestia, después de pasar una tarde en el lujoso departamento de Tiffany, entendía porqué mostraba rechazo a los nuevos miembros del staff.

Se encontraba saliendo de su departamento, corriendo rápidamente para alcanzar el autobús en el horario. Se detuvo frente a este, el conductor lanzándole una mirada de empatía y volviendo a abrir la puerta. La latina le regaló una reverencia y una sonrisa antes de pasar su tarjeta de transporte para pagar su pasaje. Caminó hasta el fondo, sentándose en el lugar en el que estaba acostumbrada. Miró su reloj, eran cinco y media de la mañana pero ella debía estar temprano pues Taeyeon le había pedido su ayuda y ____ creía que era una buena oportunidad para hacer amistad con la brusca artista.

Llegó a la empresa, colgando su gafete de su cuello y haciendo una reverencia a la recepcionista. Se encaminó al elevador, donde presionó el botón del piso 3 pues Taeyeon la había citado ahí. —¡Espera, sostén el elevador!—. Una voz conocida y agitada se acercaba. La latina detuvo la puerta del elevador poniendo su mano en el sello gris, que hizo que el elevador se abriera bruscamente. —¿Tiffany unnie?—. La voz extrañada de la menor cuestionó, haciendo una rápida reverencia ante la estadounidense. —Creí que no tenías nada en tu horario hoy.—. La latina murmuró esas palabras, avergonzada de su actitud triste porque la castaña le mintiese. —Se supone que no pero Taengoo me citó en el tercer piso.—. Se encogió de hombros mientras el corazón de la menor latía fuertemente contra su oreja por la ansiedad de la coincidencia.

—Qué extraño, me citó también.—. La voz temblorosa no pasó por desapercibido por Tiffany, quien puso una mano en su hombro para regalarle una sonrisa. —Tranquila, Taengoo suele hacer esas cosas. Es bueno, creo.—. Dijo sonriéndole cariñosamente, mirando su reloj. —Esta noche llegaré tarde a casa pero si no te molesta podemos vernos pasada media noche.—. Dijo la castaña, mirando a la menor con una sonrisa, —no creo que sea buena idea, unnie,—. El timbre del elevador sonó con eco en los oídos de la latina, —el transporte no pasa pasadas las doce.—. Dijo avergonzada bajando del elevador junto a la artista, quien solo se volteó a verla con una sonrisa juguetona, —pues duermes en mi departamento.—. Dijo, soltando una risita que la latina no podría descifrar, antes de dirigirse a la sala de ensayos donde las esperaba Taeyeon.

La mayor abrió la puerta, revelando a una rubia calentando la voz frente al espejo con el ceño fruncido. Esta se acercó a ambas, la mueca aún pegada a su rostro. —Llegaron juntas, ¿vinieron juntas?—. Preguntó, alzando la ceja y viendo a la castaña con un rostro expectante. Esta rió por la sospecha, ahora ella alzando la ceja mientras la comisura de sus labios se alzaba burlonamente. —¿Por qué la pregunta, Taengoo? ¿Celosa?—. El tono de burla llegó a oídos de la bajita como un golpe en el estómago, dejándola sin aire y sin respuesta. Al salir del shock y la molestia, negó con la cabeza, gruñendo un poco molesta. —Iugh, de ninguna manera. Estoy preocupada por lo que esa pueda hacerte.—. Dijo inocentemente, como si no acabase de insultar a la menor.

LA MAQUILLISTA [TAEYEON Y TU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora