Laud

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Hermione descansaba en la tienda de campaña, aburrida de esperar a su esposo aunque siendo sincera consigo misma  no creía que Draco fuera capaz de abstenerse de consumar el matrimonio. siendo razonable no pensaba que lo haría en medio del campo o en una tienda de campaña. Sí, antes la hubo llamado "Astoria" y lo entendía, sobrevivió años en el campo de batalla con la única esperanza de ver a su amada, sin embargo, regresó y esta huyó con el primer rufián qué le endulzaba el oído y algo más.

El sol se había puesto, el crepúsculo naranja iluminaba los cielos y las nubes. Así que se escabulló de la tienda y de las miradas de los soldados, que es estaban curiosos sobre la nueva Duquesa que cuidaría las tierras de Lord Malfoy.
Caminó entre los árboles hasta llegar a un claro donde había un arroyo. Allí, sorprendida, vio una figura masculina de espaldas. Su piel pálida contrastaba con el cabello rubio grisáceo, espalda ancha y fuerte con una cicatriz que cruzaba desde su omóplato hasta donde la espalda perdía el nombre. Hermione sonrojada hasta las orejas se escondió entre los arbustos, sintiendo el calor en sus mejillas y otras partes. Entonces, el hombre giró, y pudo ver sus pectorales húmedos, marcados por más cicatrices. Su rostro brillaba con el agua, y sus ojos grises reflejaban frialdad y seriedad. Era Draco su ahora esposo, y ella no era de piedra, no se explicaba que era ese calor que recorría su cuerpo, era como sentir hambre y desear algo de no sabía como explicar claramente. Las palabras faltaban.

Justo en ese momento, Harry apareció junto a ella, preguntando en surruro con cierto tono de curiosidad:— ¿Qué estamos mirando? Aah, es su esposo, usted puede observar a conciencia, su excelencia.

Hermione, con una sonrisa nerviosa, se excusó rápidamente:— Oh, me he perdido, quería manzanas, No tengo idea de cómo llegué hasta aquí —dijo, mirando a Draco con una mezcla de sorpresa y vergüenza—. Y... bueno, no esperaba encontrarle en... esta situación.

Harry, siempre dispuesto a aligerar la tensión, soltó una risa. — No tiene por qué avergonzarse, Su excelencia. Es su esposo, después de todo —comentó, con una mirada cómplice hacia el desnudo cuerpo de Draco—. Aunque, admito que es un encuentro inusual., le ayudaré a conquistar a su esposo, Excelencia.

Hermione guardó silencio, no es que deseara enamorarlo, después de todo era un matrimonio por conveniencia mutua.

Draco, por su parte, mantuvo su expresión imperturbable, cierto movimiento entre los arbustos lo tenía alerta ante un posible ataque.
Hermione se preguntó qué pensaría él de todo esto si supiera que lo vio. Así que huyo por donde llegó, sería una vergüenza que su esposo supiera todo.

—¿Quién anda ahí? —gritó Draco ya con la espada en la mano.
—Te asustas como si fueras una doncella — Dijo Harry saliendo de los arbustos — Vigilaba que nadie viniera a ultrajarte — Le alcanzó su ropa — Tu esposa merece que llegues entero al lecho nupcial.

—No voy a consumar el matrimonio — Respondió Draco mientra se vestía rápidamente. — Lady Hermione es demasiado para mí, mírame, estoy lleno de cicatrices que dan asco, ella no podría ni tocarme. No deseo asustarla. Lady Hermione es...
Harry puso los ojos en blanco, por lo que observó hace un instante en la mirada de la dama ella ni siquiera había pensado que fuera horrible. — Ahora no es Lady Hermione... No puedes seguir llamarla así.

—Sé que es mi esposa, pero es el trato correcto...

Harry negó con la cabeza otra vez — Es "Su Excelencia" el trato correcto, aunque ella sea una perfecta desconocida para ti, deberías dirigirte a ella por su nombre o decirle "Esposa mía" "mi bella flor" o algo similar. Hay parejas que se conocieron en el altar, y funcionaron, a una mujer debes tratarla como si fuera la reina.

—¿Tú que puedes saber de mujeres, Harry? — Draco lo cuestionó con cierto enojo.
—Mucho más que tú ciertamente, no soy tan idiota para llamar a mi amada por el nombre de su hermana. — soltó  con sorna ante su amigo de infancia — Es mejor que dejes de ser una bestia con ella y así has de evitar las habladurías.

Prometida Sustituta © |DRAMIONE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora