Matrimonio

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Remus Lupin escondido tras una columna de mármol observaba la interacción entre su hija Hermione y Draco Malfoy con una mezcla de cautela y esperanza. Aunque la situación era tensa y llena de incertidumbre, no podía evitar sentir un atisbo de alivio al ver que, a pesar de las circunstancias, ambos jóvenes mostraban signos de respeto mutuo y una posible comprensión.

La intervención de Edward había añadido un toque de ligereza a la conversación, y Remus no pudo evitar sonreír ante la inocencia del niño. Sabía que el camino por delante sería complicado, pero también reconocía la importancia de la alianza que se estaba formando. Si Draco y Hermione podían encontrar un terreno común, tal vez eso significaría un futuro más seguro y estable para todos los involucrados.

En su corazón, Remus deseaba que su hija encontrara la felicidad, incluso en un matrimonio arreglado, y la determinación de su hija le daba esperanzas. Aunque la decisión final la tomaba él, no sabía realmente qué decidir, lo único que tenía claro era que debía evitar un escándalo por el bien del ducado, la interacción entre Draco y Hermione le daba a Remus suficientes razones para considerar seriamente la propuesta de matrimonio. Que Hermione fuera la duquesa de Malfoy, era muy conveniente, fácilmente un nieto o bisnieto podría convertirse en rey si unian sus vidas, aun así no tenía tal ambición.

Remus salió hurtadillas del comedor, con su mente hecha un torbellino de pensamientos y emociones. Se dirigió a los jardines privados, donde sabía que encontraría a su esposa, Nymphadora, cuidando de sus amadas plantas y hierbas.

—Nymphadora —comenzó Remus, su voz revelando la inquietud que sentía—, he estado observando a Hermione y Lord Malfoy. No puedo negar que la unión sería beneficiosa para el ducado, y quizás incluso para el reino, pero...

Nymphadora lo interrumpió con una mirada comprensiva, dejando a un lado sus tareas de jardinería.

—Remus, querido, debemos pensar en lo que es mejor para Hermione —dijo con suavidad—.desde su debut en sociedad has rechazado cuanta proposición ha llegado. Sabes que no hay nadie en toda Escocia que sea más adecuado para ella que Lord Draco Malfoy ahora que él la solicita como esposa, otro apropiado sería el príncipe, más él ya está casado. Conoces a tu hija y es capaz, inteligente y fuerte. Puede manejar un castillo y cuidar de una familia con la misma  facilidad con la que cura nuestras dolencias con sus hierbas.

Remus suspiró, pasando una mano por su cabello canoso.

—Lo sé, pero... me gustaría que se quedara con nosotros, en su hogar —confesó, su corazón de padre hablando más fuerte que su razón.

Nymphadora se acercó a él, tomando sus manos entre las suyas.

— Sinmi padre hubiera pensado como tú, yo seguiría encerrada en casa siendo amargada, no te habría dado cuatro hijos preciosos. Remus, nuestra hija ha tomado su decisión —le recordó—. Es una mujer decidida y valiente, como su madre. No podemos detenerla; solo podemos darle nuestra bendición y apoyarla. Casarla con Lord Draco Malfoy cuanto antes es lo correcto o ¿quieres entregarla a un Weasley? no, ser una vizcondesa no es para ella. Suficiente tenemos con Astoria, no es conveniente bajar de rango ante los ojos del rey.

Remus miró a su esposa, encontrando en sus ojos la misma determinación que había visto en los de Hermione. Con un suspiro resignado, asintió.

—Tienes razón, como siempre, Querida —dijo finalmente—. Prepararemos todo para el matrimonio. Si es la felicidad de Hermione lo que está en juego, entonces no hay nada más importante.
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Los jardines se extendían ante Hermione, un laberinto de senderos y flores que parecían susurros de la naturaleza. A lo lejos, la chaperona vigilaba con ojos agudos, asegurándose de que la joven no se aventurara demasiado lejos. Desde que Hermione había alcanzado la mayoría de edad y se había convertido en una joven casadera, siempre había tenido quien la escoltara. Las normas sociales eran implacables: si una dama era encontrada a solas con un hombre, el matrimonio no tardaría en seguir.

Prometida Sustituta © |DRAMIONE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora