Paso 1: Salvar a Alastor del moscardón baboso que es el primer hombre

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Vale, lo de que el paso uno pueda funcionar ha sido más una feliz y conveniente coincidencia que cualquier otra cosa. En realidad, Lucifer no esperaba que fuera a tener la más mínima oportunidad, para empezar porque tampoco creía que Alastor y Adam fueran a encontrarse. 

(Ni lo deseaba; no le desea un minuto a solas con Adam a nadie. Ni siquiera a su peor enemigo, que era, hasta hace un tiempo, el propio Alastor. Bueno... al parecer ese puesto ha vuelto al abogado de Lilith, el que les llevó el divorcio. ¡¿Cómo es posible que el Infierno tenga separación de bienes?!)

El mundo es un pañuelo.

Así como resumen rápido: le ha prometido a Charlie que intentará llevarse mejor con el demonio de la Radio. Y luego, con el bueno de Husk y un par de copas de vino en vena (un par más de las recomendables, pero es que esto es el Infierno, colegas) es posible que haya admitido que su repentino interés en tender puentes no se deba solo a Charlie. No solo. Puede y solo puede que tenga un crush del tamaño de un pentagrama gigante con ese ciervo del demonio, pero no se le ocurre cómo cortejarle.

"—¿Y cómo conquistaste a tu primera esposa, majestad?

—Pues le quité al idiota de Adam de encima, para empezar. Y después..."

¡Esto ha sido culpa de Husk, claro! ¡Él fue el que le recomendó que hiciera por Alastor lo mismo que por Lilith! Si funcionó una vez, funcionará dos veces, ¿no?

De momento, y una mierda.

Total, que la batalla final contra el Cielo le ha venido de perlas. Y a la vez no, porque la situación es bastante más sangrienta y precaria de lo que se esperaba, está hecho una furia y de no ser por la ira, tendría el estómago constreñido en una bola de pavor y estaría sufriendo un ataque de ansiedad de intensidad nivel: incapacitante. Esta vez la parte de "salvar" es un pelín más literal que las otras veces que le ha robado una víctima a Adam, véase, las dos ex esposas del primer capullo. Porque le consta que Eva también le dio la patada (bien por ella). Y es que resulta que tiene al demonio de la Radio sangrando por un tajo que le cruza el pecho, inconsciente entre sus brazos (¡no es la clase de fantasía que se imaginaba cada vez que ha soñado con abrazarle o volar con él, muchas gracias! Prefiere a Alastor cuando parece que no se va a romper en cachitos, por increíble que suene y por agradable que sea no tener que soportar su parloteo) mientras vuela a toda prisa por encima del campo de batalla. Adam los sigue gritando sus gilipolleces habituales y blandiendo su hacha/guitarra cuando Charlie y Vaggie lo interpelan. ¡Esa es su niña! ¡Su hija! ¡Su hija va a patear el culo del primer hombre! ¡Chupaos esa, ángeles de mierda!

Charlie y Vaggie lo han visto venir, literalmente. Cuando el escudo se rompió y Alastor se enfrentó a Adam, Lucifer supo que algo iba a salir mal, lo sintió en los huesos y se le erizaron las plumas. Llevaba mucho tiempo sin preocuparse así por nadie, desde que se enamoró de Lilith. Y aunque no quiso escuchar esa vocecilla que le gritaba "¡ve a por él!", aunque quiso darle espacio para cumplir con su parte del plan, las cosas han acabado por salir justo como temía. El demonio de la Radio será un Overlord y todo lo que tú quieras pero... no, no pudo enfrentarse al primer hombre solo, y encima desarmado y sin un respaldo fiable. El ángel caído no consiguió llegar a tiempo, pero al menos ha podido sacarlo de allí antes de que Adam le dé el golpe de gracia. Desde el campo de batalla, su hija y la novia de su hija (¿nuera? ¡Tiene una nuera!) vislumbraron el cuerpo pertrechado en rojo en sus brazos, inmóvil en la distancia, los tres pares alas desplegadas y la mirada feroz en los ojos del Rey del Infierno. No les costó deducir el resto.

Poner a salvo a Alastor es relativamente fácil, aunque durante unos horrorosos minutos Adam parece empeñado en darle caza y decapitarlo delante de sus narices. Luego se ensaña con su hija, cosa que es peor todavía, y Lucifer pierde la escasa paciencia que le quedaba. Deja a un inconsciente Alastor resguardado por Angel Dust y Husk, que no creen lo que ven sus ojos, y se lanza de nuevo a la batalla, con motivos más que suficientes como para verter una auténtica cascada de fuego infernal sobre el capullo de Adam. Darle la paliza de su vida y de su muerte a ese cabrón no es precisamente sencillo, pero sí satisfactorio. Y luego perdonarle y humillarle para toda la eternidad... Para una eternidad muy corta. Niffty, que debe haber visto el estado deplorable en el que el primer hombre ha dejado a Alastor, tiene una idea mejor y termina al exterminio a golpe de puñaladas.

Cómo conquistar (cazar) a un ciervo en 5 sencillos pasos [AppleRadio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora