Park
En ciertos momentos –no solo ese día sino desde que se conocían–, cuando intuía que los demás hablaban de ellos a sus espaldas, le incomodaba estar junto a Eleanor. Como cuando la gente del autobús estallaba en risas y Park sabía que se estaban burlando de ellos.
En esos instantes, se planteaba la idea de alejarse de ella.
No pensaba en cortar con ella, nunca había llegado siquiera a considerar la posibilidad, solo... en poner algo de distancia. Recuperar los quince centímetros que los separaban.
Lo consideraba hasta que volvía a verla.
En clase, sentada detrás de pupitre. En el autobús, esperándolo. Leyendo sola en la cafetería.
Cada vez que volvía a verla, desechaba el pensamiento. Cuando la veía, no podía pensar en nada.
Salvo en tocarla.
Salvo en hacer cuanto pudiera o fuera necesario para verla feliz.
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