Yo Si Te Creo

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En muchas ocasiones me he dado cuenta que el destino o Merlín o lo que sea que exista, le gusta ponerme en situaciones muy incómodas. Como la ocasión donde tiraron un vaso de agua justo donde me había sentado y tuve todo el día una mancha en el pantalón que parecía pipí o como la ocasión donde me dieron mi primer beso en un armario.

Ahora estoy en el mismo armario con la misma persona pero sin ningún beso.

- Puedes dejar de chocar tu cabeza con la puerta?

- Lo siento.

Al parecer alguien le metió llave al dichoso armario y ahora tenemos que esperar a que nos abran.

- No volveré a encargar mi varita. Tu no tienes la tuya?

Niego con la cabeza, según recuerdo, mi varita se quedo en la túnica, túnica qué está en la mochila de Neville. Me dejo caer en el suelo, evitando a toda costa su mirada.

- Y como has estado?

Me limitó a hacer una seña 👍, se que si le intento mentir a ella, será imposible ocultarle la verdad. Ella solo me mira frunciendo el seño.

- No entiendo porque me evitas, no te odio y dudo que me odies.

- Intento protegerme.

- Protegerte? De mi?

Niego rápido.

- No lo entenderías.

Ella voltea los ojos y mantiene una mirada irritada. Se siente frente mio mirándome fijamente. Claramente yo solo miro a otro lado.

- Ni siquiera me vas a mirar?

Vuelvo a negar

- Es increíble, estas molesta? Sabes que era lo mejor para las 2.

Mis ojos se llenan de lágrimas. No esperaba afrontar esto tan pronto y menos así. El silencio nos abunda, ninguna habla ni se mira.

- Recuerdas este armario? Aquí nos besamos la primera vez.

Intento retener lo más que puedo las lágrimas, pero ella no ayuda en nada, solo me ve con esos ojos qué tanto me enamoran.

- Me encantaría poder darte otro. - con eso se empieza a acercar a mi, lo que hace que por fin la vea. Mi mirada es la de alguien que parece temer por su vida. - Tan malo sería que te besara ahora?

A unos centímetros de mis labios comienza a tentarme. Con una mano toma mi mejilla acercado mi cara a la suya pero no lo suficiente para besarme.

- Llevo 2 meses queriendo, deseando poder volver a probar esa boquita tan linda que tienes.

Yo sigo sin decir nada, sin moverme, solo logro observar sus labios con el mismo deseo que ella.

- Besame

- Qué?

- Besame - vuelvo a mirar sus ojos qué ahora transmiten más deseo y ansias.

Ella no se mueve, solo me mira.

- Por dios Tania, solo besame.

Sonríe como si le hubiera dicho que había ganado un premio y toma mi cintura desesperada y comienza a besarme.

Yo con la misma desesperación comienzo a aumentar la velocidad y le doy la vuelta para quedar encima de ella.

Tania pasa sus manos a mis caderas y hace que comience a moverme. Comienzan a salir uno que otro suspiros y jadeos de nuestras bocas qué no dejan de besarse.

- Espera - ante su llamado me detengo. - No me odiaras por esto?

- No te odio, tu solo sigue por favor. - digo en casi un jadeo.

Vuelve a sonreír y comienza a quitar mi sudadera y a desabotonar mi camisa.

- Qué bonita te ves solo en sostén, pero te verías mejor sin el - En un parpadeo ya me lo había quitado, dejando al descubierto mis pechos. Sus ojor reflejan un incontenible deseo. Comienza a dejar un camino de besos, comenzando desde mi cuello hasta mi parte descubierta.

El armario se vuelve un mar de jadeos y gemidos de mi parte. Ella se separa de mi pecho y vuelve a mi boca. Yo empiezo a imitarla, quitando su suéter y a desabotonar su camisa, la cual no se quita por completo, dejando la misma parte desnuda, la diferencia es que yo voy más allá y comienzo a bajar hacia su falda, levantando un poco dejando ver su ropa interior.

- Qué haces Marrison?

- Callate y disfruta.

Mis dedos se posan en su muslo mientras beso su cuello. En mi oído resuenan los sonidos tan placenteros qué salían de su boca. Cada vez iba subiendo más hasta encontrarme su ropa interior y haciéndola a un lado para dar paso a mis dedos.

- No pares.

Mis movimientos comienzan a ser más rápidos mientras que mi boca hace lo mismo que ella unos minutos atrás. Su cuerpo parece retorcerse de placer. Parece haber llegado al climax, así que me detengo.

- A donde vas Samay? Planeas dejarme aquí como si fuera tu amante?

- Necesitamos vestirnos si es que alguien llega y abre la puerta.

Claramente eso no pasó en algunos minutos, pero volver a esa pasión sería peligroso.

Ambas nos vestimos y volvemos a nuestra situación inicial. Una sentada frente a la otra.

- Eso fue intenso.

- Si, demasiado.

- Creí que estabas molesta conmigo, en serio necesito saber el por que me evitas?

- Bueno, tenía miedo a que si intentaba hablar contigo terminaríamos pues... Así.

- No te gustó?

- No es eso, simplemente creo que tenía miedo no tener tanta resistencia para no besarte.

- Siéntete tranquila, yo te bese a ti.

Suelto una pequeña risa que comienza a volverse un sollozo y un llanto incontenible.

- Sam, Sam, que sucede??

- Atacaron a mis papás, he vivido con los Longbottom desde que volvimos a Londres. Mi casa está en ruinas y mi mente parece que va a colapsar y te he tenido que evitarte porque eres de las pocas a las que no le puedo mentir. Te he extrañado como no tienes una idea y me siento tan vulnerable a tu lado que me dio miedo.

- Linda, yo siempre voy a estar aquí para ti, independientemente de lo que paso los últimos meses que estuvimos juntas, te amo y me preocupas. De todas las flores, tu eres mi favorita.

- Lo siento, lo siento, lo siento.

Ella se acerca a abrazarme, acaricia mi cabello y me recarga en su pecho.

- No te disculpes bonita, has pasado muchas cosas en muy poco tiempo, esta bien no estar bien. Hasta el árbol más bello pierde sus hojas en invierno, pero vuelve a florecer en primavera.

- En serio te extraño.

- Yo igual.

Hace una pausa un poco larga y parece tomar valor.

- Sammy, debo decirte algo - capta mi atención que en cuanto la veo ella se pone nerviosa. - Yo....

- Aquí estas, estuve buscándote por todos lados. Te perdiste la clase de defensa contra las artes oscuras. - La puerta se abre dejando hablar a mi amiga Hanna, la que no se había dado cuenta de la presencia de Tania.

- Oh, hola Hanna.

- Hola Tania, como estas? Interrumpo algo?

- No, nada, yo debo irme.

Tania se va casi corriendo mientras yo solo me quedo sentada en el suelo.

- Ya volvieron?

- No, vámonos.

Toda la tarde me quedo pensando en lo que me dijo Tania y en lo que paso antes de esa platica.

Será mejor que si tome la poción antes de seguir pensando.

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