2018
—Abran la reja —ordena uno de los guardias. —Señorita mantenga una distancia prudente como le informamos, recientemente él ha estado en tratamiento, no sabemos como pueda reaccionar —reitera.
—No se preocupe, si se empieza a alterar me marcharé de inmediato —Lo tranquilizo.
Me guía por un pasillo gris que me genera un poco de claustrofobia y algunos minutos después llegamos a una sala de un similar color gris con pequeñas ventanas rectangulares en lo más alto de las paredes, mi vista recorre toda la sala hasta posarse en los únicos objetos; una mesa y un par de sillas vacías.
Tomo asiento y espero, que esté tardando tanto, me pone nerviosa, en mi mente he imaginado este momento una y otra vez, planificando palabra a palabra lo que debo decir, pero nada de eso pasará si él se niega a verme.
Nada de esto tenía que pasar, las cosas no tenían que acabar de esta manera si tan solo hubiera recuperado mis recuerdos antes, si tan solo me hubiera dado cuenta a tiempo del peso que él tenía sobre sus hombros todo lo que pasó después pudo haberse evitado incluso todo por lo que ha tenido que pasar. Pero en ese tiempo yo era otra persona viviendo otra vida. Aunque estaba todo el tiempo frente a mis ojos, no pude verlo.
El sonido de la puerta me saca de mis pensamientos y lo veo entrar, ¿Cómo no lo vi antes? Gabriel y Eric son la misma persona, incluso son físicamente idénticos, pero esta vez lo veré, me encargaré de grabarlo a fuego en mi memoria.
En estos años ha cambiado un poco, su cabello está más corto y sus facciones se ven endurecidas. Camina en dirección a la silla y se sienta junto frente a mí todo esto bajo mi atenta mirada.
—¿Cómo te atreves a venir aquí? —Sus duras palabras atraviesan mis tímpanos como cuchillos. Tanto tiempo sin escuchar esa voz.
—Lo recordé todo —confieso —Lamento haber tardado tanto—
—Eso no cambia nada, márchate —dice con odio.
Lo entiendo, sé por qué no me quiere aquí, pero aun así sus palabras me hieren, respiro profundo, tengo que hacer que él me escuche.
—Soy yo, realmente lo soy, es tu oportunidad para saber lo que pasó, ¿quieres que me vaya sin preguntar nada? —
—Ya no importa —Su rostro cambia de forma drástica.
Veo las grietas en su armadura, su lucha interna. Aun así se levanta haciéndole una señal al guardia para que se lo lleven.
Pongo sobre la mesa la carpeta que hasta el momento descansaba sobre mis piernas.
—Traigo pruebas de lo que realmente pasó en ese entonces, si no quieres verlas me iré, pero nunca sabrás lo que pasó —Gabriel vuelve a sentarse, su atención se va a la carpeta.
—¿Qué es esto? ¿No te cansas de hacerme daño? —cuestiona.
—Ábrela —Deslizó la carpeta hasta sus manos.
No cometeré más errores, esta vez él tiene que saber toda la verdad, porque ya no quiero seguir siendo esa persona que conoció en 1955 ni esa con la que se reencontró en 2012, aquel año terrible, si tan solo hubiera sabido en ese momento lo que sé ahora
Al recordar como era en ese entonces me siento tan estúpida.
Hola.
Te doy la bienvenida a esta historia, espero la disfrutes, a partir de este momento voy a estar subiendo 3 capítulos semanales.
Gracias por leer.
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Sueño Escarlata
General FictionA veces aquellos en los que más confiamos nos traicionan. Es algo que Eric sabe muy bien, pues ese día murió tres veces, primero murió su corazón, se rompió. Después, justo antes de que su cuerpo tocara el suelo, murió su espíritu, perdió toda esper...