Una semana después
Sábado 8:00 07-01-2012
—Ana llevas muchas cosas, ¿segura que necesitas todo esto? —pregunto a mi amiga mientras llevamos algunas cajas hasta el auto de Santiago que está en la entrada del edificio.
—Llevo todas mis cosas porque no pienso volver —dice con una sonrisa.
Ana se muda hoy, aunque no me agrada la idea, se nota que está tan feliz que ya no puedo decir nada para impedir que se vaya. Aun cuando ella ha tenido mala suerte en el amor, ya lo superó, como quisiera ser como mi amiga, yo no puedo superar que las personas me engañen, es simple, no sé perdonar, vivo atada en el pasado y dejo que me siga atormentando.
Terminamos de subir todo al auto y aquí estoy yo tratando de despedirme de mi mejor amiga, mi hermana, sin hacer de esto un completo drama.
—Ana, sabes que la mitad del departamento es tuyo, puedes hacer uso de él cuando quieras —digo con la esperanza de que regrese pronto.
Sonrió tratando de que no parezca una mueca; demonios, esto es muy difícil, me acostumbre a tener a mi mejor amiga cerca.
—Te voy a extrañar demasiado —digo y la abrazo, la verdad no quiero dejarla ir.
—Vamos, Elena, ni que me fuera a otro país. Estaré a media hora de aquí, no empieces a llorar por el amor a dios, no me hagas esto más difícil, yo también te voy a extrañar —me da un fuerte abrazo y empieza a llorar —Lena, trata de no morir mientras no estoy —dice con sus ojos húmedos mientras se separaba de mí.
—Cuídate mucho —le digo a mi amiga —Cuídala mucho, estoy confiando en que la amas —le digo a Santiago como si yo fuera la madre de Ana.
Observo como se marchan mientras y como ahora estoy de verdad sola.
Regreso al departamento pensando en el momento que decidimos comprarlo, el lugar perfecto en un piso 14, dos habitaciones, una sala, la cocina, un pequeño cuarto para lavandería y lo más hermoso de todo, un pequeño balcón con una vista increíble.
Lo malo es que el baño está en una de las habitaciones, por eso decidimos compartir la habitación. Tiene el espacio suficiente para poner dos camas, la otra habitación es como una combinación entre un guardarropa y un depósito.
Entro a la habitación y esta medio vacía, es muy triste.
Esto se siente peor que una ruptura amorosa, necesito despejar mi mente. El lunes vuelvo al trabajo, así que hoy en la noche iré a divertirme con Tina y Kat.
20:30
Las chicas pasarán por mí en un rato, me veo en el espejo del armario, llevó un vestido negro ceñido con un gran escote en la espalda, mi cabello negro suelto y un maquillaje que resalta mis ojos grises.
Salgo y voy al ascensor, presiono el botón de planta baja, es un descenso rápido porque nadie más pide el ascensor. Cuando se abre la puerta voy rápido a la puerta doble hoja de cristal y el auto de Tina está al frente, ya me esperaban —mierda —creo que las hice esperar.
Como pensé, Kat me lanza una mirada filosa, mientras Tina saluda con cariño al tiempo que abro la puerta de atrás. Será raro una noche de chicas sin Ana, pero es su primer día viviendo con Santiago, deben estar completamente acaramelados.
Me voy a divertir antes de que inicie mi tortura de trabajar y estudiar sin descanso.
—Siento la demora, no me di cuenta de la hora —digo en el mejor tono de disculpa que puedo hacer —Vamos amiga, no te enojes, sé que odias que te hagan esperar, pero solo fueron unos minutos —añado Kat me lanza una mirada asesina.
—Ok, ok señorita tardanza, pero siempre llegas tarde. Tú fuiste la que eligió la hora y llegas 20 minutos tarde. Eres de lo peor —dice Kat y creo que tiene razón.
—Lo siento. ¿Me perdonas? —digo poniendo cara de perrito abandonado que no tarda en surtir efecto, el enojo abandona los ojos de Kat y Tina suelta una sonora carcajada.
—Está bien, te perdono, pero que no vuelva a pasar —dice Kat.
Llegamos a un club. Sobre la entrada en letras de neón se lee S&S ya he estado en este lugar antes, es un buen lugar, música a todo volumen, gente linda bailando y llenando su sistema de alcohol como si no hubiese un mañana, algunas mesas distribuidas por todo el lugar, los empleados se ven muy bien llevan poca ropa las mujeres en una especie de leggins negros muy ajustados y top. Los hombres en vaqueros muy sexy y sin camisa.
Al entrar Tina se topa con uno de sus muchos amigos, en esos saludos suele perder hasta más de media hora. Kat camina a mi lado hacia una mesa, al sentarnos un hombre que se ve de mi edad, tal vez un poco mayor, nos atiende su torso desnudo, se ve wow, me distrae.
—¿Qué van a ordenar las señoritas? —pregunta, mi amiga lo ve como si se lo quisiera comer y supongo que yo tengo la misma mirada.
—Un trago de ti —dice Kat con un tono divertido.
—Yo no estoy en el menú, pero podríamos arreglarlo —dice el mesero con complicidad.
—Dos Vodka por favor —digo amable, rompiendo la atmosfera.
—Enseguida se los traigo —dice el mesero y va hacia la barra.
—Es lindo, ¿no? —digo para molestar a Kat.
—Sí, me parece lindo —responde con una risita.
—Yo no tengo suerte con los hombres, incluso si intento ligar con él seguro me dice que es gay —digo medio en broma, medio en serio.
—Lo voy a intentar —dice Kat.
Y no tiene que dar más explicaciones. Esto pueda salir bien o hacer que nos echen del local.
El mesero regresa, trae una bandeja con nuestros tragos, me voy a divertir viendo como la señorita Katherine Heel hace su magia.
—Gracias —digo sonriendo cuando me entrega mi vaso.
—Cariño, ¿qué opinas en tener una aventura de una noche? —pregunta Kat, yo la veo divertida, y el mesero que ya está cerca se acerca aún más.
—Es interesante —dice siguiéndole el rollo.
—¿Y qué te parece si tenemos una aventura tú y yo? —ahí está la pregunta.
Es muy divertido ver a Kat intentando ligar. Es posible que el chico salga corriendo o caiga en su juego, pero en fin es un verdadero espectáculo, ella y Tina no se cohíben ante nada, pero Kat nunca tiene nada serio con nadie.
—Me parece bien —dice el mesero sonriendo.
Al cabo de un rato Tina se nos une, a medida que avanza la noche el volumen de la música sube hasta que ya nos resulta muy difícil hablar, bailamos, y tomamos, aunque las bebidas de Tina son sin alcohol porque tiene que llevarnos a casa.
Ya cerca de las 2 AM Kat realmente se va con el mesero y Tina me lleva a mi departamento, tome bastante, todo me da vueltas, ella me deja en la entrada y se marcha.
Como pude llego al departamento, antes de ir a la cama me doy una ducha. Solo alcanzo a secarme cuando ya estoy casi dormida entro a la cama. Observo la otra cama vacía con esa conocida sensación oprimiendo mi pecho, no sé estar sola.
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Sueño Escarlata
Ficción GeneralA veces aquellos en los que más confiamos nos traicionan. Es algo que Eric sabe muy bien, pues ese día murió tres veces, primero murió su corazón, se rompió. Después, justo antes de que su cuerpo tocara el suelo, murió su espíritu, perdió toda esper...