— ¡Oh! Llegaste. Pasa.
Hongjoong no evita al sonrisa y Seonghwa se da cuenta de la forma en que sus ojos se dilatan. De forma tan seria que duda que pueda ver algo. Toma una última calada antes de aplastar el cigarro y levantarse de su lugar. Lleva puesto un pantalón alto, ceñido a su cintura, una camisa de botones medio abierta, permitiendo ver la separación de sus senos; el cabello con una diadema negra y las uñas pintadas de rojo. Son largas, parecen garras elegantes.
Avanza con paso tembloroso hasta la mesa donde hay varios dulces, sentándose en una de las silla y viendo a Seonghwa fijamente. La mujer suelta el humo y cruza la pierna una vez sentada.
—Tengo curiosidad ¿Toda esa carta estaba en tu cabeza esa noche? —cuestiona Seonghwa y Hongjoong asiente, atontado. Jamás había tenido a una persona así de idiotizada por ella y es...
Entre extraño, fascinante, escalofriante y maravilloso. La nota final es que la excita este nivel de adoración. Solo lo ha visto en hombres hacia sus herederos y los creyentes estando en misa, recibiendo sermones de los curas oradores.
—Que cabeza tan poética tienes. —bromea Seonghwa.
—L-lo siento sí... incomode... es que estaba muy feliz. —dice Hongjoong riendo torpe. Seonghwa se sirve vino y también a Hongjoong.
— ¿Estas feliz ahora?
—Más que nunca.
Seonghwa se ríe.
—Que niño tan adorable eres—ronronea tomando al copa con vino—. No seas tímido. Puedes beber.
Aunque espera algo, Hongjoong permanece rígido y quieto en su sitio. Se limpia las comisuras de los labios con el dedo e inclina hacia adelante.
— ¿Ahora tienes miedo de mirarme?
Hongjoong sigue con la mirada en la copa de vino. Temblando sin control y con el sudor empezado a salir de su piel. Respira leve, uno a uno por la boca; Seonghwa manteniendo una pícara sonrisa en los labios.
Se levanta de su sitio y Hongjoong contiene el aire, tendiéndola junto a el. Seonghwa desliza la mano por la mejilla juvenil y lo hace girar la cabeza. Los ojos dilatados y encandilados de Hongjoong ahora fijos en ella. Su sonrisa amplia, risitas que se escapan y ritmo cardíaco acelerado.
—No tendré ningún problema en vernos, si me miras de esta forma, Hongjoong—musita en un hilo de voz. Frota su pulgar en la mejilla de Hongjoong. Una delicada y tierna caricias—. Si lo que dices en tu carta es real, demuéstramelo. Demuestra que ves en mí una diosa.
—Eres una diosa. —dice Hongjoong. Un tonto balbuceo de maravilla.
Seonghwa lo acerca y besa en la mejilla. Sus labios presionados en la piel esponjosa y Hongjoong gimiendo. Seonghwa jadea cerca de la piel tibia
—Nos llevaremos muy bien, cariño.
┈
—Soy Mingi, uno de los guardaespaldas personales de la Señora Park—se presenta el hombre de traje—. Se me dijo que cada vez que ella quiera, debo ir a buscarlo y traerlo aquí. En caso de que no venga yo, está él. Es Jongho.
El hombre apenas hace un gesto, entretenido en armar un arma pequeña.
—Está bien—Hongjoong fue puesto en una pequeña sala. No ha podido dejar de ver el cuadro en la pared. Una pintura a un poema de Coleridge—. La señora, ella está sola ¿Cierto? No tiene esposo y lidera ella.
—En efecto...
Mingi lo mira con sospecha. Tiene el deber de informar cualquier cosa que hable con él. Es la tercera vez en la vida que tiene que mantener esta clase de vigilancia. Los primeros fueron Wooyoung y Yeosang. Quienes estarán cerca de Seonghwa no pueden ser como los demás hombres en el medio. Deben ser...
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Stendhal Syndrome || SeongJoong
FanfictionSu corazón se acelera, su cuerpo suda, su sonrisa surge y su mente se detiene. Park Seong-Hwa es tan hermosa como una diosa y Hongjoong, su más fiel y devoto creyente. 50's Mafia!AU Pairing: SeongJoong [Fem!Park Seong-Hwa x Kim Hong-Joong] Advertenc...