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Tomé la valentía de asomarme a la ventana de la choza, quería ver si lograba ver algo; estaba angustiado, muy asustado.

Extraño a mi amor, pero algo en mi corazón decía que él estaba bien, ileso y que volvería por mí.

Mi lobo se sentía bastante feliz últimamente, más tranquilo, ronroneando siempre. Ahora estaba asustado, pero estaba confiados de que Jungkook vendría.
Lo ví a lo lejos, venía con Namjoon y Yoongi.

Lo único que pude hacer fue salir corriendo hacia él, corrí lo más que pude y salté sobre él, me abracé a su cuello como si mi vida dependiera de aquello. Aspiré su olor directamente desde su glándula de olor, delicioso, como siempre.

— Volviste, Alfa.

Me sujetó fuertemente de la cintura y su otra mano acarició mi cabello. — Nunca te dejaría, mi amor, jamás.

Solo pude alzar la mirada, verlo. Hacia su hermoso rostro y lo besé, sujeté sus labios y él los mío.

Es como si estuviera pidiendo permiso para entrar a mi boca y yo solo accedí, le dí el paso, solo sentí como si no lo hubiera visto desde hace mil años, lo quería conmigo. Ahora solo quiero tener a mi Alfa conmigo y que jamás se despegue de mi.

Nos separamos con un hilo de saliva uniendo nuestras bocas, me miró con sus hermosos ojos y juntó nuestras frentes. — No sé que hubiera pasado si no lograbas escapar del maldito de Bogum, si te hubiera llevado. Ahora está muerto, no podrá hacerte daño.

— Estoy aquí contigo ahora, eso es lo que importa, Alfa mío. — dije mientras acariciaba su mentón.

— Taehyung, el maldito de Bogum mencionó a tu padre, al Maideh Heejong, y-yo...

— Tranquilo, Alfa, ese hombre ahora murió, pagó todos sus errores e iniquidades. Ya no le volverá a hacer daño a nadie. — acariciaba sus cabellos azabaches. — Mis padres no pudieron salir ilesos de sus garras, pero tú y yo estamos aquí ahora.

— Vengué al feleség Heejong, por ti y por su memoria lo maté. — me abrazó contra su pecho mientras hablaba, yo podía llorar en cualquier momento. — Me hubiera encantado conocerlo, dicen que eres igual a él, Omega.

— Estaré siempre agradecido por eso, amor. Y sí, mi padre dice que verme a mí es verlo a él.

Nos miramos por unos segundos y luego entramos a la choza, todos estaban dentro, Jungkook y yo nos fuimos no sin antes despedirnos y dar las gracias, definitivamente yo estaba muy agradecido con todos los que hicieron que Bogum se fuera, por el apoyo pero estoy más agradecido con Jin, Jimin y sus Alfas.

Jungkook me cargó al estilo nupcial de regreso a casa, estaba más sobreprotector de lo normal y era entendible; como lo amo.

Entramos y todo estaba como lo habíamos dejado, limpio, organizado y silencioso.
A veces pienso que le hace falta un poco de ruido a la choza, una chispa a mi vida y complementar mi amor por Jungkook.

Nos sentamos en las cálidas mantas y antes de que yo pudiera decir algo él tomó mis manos y las besó, su mirada está puesta en mí.

— Sé que desde un principio no he sido el mejor Alfa, cometí muchísimos errores en contra de tu persona, pero ahora quiero enmedarlos, hacer que me ames cada día más.

— Alfa, yo ya te amo demasiado, con mi vida.

— Agradezco eso, mi amor, pero siento en mi corazón que no me va a alcanzar la vida para arreglar todo lo que hice desde un inicio, mi comportamiento fue inaceptable, merezco la muerte. — ví sus ojos llorosos a punto de escapar una lágrima. — Ahora es un nuevo comienzo, mi amor, para amarnos, para cuidarte y protegerte hasta el fin de mi vida. Soy el Alfa más feliz y afortunado de tenerte a mi lado, tengo al mejor Omega de todos.

Yo solo pude mirarlo, sus palabras hermosas y sinceras, él me ama, ama todo de mi y estoy tan enamorado como él lo está de mi.

Me acercó a él y juntó nuestras frentes con mucho amor. — Ahora no solo seremos tú y yo, ahora todo es distinto y prometo cuidar de ambos porque mi vida depende de ello. — me miró a los ojos con ternura en sus ojos y soltó más lágrimas. — Estás embarazado, mi amor, mi lobo lo sintió, al príncipe pensé que era paranoia, pero Hyebin me lo ha confirmado. Vamos a tener un cachorro tan hermoso como tú.

Mi corazón sintió una felicidad inmensa, mi lobo saltó contento lleno de gozo. Me abalancé sobre mi Alfa y lo besé.

Me separé y lo miré serio. — Jungkook, amor, dime que no es una broma, por favor.

Negó y lloré, pero de alegría como nunca antes. Recibir esa noticia fue la mejor de todas, ahora ya no seremos solo dos, habrá una hermosa risa llenando toda la choza y nuestras vidas, regando amor puro.

la ley del corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora