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Por un momento casi olvido el lugar dónde queda la choza mayor de Urkan.
Pero de repente recordé la ubicación gracias a la emoción que sentí por Taehyung.

Por fin llegamos a Urkan, estaba dispuesto a matar a quien fuera con tal de llevarme a Taehyung, buscaré la forma de llevármelo sea como sea.

Dije a mis hombres que se quedaran en la entrada de la tribu. Yo iría por Taehyung y como sé perfectamente que estaría solo como siempre sería muchísimo más fácil.

Caminé todo el trayecto hacia la choza, no había nadie que no hiciera reverencia ante mí, podía ver a lo lejos en el campo de entrenamiento a los guardias y a las líneas haciendo sus respectivo ejercicios.

Sin siquiera tocar la puerta entré y el aroma a vainilla y jazmín llegó a mi nariz, simplemente delicioso.

Lo ví, estaba sentado de espaldas frente al espejo, peinando sus hermosos cabellos dorados. Estoy tan enamorado, o obsesionado. No lo sé, lo único que sé con certeza es que necesito a Taehyung conmigo, lo que pasó en el pasado no volverá a suceder, ésta vez saldrá bien.

Heejong se me había escapado de las manos, su muerte fue un dolor que tuve que aprender a sobrellevar. Pero la diosa Luna me había dado una nueva oportunidad, con Taehyung, no se me iba a escapar.

— Que hermoso te ves desde la última vez que te ví... — Se sobresaltó en su asiento y me miró. — Vine como lo prometí, para llevarte conmigo.

Se alejó dos pasos hacia atrás, estaba desconcertado. — ¿P-para irme contigo?
Líder Bogum, no, eso no. Usted y yo somos amigos conocidos.

— Serás mi Omega, Taehyung. Cómo siempre lo hemos querido, mi amor. Dejaras ésta horrenda tribu y serás mío.

— Jamás, Jungkook es mi Alfa, soy de él y él mío. No me iré con usted, no sé porqué pensó que yo sentía lo mismo. — Pude ver determinación con un poco de miedo en sus ojos.

Me acerqué a él y lo cargué en mi hombro como si fuera un costal, no iba a dejarlo así el estuviera en desacuerdo.

— ¡SUELTAME!, LE EXIJO QUE ME SUELTE.

— Vendrás conmigo Taehyung, quieras o no. — Mientras el forcejeaba por soltarse de mi agarre, tomé el camino por detrás de las huertas para llegar donde estaban mis hombres.

Dije claramente que me esperaran primero en la entrada de Urkan, y luego se desplazaran bosque adentro para que nadie notara nada extraño.

Al llegar a la entrada del bosque pude divisar a mis hombres a lo lejos; había un montón de hojas secas y ahí arrojé el cuerpo de Taehyung.

— No dejaré que vuelva a suceder, Tae. Serás mío, me darás cachorros y seremos felices por siempre, mi amor, por fin te tengo conmigo. — Taehyung se levantó, lo tomé del brazo y lo acorralé en el árbol que estaba en frente de nosotros.

— Por fin éstas conmigo, sé que tuve que tomar medidas drásticas para tenerte y terminaste perdiendo tu hermosa vida, pero la diosa Luna nos dió una oportunidad para amarnos, mi Heejong.

— ¿H-heejong?, ¿mamá?

— Tu madre, Taehyung, fue el amor de mi vida, pero esa noche tuve que tomar una desición bastante difícil para mí. El maldito de GongYoo perdió y yo también, pero ahora podemos amarnos, mi amor, ahora seremos felices.

— Tú, fuiste tú el Alfa que armó la guerra esa vez en Irea. T-tú asesinaste a mi madre, la mataste. ¡ME LA QUITASTE! — dijo llorando, me dolía.

— Ahora seremos felices, mi amor, lo prometo, nada ni nadie podrá separarnos. Ahora sí podremos ser felices, mi Heejong.

— ¿De qué hablas?, mis padres de amaban, eran felices.

— Sí, no lo niego, Heejong amaba con su alma a GongYoo. Pero cuando lo ví en aquella reunión de manadas no pude evitarlo, lo quería como Omega.

— Yo no soy mi madre, yo no soy Heejong. ¡SUELTAME!

— No forcejees más, mi amor. Eres mío ahora.

No me dí cuenta cuando Taehyung me golpeó en la entrepierna, salió corriendo de vuelta a la tribu. Maldita sea, me golpeó demasiado fuerte.

¡Ahora, a Urkan, traigan a Taehyung! — Dije a mis hombres para salir de nuevo a la tribu en busca de Taehyung.

No lo iba a dejar escapar.

⋅•⋅⊰∙∘☽༓☾∘∙⊱⋅•⋅

Maldición, ¿Me había dejado?
Fuí a la choza al terminar mi entrenamiento y no lo encontré ahí. Salí para buscarlo, y aún nada.

Hasta que me encontré con los encargados de las huertas. Me habían dicho que Bogum había venido, pero eso no era posible. ¿Taehyung se fue con él?

Me abandonó, pero necesitaba respuestas. Iba a mover mar y tierra para encontrar a Taehyung. Iba a llamar a mis hombres cuando lo ví correr hacia mi, mi lobo estaba enojado, pero estaba feliz también por verlo.

Venía corriendo tan rápido que se tropezó y cayó a mis pies, lo ayudé a levantarse y entonces habló.

Estaba llorando, asustado. Mi ira estaba hirviendo. — A-alfa.

— Omega, ¿Qué sucedió, amor?

— El L-lider Bogum, intentó llevarme con él, ayúdame Alfa. No quiero que me lleve, por favor. — dijo entre sollozos.

Maldito todo aquel que hiciera llorar a mi Omega.

— Ve con Seokjin y Jimin, a la choza, no salgas, amor.

Ví como salió corriendo hacia los dos Omegas, Namjoon, Yoongi y Hoseok estaban preparados con todos los demás hombres.

Iba a pelear por Taehyung, el maldito de Bogum me las iba a pagar por hacerlo llorar. Si guerra quería, eso le iba a dar.

Por él soy capaz de cualquier cosa, y ahora, me haré matar si es necesario. Ganaré y cuidaré de él en todo momento.

Hyebin estaba saliendo y la ví.

— Tienes que ganar, Jungkook, Taehyung está en cinta. — dijo para luego irse y diciéndole a todos que se resguardaran en las chozas.

Lo ví llegar con sus hombres, Bogum creía que se iba a llevar a Taehyung y a mí cachorro.

Mi Omega está en cinta, voy a ser papá. Por eso tenía que ganar, ahora mismo demostraré que nadie puede pasar por encima de mí...

la ley del corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora