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Su lobo tenía el orgullo por el suelo, no sabía que hacer con exactitud y por eso fue a la choza del curandero.
Un Alfa de edad avanzada, con mucho conocimiento y pensamientos diferentes.

Caminaba de un lado a otro mientras que el mayor sostenía un candelabro con especias que soltaban su humo aromático. Necesitaba un consejo para saber cómo actuar con su Omega.

- Jungkook, Alfa líder. Deja tu angustia, he podido notar que es algo bastante preocupante. - dijo el viejo curandero.

Jungkook se detuvo y se sentó en los almohadones justo en frente del otro Alfa.

- Maestro, ¿Qué se supone que debo hacer ahora con este Omega?

El viejo Alfa levantó la cabeza y lo miró por unos segundos antes de responderle.

- Mano dura... Eso es lo que necesita ese Omega. - dijo con sus ojos puestos en Jungkook - Si te muestras dócil ante él lo único que conseguirás será traición. Lo único que conseguirás sea que juegue contigo. Y no queremos eso, ¿Verdad?

Jungkook se tensó... Tenía razón, debía hacer de Taehyung un Omega supremamente sumiso. No iba a dejarse rebajar, él era el Alfa de Alfas, el más fuerte y grande.

- ¿Cómo debo hacer eso, maestro, cómo debo hacer que me respete? - preguntó Jungkook con el ceño fruncido.

El maestro se levantó y camino por la choza hasta llegar a la ventana.
Tomó una flor y la arrugó en su mano...

- Demustrale quién manda, Jungkook. No dejes que se agrande. Mantenlo al margen.
Si te falta el respeto lo que debes hacer es darle un escarmiento, reprendelo. Hasta que en su cabeza se quede que es un Omega, que no puede faltarte al respeto. Hazlo hasta que aprenda, no te arrepentirás de hacerlo. - dijo el maestro acercándose a Jungkook con paciencia.

- Extiende la mano, Jungkook. - entregó al Alfa líder la flor aplastada. - Los Omegas sirven, y nada más. Así quedarán, pero servirá. Ya verás, no dejes que se agrande. Cada que necesites mi ayuda, ven conmigo. Ahora ve y enséñale a ese Omega quién manda.

- Gracias, gran maestro. - Jungkook reverenció y se marchó en busca de Taehyung.

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Taehyung se encontraba acomodando las flores que había recolectado para llevarlas a la choza, quería darle un detalle para mostrarle a su Alfa lo arrepentido que estaba por haberle dicho aquellas palabras hirientes. Pensaba que podían hablar y llevar las cosas en paz hasta que el amor surgiera en ellos. Eso pensaba...

Jungkook entró a la choza.

- Jungkook que bueno que llegas, yo estaba... - el Omega no alcanzó a terminar por la interrupción de Jungkook.

- ¿Para qué?, ¿Para insultar mi imagen y herirme? - dijo Jungkook tomándolo por el brazo.

- Jungkook me estás lastimando y-yo lo sien...

Solo retumbó el sonido de una bofetada, en seco. Taehyung cayó al suelo y lágrimas gruesas comenzaron a bajar por sus mejillas. Jungkook lo tomó por el cabello y lo alzó.

- ¿Qué querías? ¿Que me dejara humillar por ti? Déjame decirte que estás demasiado lejos, Omega. Me causa gracia tu osadía. - dijo Jungkook arrojado el cuerpo de Taehyung a las mantas. - ¿Qué es esta porquería?, ¿Flores?

- Son para ti...

Jungkook tomó las flores y las arrugó con sus manos, y las lanzó al suelo.

- No me voy a dejar, aprenderás a comportarte sea como sea. - dijo el Alfa líder para salir por fin se la choza.

Taehyung tomó las flores, y se acurrucó en las mantas. Lloró desconsoladamente, sintiéndose solo y culpable, no pensó que "su Alfa" pudiera ponerle una mano encima. Lloró hasta quedarse dormido, para así olvidar...

Jungkook se dirigió hasta la choza del harem, estaba dispuesto a buscar a Mingyu, pero también a SeongHwa.

- Los dos, los quiero sin vestido y bien perfumados en las colchas. - dijo Jungkook caminando hacia ellos dos que se encontraban tejiendo. - ¡PERO YA! ¡YA MISMO, AHORA!

Al oír la voz de mando del Alfa líder, ambos omegas salieron despavoridos a cumplir sus órdenes.

Los Omegas estaban sentados en las colchas cuando Jungkook entró. Se dirigió a ellos y los acarició a ambos.

- Quitenme la ropa, estoy tan estresado. Sé que darán lo mejor de ustedes, ¿Verdad?

- Sí, Alfa, lo haremos sentir bien. - dijeron ambos Omegas al unísono.

Lo que ignoraba era la presencia de un Omega quién veía la situación con su corazón arrugado de dolor. Había decidido levantarse y buscar a Jungkook para arreglar las cosas y hablar, pero nunca imaginó verlo así, en ese momento solo pudo correr.

Jungkook levantó su mirada al sentir unas feromonas agrias con olor a vainilla y jazmín. No tomó importancia de eso y siguió en lo suyo.

A partir de ahora, las cosas cambiarían. Lo único que no sabían era si serían para bien o para mal...









































Estoy considerando en eliminar la historia

Tal vez nos leamos después...

- 𖦁 hobiijeon

la ley del corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora