Annie y Clara estaban sentadas en un rincón tranquilo de la cafetería, disfrutando de un momento de paz en medio del ajetreo de la escuela. Clara observaba a Annie con preocupación, notando la tensión en su rostro.
"Entonces, ¿Qué pasó exactamente con Jake en tu casa?" preguntó Clara, rompiendo el silencio.
Annie suspiró, su mirada perdida en su taza de café. "Jake vino a disculparse por todo lo que hizo en el pasado. Quería arreglar las cosas, pero solo terminó haciéndome sentir más confundida. Nuestra conversación terminó con una persona golpeada, y ahora me siento más abrumada que antes."
Clara asintió, entendiendo la complejidad de la situación. "Es natural que te sientas así. Pero quizás deberías considerar hablar con una psicóloga. A veces, un profesional puede ofrecer una perspectiva que ayuda a procesar estos sentimientos yo fui a una y mira estoy mas cuerda."
Annie frunció el ceño y negó con la cabeza. "No quiero eso, Clara , estas mas loca que antes. Quiero intentar resolverlo por mi cuenta. Sé que puedo manejar esto."
Clara respetó la decisión de Annie, aunque no pudo evitar sonreír al ver que su amiga estaba volviendo a ser la de antes. "Está bien, Hanny. Solo recuerda que estoy aquí para ti, sin importar lo que decidas."
En la universidad, Javier estaba en la biblioteca, revisando sus notas cuando una compañera de clase, Laura, se acercó a él. Laura era una chica extrovertida y siempre dispuesta a ayudar a los demás.
"¡Javier! Necesito ayuda con el proyecto de Hidrostática," dijo Laura, mostrándole una pila de libros y notas. "¿Te gustaría trabajar juntos?"
Javier sonrió. "Claro, Laura. ¿Te parece si lo hacemos en mi casa? Allí tenemos más espacio y tranquilidad para trabajar."
Laura aceptó con entusiasmo, y después de las clases, ambos se dirigieron a casa de Javier. Una vez allí, se instalaron en la sala de estar, con libros y papeles esparcidos por la mesa.
Concentrados en su trabajo, el tiempo pasó rápidamente. Sin embargo, Laura comenzó a mostrar señales de inquietud. Se mordía el labio y miraba a Javier con una intensidad que él no notó al principio. De repente, Laura se inclinó hacia él y, sin previo aviso, le robó un beso.
Javier se quedó paralizado, sin saber cómo reaccionar. Justo en ese momento, la puerta se abrió y Annie entró. Al ver la escena, su rostro mostró una expresión de sorpresa, pero sin decir nada, continuó su camino, dejándolos solos.
Durante las semanas siguientes, Annie mostró una notable mejoría en su estado emocional. Por insistencia de Clara, se unió a un grupo de programación. Al principio, Annie no estaba muy convencida, pero pronto descubrió que mantenerse ocupada con proyectos y aprender nuevas cosas le ayudaba a despejar su mente.
"Annie, deberías venir conmigo al grupo" insistió Clara una tarde mientras estudiaban en la biblioteca.
"No estoy segura. No sabemos nada de programación y aún así te quieres meter, acá hay gato encerrado " respondió Annie, dudosa.
"Quién te contó ashhhh es porque hay un chico que me gusta en el grupo. No quiero ir sola," confesó Clara, tratando de parecer casual.
Annie arqueó una ceja. "¿Así que solo quieres ir para ver al chico?"
Clara se sonrojó ligeramente, pero se mostró decidida. "Bueno, sí. Pero también es una buena oportunidad para aprender algo nuevo."
Annie se quedó pensativa por un momento. "Está bien, supongo que no estaría mal intentarlo. Pero no prometo quedarme si no me gusta."
"Eso es todo lo que pido," respondió Clara con entusiasmo. "Nos divertiremos de eso me encargo yo ."
El primer día que asistieron al grupo, Annie y Clara llegaron juntas. Clara guió a Annie hacia la sala, donde encontraron a un grupo de estudiantes reunidos en mesas, trabajando en sus computadoras. Clara localizó rápidamente al chico que le gustaba: un joven alto con cabello castaño y una sonrisa amigable.
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Reconstruyendo el Corazón
أدب المراهقينUna chica que lo tendrá todo, pero que en un abrir y cerrar de ojos deberá superar cada adversidad hasta encontrar lo que realmente busca. La primera prueba que enfrentará será la muerte de alguien a quien ella adora. A pesar de su dolor, logrará sa...