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—Oh, Dios... —Yoongi se dejó caer de espaldas en la cama y se extendió sobre la superficie de ella como si fuera una estrella de mar, bostezó como si estuviera a punto de darle una gran mordida a una comida majestuosa y cerró los ojos. Estaba tan cansado, realmente sentía como si pudiera partirse en dos, pero el turno de ese día había terminado y la paga había sido muy buena, había sido capaz de pagar algunos de los servicios y le había quedado un poco para su ahorro, así que, a pesar de este horrible cansancio, se sentía feliz.

Había llegado a casa apenas unos minutos atrás, no vio a su madre porque ella estaba dormida, pero fue recibido por un plato de comida cubierto por papel aluminio en la mesa y una nota de ella agradeciéndole por ser "el mejor hijo del mundo", Yoongi la puso en su escritorio al entrar a su habitación –al lado de la foto que había impreso de Hoseok– para mirarla cada vez que se estuviera ahogando por el estrés de la universidad.

Decidió levantarse de la cama porque sabía que podría quedarse dormido con la mochila a cuestas, los zapatos puestos y el uniforme del trabajo si no se levantaba de ahí. Sacó su billetera y puso el dinero en un frasco de vidrio que guardaba en un cajón, sacó su teléfono celular y jadeó en voz alta al ver ocho llamadas perdidas de Hoseok; no había tenido tiempo de revisar su teléfono ni una sola vez y no le había dicho que tomó horas extras en el trabajo porque sabía que Hoseok terminaría haciendo mil preguntas sobre sus razones y él no sería capaz de guardar su sorpresa, de hecho estaba tan emocionado que de vez en cuando consideraba decírselo, pero prefería mantener distancia por ahora para sorprenderlo en su casa.

Yoongi tenía intenciones de presionar el ícono del teléfono en la pantalla de su teléfono celular, pero sin querer presionó otro y se abrió una aplicación que lo recibió con una imagen de Hoseok en compañía de otro chico, los dos sonreían a la cámara y sostenían conos de helado.

Frunció el ceño y presionó una vez más sobre la foto para verla con más detalle, ahí se dio cuenta de que no había sido subida por su novio, sino que alguien la había etiquetado, un alguien que aparentemente se llamaba Taehyung y que era básicamente la personificación de lo que todos considerarían atractivo. ¿Quién era está persona? ¿Por qué estaba tan cerca de Hoseok? ¿Por qué Hoseok no le había hablado sobre él?

No planeaba llamarle a Hoseok a esta hora porque quería dejarlo descansar propiamente, pero Yoongi no pudo detenerse y lo llamó de inmediato, de un momento a otro ya estaba dando vueltas por su habitación. Él jamás se comportaba así, nunca sintió celos antes aunque de antemano sabía que Hoseok era súper sociable y que siempre estaba rodeado de chicos y chicas, sin contar que era realmente lindo y con un corazón de oro que cualquiera moriría por poseer, pero después de haber hablado en tantos días con él y de verlo tan cerca de alguien tan apuesto, todas sus inseguridades habían despertado. A Yoongi le tomó como tres intentos que Hoseok atendiera la llamada.

— ¿Yoongi? —Preguntó con voz adormilada—. Dios... ¿Ya viste la hora que es? ¿Está todo bien?

—Sí, hola —respondió sarcásticamente—. Ya sé que horas son, lo que no sé es quién es el chico que subió una foto contigo hoy.

—Tienes que estar bromeando... —murmuró el otro chico—. La foto lleva horas ahí, Yoongi, ¿por qué de repente sales con esto? Ah, ya sé, probablemente porque estabas muy ocupado haciendo quién sabe qué y no pudiste verla. Perdón por tener vida social.

—Tenía cosas que hacer, te lo dije, ¿no es así? —replicó molesto. No podía decirle sus razones, no quería arruinar lo que estaba preparando con tanto esmero—. Aparte eso no tiene nada que ver, te estoy preguntando quién es él, jamás me has hablado de esta persona.

—Tiene mucho que ver porque decidí tomarme un helado con alguien en lugar de quedarme pegado al teléfono, esperando a que te dignaras a contestarme —dijo—. Se llama Taehyung y es un chico de mi clase, te hablé de él hace como una semana pero todo parece indicar que no me prestaste nada de atención. Lo cual es bastante propio de ti últimamente.

Yoongi no tuvo nada que decir ante eso porque Hoseok probablemente tenía toda la razón, durante sus últimas llamadas Yoongi estaba más dormido que despierto y no captaba toda la información. Aun así, se sentía realmente molesto y no sabía muy bien las razones, tal vez todo se debía al estrés acumulado de hace días y a lo bien que se veía ese chico junto a su novio, la oportunidad que tenía él y todas las demás personas de verlo todos los días, de tomarle la mano y hacerlo reír. Dios... Yoongi también quería esa oportunidad, pero él tenía que trabajar por ella. —Eso es mentira —se defendió—. Te dije que estaría ocupado y dijiste que lo entendías, si no te llamo es porque quiero que duermas bien, no quiero ser una molestia para mí.

— ¡Jamás has sido una molestia para mí! ¿De dónde rayos sacas eso? —preguntó—. Y claro, te preocupas tanto porque duerma bien, pero no es para contestarme ni una sola llamada... Perdón por hacerle reclamos al mejor novio del mundo, el que no hace nada mal.

—Deja de comportarte como un niño, Hoseok —Yoongi se sintió molesto al escucharlo hablar entre risas falsas mientras decía lo último—. Estaba tratando de hablar propiamente contigo.

—No, no estabas haciendo nada parecido a eso, me llamas cuando ya estaba en la cama para reclamarme por una estúpida foto, ¿quién es el que se está comportando como niño? —Yoongi no respondió—. Volveré a dormir.

—No se te ocurra colgarme, Hoseok.

— ¿Y como por qué crees que tienes derecho de decirme lo que tengo que hacer? No eres mi papá, eres mi novio —repuso—. Y de hecho no estás haciendo el mejor trabajo en ello últimamente, porque mi novio no es un tipo que se desaparece por días y de repente surge de la nada para reclamarme porque tengo amigos. Adiós.

Hoseok colgó.

Yoongi arrojó el teléfono lejos y se dijo que lo primero que haría en la mañana sería sacar la última paga del frasco de vidrio y comprarse algo lindo.

Se necesitan dos (YoonSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora