#7 día ¿normal?

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Era lunes nuevamente, a Makoto ya había pasado su celo y se acoplo nuevamente a sus clases, dejando fuera a Midoriya de esas responsabilidades.

Izuku por otro lado era un lío en su agencia.

Era miércoles y le habían dado el día para ocuparse con los problemas de la agencia por su regreso y el nuevo ingreso de los estudiantes.

Era agotador debido a que la escuela lo estaba jodiendo con más actividades, no ha hablado con katsuki para arreglar su mente y odia a kirishima.

¿Que tiene que ver kirishima? No sabe pero le estresa.

¿Por qué quiere hablar con katsuki? No está seguro.

Todo era un asco en la mente del peliverde.

Izuku recostó la cabeza en el escritorio y se quedó ahí por unos minutos mirando al infinito hasta que su teléfono sonó.

— ¿Mhm? – preguntó adormilado.

Midoriya...Tu ex ha pedido ir a Japón, quiere hablar contigo urgentemente. – hablo el chico al otro lado de la línea.

— ¿Qué? – izuku.exe dejó de funcionar.

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Katsuki tenía clase con el profesor Makoto, todo era aburrimiento hasta la interrupción de una de sus compañeras.

— Profesor Makoto. – llamó una chica pelinegra.

— Dígame. – respondió el mencionado.

— ¿Ya sabe a quien eligió el profesor Midoriya de los que ingresarán en su agencia? – pregunto tímida la chica.

— ¡Oh! Sí. ¿Por qué la pregunta, joven momo? – respondió con una sonrisa.

— Es qué nos dio mucha curiosidad ya que no ha mencionado nada. ¿Nos podría decir quiénes? – preguntó la chica desesperada.

—  Pero, Izuku se enojara.. Solo diré que son rubios los dos, no puedo decir más, deben adivinarlo. – respondió intentando terminar la plática, cosa que al parecer funcionó ya que la pelinegra se quedó callada.— Bueno, sigamos con la clase, no puedo desviarme mucho si no, después olvidaré que estoy dando clase, por ejemplo; la vez que a izuku le estaba enseñando como abrir una lata de atún con una cuchara porqué él rompía el atún en dos para sacar el contenido ¡JAJA! Fue tan gracioso verlo intentar hacerlo hasta que se enojó y solo le jaló, cortándose el dedo en el proceso JAJAJAJ Desde ese día izuku no quiere abrir atunes, fue muy chistoso. ¡Oh! Y la vez que a izuku también le...– comenzó una interminable conversación, olvidando por completo su clase, los chicos no le dijeron nada ya que les gustaban las historias o anécdotas que Makoto contaba sobre el héroe número uno.

Katsuki podría negarlo como si su vida dependiera de ello, pero le enterneció la imagen que su mente le proporciono de un izuku frustrado por no poder abrir un atún. También le dejo sorprendido ya que no tenía idea de que el héroe pudiera abrir el atún de ese modo sin importarle nada.

Es algo que por su fuerza no tiene que sorprender a nadie pero a él y a toda la clase 1-A le sorprendió.

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Cuando terminó la clase rara de Makoto, katsuki se la pasó paseándose por la escuela debido a que era receso y no tenía algo mejor que hacer.

Se topo con kirishima y platicaron lo que restaba del día. Realmente no tenían mucho que hacer, ya que tenían bastantes clases libres.

Así que aceptó la compañía del pelirojo ya que no se miraba con malas intenciones.

¿Que cosa podría ocurrir si se pasa un receso con él?

¿Algo malo?

"Joder, que mal podría pasar? ¿Otro asqueroso beso? Sólo lo golpeo y ya." Katsuki se fue con kirishima teniendo ese pensamiento en mente, sin saber la que le espera.

Ya que según él. ¿Qué mal podría pasar?

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Lejos de la UA en una agencia muy conocida, izuku iba caminando demasiado furioso con un teléfono en mano, mientras dejaba sumisión a su paso, debido a sus fuertes fermonas alfa.

— ¡Eso lo resolveré cuando vuelva a Estados Unidos! – grito izuku mientras se hacía un café bruscamente, derramando muchas cosas en el proceso.

— ¡¿Qué?! ¡Estás loca! – gruñó mientras ponía la azúcar al café, cayendo más en la mesa que en el vaso.  — ¡Diles que se esperen o yo que sé! Mienteles, inventa algo, que para eso eres muy buena. – gruño mientras se devolvía a su oficina con su café mal hecho, super cargado y dejando desconcerto en la sala.

— ¡¿Me estás jodiendo?! – dijo mientras azotaba la puerta.

— ¡Bien! ¡Él si sabe razonar! – dicho esto colgó y aventó el teléfono al sillón que estaba más cerca a él.

Le dio un sorbo a su café y se sentó, atendiendo correos que tenía pendientes, rechazando al instante a muchos, que eran sobre el viaje de la mujer con la cual hablaba anteriormente, hasta que su teléfono de repuesto sonó fue entonces que levantó la vista hacia el aparato.

Izuku sabía quién era, sólo por eso contestó.

— ¿Qué, Iida? – pregunto mientras negaba algunos otros correos nuevos que recién le iban llegando.

— Sabes perfectamente a qué se debe mi llamada, izuku. – dijo la voz del otro lado del teléfono.

— Iida yo no- – fue interrumpido.

No es de que quieras, debes hacerlo, intenta no gritarle como loco y habla bien con ella. Es importante, si perdemos esto lo perdemos todo. ¿Quedó claro? Además, este no es el comportamiento de un héroe! – regañó.

— Sí, Iida. – contestó con aburrimiento.

Después de esa frustrante charla para el pecoso, izuku acepto uno que otro correo, dándole a entender a los dueños del correo que el viaje por el cual le insisten tanto se realizará, para después negar los demás, que no eran muy relevantes.

Vaya dia que tenia, ¿No le podía pasar algo bueno? ¿Realmente merece está tortura?

Por qué así la consideraba izuku, una tortura.

Y quién no lo iba considerar de esa horrenda manera si sus sentimientos hacia cierto chico pelicienzo están hechos un caos y la persona que había amado durante tanto tiempo quiere seguirle como chicle a japón.

"Demonios" susurró antes de recostarse sobre el respaldo y cerrar sus ojos, dejándose llevar por un inevitablemente profundo sueño, que lo tentaba a soñar en aquel dueño de esos ojos carmesí que tanto le habían empezado a gustar.

Sin motivo alguno, izuku se durmió con katsuki en mente.

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Sé que es corto pero intentaré hacerlos más largos T-T

Famoso Héroe apuesto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora