Famoso Héroe apuesto

#10 ¿Me gusta izuku?

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Era un nuevo día, y para eso izuku tenía planeado muchas cosas.

Se tomó su café diario y partió para la escuela. Llegó y les dió las indicaciones a sus alumnos.

Era muy fácil, sólo irían a una cancha abierta y pelearian cara a cara con Midoriya. Él la pensó mucho pues no quería sobre esforzarlos o algo así, pero el cómo avanzan rápidamente le convenció.

—Hoy es el día de la prueba de fuerza – anunció Izuku con una sonrisa. — Deben demostrar sus habilidades en combate contra mí. Esto me permitirá evaluar su progreso y determinar sus fortalezas y debilidades —.

Los estudiantes se miraron entre sí, nerviosos y emocionados. Katsuki Bakugou, sentado en la fila del fondo, se fijó en Izuku con una mirada desafiante y rebelde.

— ¿Qué mierda se supone es esto? –, preguntó Katsuki con desdén. — ¿Una prueba para ver quién es el más débil? –

Izuku se mantuvo calmado. —Es una oportunidad para que demuestren su habilidad y crezcan como héroes — contesto algo casado pero con una sonrisa amigable.

Katsuki se burló. — Ajá sí, Eso es para los débiles. Yo soy el más fuerte aquí — alardeó, buscando llamar la atención de su mayor.

Comenzó el entrenamiento, y una vez que todos estuvieran en la cancha que izuku había solicitado, se quitó la camisa, quedando con su pantalón gris, mostrando todos sus músculos bien definidos, llamando la atención de vários de sus alumnos. Listo para empezar el primer combate contra alguno de sus alumnos.

El primer estudiante en luchar contra Izuku fue Momo yaoyorozu. Momo era inteligente y creativa, pero Izuku lo derrotó en cuestión de segundos.

—Buen intento, Yaomomo – dijo Izuku sonriendo. — Pero debes trabajar en tu defensa —.

A continuación, fue el turno de Mina Ashido. Mina era una luchadora valiente, pero Izuku la venció con facilidad.

—Mina, tu ataque es fuerte, pero debes mejorar tu estrategia –, dijo Izuku.

Katsuki se impacientaba, ansioso por su turno. Cuando finalmente llegó su oportunidad, se enfrentó a Izuku con una mirada desafiante.

—Voy a demostrar mi verdadero poder – dijo Katsuki, su voz llena de confianza y rebeldía.

Izuku sonrió. —Estoy listo para verte, Kat-su-ki — ronroneó, emocionado por pelear contra el pelirubio. Sus sentimientos aún medio confusos, pero ansioso de demostrarle a bakugou, que podría ser bueno para él.

La batalla entre Izuku y Katsuki fue intensa, pero Izuku emergió victorioso una vez más.

"—Katsuki, tu fuerza es impresionante – halagó mirándolo con una sonrisa confusa para él menor. — Pero debes aprender a manejar el poder de tus explosiones, pueden hacerte daño en el futuro. — advirtió

Katsuki se enfureció, su rostro enrojecido por el halagó, pero molesto por haber perdido. —No necesito tu consejo – gritó. —Algun sia seré el más fuerte aquí y te superaré — reto con una mirada desafiante.

Izuku se mantuvo calmado. — Amaría ver eso. — dijo izuku en un tono coqueto.

Katsuki se fue, furioso y muy sonrojado. Mientras se alejaba, no pudo evitar pensar en cómo Izuku había sonreído durante la batalla.

"Odio esa maldita sonrisa", se dijo Katsuki, su corazón latiendo con rabia y emoción.

Pero a pesar de su rabia, Katsuki no podía evitar sentir una atracción hacia Izuku, una atracción que lo confundía y lo hacía sentir aún más rebelde.

Se fue a sentar en su asiento, apartado de todos, mientras con los ojos cerrados y con el sonrojo imposible de borrar, seguía pensando en el cuerpo fornido de izuku, y en su bella sonrisa que lo hacía sonrojarse como colegiala.

"Mierda ya me enculé" dijo sorprendido, mirando a izuku sonreír y decirle a los demás que habían peleado muy bien y algunas otras cosas que quedaron en segundo plano cuando sus miradas se encontraron.

Jade y rubí. Otra vez juntos.

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Después de la prueba de fuerza, los estudiantes se fueron, dejando a Izuku y Katsuki solos en el salón de clase. La tensión entre ellos era palpable, pero no era solo por la pelea que habían tenido.

Izuku se sentó en su escritorio, mientras Katsuki se acercó a la ventana, mirando hacia fuera. El sol de la tarde iluminaba su rostro, destacando su belleza.

—Hace un día hermoso, ¿verdad? –dijo Izuku, rompiendo el silencio.

Katsuki se volvió hacia él, su expresión suave. —Sí, supongo que sí – Su mirada se encontró con la de Izuku, y por un momento, se perdieron en ella.

Izuku sonrió. —Me encanta el sol de la tarde. Es como si todo el mundo se detuviera por un momento – Su voz era suave, llena de emoción.

Katsuki se acercó a Izuku, sentándose en una silla frente a él. —Nunca pensé que fueras un romántico, "Midoriya Sensei" –  Dijo con sarcasmo en su ultima palabra. Su sonrisa era tentadora, y Izuku se sintió atraído hacia él.

La conversación continuó, con ellos hablando de cosas triviales, pero la conexión entre ellos era palpable. Se sentían como si estuvieran compartiendo un secreto, un secreto que no necesitaba ser dicho.

Katsuki se inclinó hacia adelante, su rostro cerca del de Izuku. —Me gusta hablar contigo, Deku –. Su voz era baja, íntima.

Izuku sonrió, su corazón latiendo más rápido. "— A mi, también me gusta. Y mucho –  Su mirada se encontró con la de Katsuki, y se sintieron envueltos en una atmósfera indescriptible. Para ellos, eran únicos en el mundo.

El silencio que siguió fue eléctrico. Katsuki se levantó, acercándose a Izuku. Sus ojos se encontraron, y por un momento, el mundo se detuvo.

Izuku se levantó, su cuerpo cerca del de Katsuki. Sus labios se encontraron en un beso suave, pero lleno de emoción. El tiempo se detuvo, y solo existían ellos dos.

Katsuki se retiró, su rostro enrojecido. —M-mierda... – Su voz temblaba.

—Argh, esto no está bien, Deku... y-yo. Me tengo que ir – dijo Katsuki, su voz llena de emoción.

Katsuki se fue, sonrojado y muy feliz, dejando a Izuku con el recuerdo de su beso.

Estaba lleno de emociones, lleno de la conexión que había sentido con Katsuki. La relación entre ellos era prohibida, pero en ese momento, no importaba. Lo único que importaba era la conexión que habían sentido.