E. 04

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- ¿Se me ha corrido el rímel?-. Preguntó madison, que iba de copiloto en mi auto yendo dirección a su casa.

- No, te veo intacta-. Respondí, se veía muy linda.

- Y entonces, ¿Por qué me miras tanto?.

- No te he estado mirando.

- Claro que sí, lo haces de reojo, cada movimiento siguen tus ojos.

- ¿Es malo?.

- No, no lo es, solo que es mucha miradera en tan poco tiempo.

- ¿Si?-. Sonreí.

- Si, bill.

- Iremos a...la que era tu casa, conocerás a los que te adoptaron y verás a tus amigos, ¿Te parece?.

Antes que todo ya había llamado a steven y a nicolás, sabían todos aunque eso sí, decían que estaba bromeando, así que de igual modo estarían allá, en casa de maddie.

- Si, si me parece-. Respondió algo contesta y curiosa.

- ¿No quisieras hablar sobre algún tema?, digo, si falta mucho para llegar.

- ¿Un tema?, suéltate algo...no tengo tanto por contar.

- Suéltame lo poco que puedes contar.

- Eh-. Me miró de reojo, era la que me miraba más.- uno, dos, tres, cuatro...cinco, seis, siete, ocho...nueve y diez-. Contó con los dedos y yo volqué los ojos ante su acción que realmente me parecía chistosa y tierna a la vez.- solo me se los números hasta el diez.

- Sabes que no me refería a que me contaras los números.

- Bueno, es que no tengo tantas cosas por decir, ¿Qué?, si bill sabes que un día desperté desconcertada por qué no sabía dónde me encontraba, luego miré detenidamente y me di cuenta que me encontraba en un hospital, supe que perdí la memoria y no puedo recordar más, fin.

- Si, que interesante-. Me reí y vire por una cuadra, siguiendo el camino.- yo por mi lado, te puedo decir que...-. Callé.

- ¿Qué?.

- Qué mi vida si ha sido genial, la verdad, muy bien el disfrutar del día a día.

- Vaya, con escucharte si pareces que disfrutas del día a día.

- Dime, ¿En este tiempo conociste a alguien?-. Pregunté con miedo, aunque moría por qué dijera que no y que yo, seguía siendo su novio.

- No, ningún tipo interesante ni de mi agrado, ¿Y que hay de ti?.

- Nadie en ningún sentido, es obvio que sigues siendo mi novia y sigo muriendo por ti.

Seguí manejando y cuando menos lo pense, me dí cuenta, ¿Había soltado eso?, después de todo, ¿No estaba mal verdad?, por qué si quería y ayudaba a que maddie recuerde algo, claramente tenía que hacer que ella también me recuerde a mi y tenía que hacerle entender que fui algo para ella.

- ¿Qué dijiste?-. Se sorprendió, haciendo que detenga el auto.

- Lo que escuchaste-. Parqueé.

- ¿Fui tu novia?.

- Si, lo fuiste-. Me acomode bien, mirándola.

- Pero, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde y por qué?.

- Madison, fue antes de que perdieras...la memoria, ha pasado tiempo, tú no te acuerdas de mí.

- No, no me acuerdo, pero sales diciéndome que sigo siendo tu novia, ¿Entonces aún lo soy?.

- Sigues siendo mi novia-. Cogí un mechón de su cabello, poniéndolo detrás de su oreja con delicadeza.- sigues siendo mi mujer.

𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐎; 𝓑𝓴. 𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora