Juanjo, integrante de la banda del momento Apolo 16 se encuentra siendo besado por un supuesto fan que se ha colado en su camerino a mitad del concierto.
Martin, fan de la banda, acaba siendo contratado por esta para ser su diseñador gráfico, ni él...
canción del capítulo: Sunsetz - Cigarettes After Sex
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Otra vuelta más. Abrió los ojos suspirando y pasándose las manos por el cabello, llevaba ya media hora dando vueltas en la cama y su mente no paraba de pensar en las manos cogiéndole con fuerza de la camiseta, en el pequeño jadeo que pudo oír, en el maldito perfume que su nariz pudo oler debido a la cercanía. Cada vez que sus ojos se cerraban podía visualizar esa mirada aguda que parecía contener llamas en las pupilas cada vez que sus iris conectaban.
Maldiciendo miró al despertador, eran las tres y media de la mañana. De mala gana se levantó y fue a la pequeña nevera que tenía en la habitación del hotel a coger una botella de agua. Cogió su móvil y el paquete de tabaco y salió a la pequeña terraza que le pertenecía durante esas pocas noches.
Mientras encendía el tabaco sus pensamientos se llenaron de imágenes del contrario la anterior noche, ¿Incluso mientras se encendía el puto cigarro iba a pensar en él? Era exasperante.
Inhaló y notó como la nicotina hacía efecto y le relajaba por primera vez en toda la noche, notando como su pierna ya no se movía arriba y abajo de manera frenética. Tiró su cabeza hacia atrás y se apoyó en la fachada del edificio.
Tenia enfrente de él una de las vistas más bonitas de la ciudad, con el mar reflejando todas las luces de Barcelona, sin embargo su mirada no podía hacer otra cosa que desviarse hacia el interior de la habitación, viendo los rincones vacíos en los que hacía un par de horas había estado él.
Con las manos nerviosas encendió el móvil y llamó a la única persona con la que podía desfogarse así. Mientras escuchaba el pitido de la llamada volvió a exhalar el humo, creando una pequeña nube grisácea que a los segundos se disolvió.
— ¿Sabes que porque viva en Andalucía no significa que tenga una franja horaria diferente, no? — Una voz femenina sonó al otro lado de la línea de manera sarcástica. Nada más oírla un sentimiento de alivio surgió en su pecho y una pequeña sonrisa ladeada se asomó por su boca.
— ¿De verdad? Y yo que me pensaba que ahí deberían ser como las siete de la tarde — Le siguió el juego mientras daba otra calada
— Muy gracioso. Ahora, ¿Se puede saber que quiere mi maño favorito a las tres y media de la mañana? — Juanjo frunció el ceño y se dedicó a observar las olas del mar moviéndose bajo la luz de la luna
— Necesito tu ayuda, Salma. Me estoy volviendo loco — Susurró, casi admitiendo por primera vez lo que sentía.
— ¿Otra vez te estás rayando por componer canciones? ¿Es eso? — Salma respondió, también susurrando, como si tuviera miedo de estar tocando un tema algo delicado.
— No, eso... Eso no tiene nada que ver — Juanjo suspiró — Es... Un chico — Juanjo dictó y pudo escuchar el silencio que se formó en el otro lado.
