CAPÍTULO 2

11 3 0
                                    

Caminar por el bosque y sentarme en el pasto con mi flauta es una de las cosas que me mantiene relajada y me ayuda a pensar por así decirlo. Aunque en esta parte del bosque nunca he estado, creo que me he alejado un poco, no pienso mucho en eso y me siento a pensar en todo lo que tendré que hacer.

No sé qué haré para buscar a una chica para que se case conmigo, todas las que conozco son plebeyas y mi padre no estará de acuerdo, no conozco a alguien de la nobleza que me inspira a casarme con ella, no sé qué haré, solo tengo tres meses.

Mientras que estaba pensando, siento el crujido de una hoja y rápido me alarmó.

-¿Quién está ahí? ¡Salga, soy la princesa de Reclis!
--Así que la princesa de Reclis...
-¿Quién eres? ¿Me conoces?
-Digamos que sí y que no.
-¡No te entiendo, salga de donde este!

Sale una chica detrás de un árbol. No sé la edad que tenga, pero para mí es de 20 años. Es el ser más bello que he visto, pelo plateado hasta la cintura, ojos negros como la noche, tés pálida como la nieve, estoy embobada con tanto.

-Hola, princesa.
-¿Quién eres? Nunca te he visto por aquí.
-¿Qué te hace pensar que no soy de por aquí, cariño?
-Porque conozco a todos por aquí y tu cara, si la hubiera visto, la recordaría.
--Así ...

Se va acercando y su cercanía me empieza a dar un poco de frío, y eso es imposible. Por poseer el poder del fuego, mi temperatura siempre está alta, y esta chica me está produciendo todo lo contrario con su cercanía.

-Si te dijera que yo sí te conozco.
-¿Cómo?
- Digamos que te conocí cuando eras un bebe.
-Eso es imposible, eres muy joven.
-Gracias, me lo dicen a menudo, pero la verdad es que te conozco a ti y a toda la familia real.
-¿Quién eres? Exijo que me digas.
-Me llamo Lana, reina de las nieves y el hielo, mucho gusto -extiende su mano.
-¡Qué haces en mi Reino! ¡Tú mataste a mi madre!

Mis manos se van llenando de un calor intenso junto a todo mi cuerpo.

-¿No creo que sea necesario tanto calentamiento por aquí, princesa, y la pregunta es: ¿qué haces tú por aquí, creó saber que esta parte del bosque no puede pisarla, nadie, excepto mi gente, no es así? ¿Y con respecto a lo de tu madre, sí fue una verdadera desgracia, pero bueno, la vida es así, no?

- malnacida - le arrojó una bola de fuego hacia sus pies la cual esquiva sin ningún problema.
-ten cuidado hacia donde van esas bolitas cariño, y no vine aquí para pelear ni nada de eso, solo para decirte lo de antes, tienes suerte de que te encontré yo y no uno de mis guardias.
-¡Te voy a matar!!! -empecé a disparar bolas de fuego por todos lados dirigidas hacia ella, la cual se movía de un lado a otro hasta acercarse a mí y tenerme de espalda a un árbol, toma mis manos apagando todo el calor y empezando a crear solo hielo.
-¡Suéltame! ¡Suéltame! Idiota.
-te dije que no quería pelear, pero ya veo que tú sí, quieres enfriarte un poco, porque puedo hacer más de esto

Empieza a crear más hielo por las manos de la princesa.

-¡Púdrete, escarchita, tú mataste a la reina, a mi madre y vas a pagar por eso, estúpida! -Siento un calor por todo mi cuerpo a pesar del hielo que tengo en mis manos, todo en mí se incendia y ella me suelta.
- ¡Te dije que no quiero pelear, es que no entiendes!!!, si te vuelvo a ver por acá, sí que habrá un enfrentamiento. ¡Ahora adiós antes de que armes un incendio aquí, princesita, UFF!

Me dejo así con esta frustración queriendo salir, ugrrrr!!!! ¡La odio, me las pagará, lo juró por mi madre que la mataré!!!!

Llegó al castillo con una frustración bien notable y lo primero que me encontró es a mi padre lo que me faltaba.

-donde estabas?, ¿no me digas que revolcándote con una pueblerina?.
-por favor papá no estoy para tus cosas.

Sigo mi camino hacia mi habitación, le digo a mi sirvienta que me prepare la tina, necesito relajarme aunque sea un momento.

Ya acostada en mi cama me vienen los recuerdos de hoy, como puede tener a la reina Lana delante y no la pude matar, como ella no se defendió simplemente esquivo mis ataques, le he fallado a mi madre a todos, porque ella tuvo que actuar de esa forma tan calmada, como si no me quisiera hacer daño, estaba en la parte de su Reino al parecer, por que no me mató .
Todos dicen que es un ser malvado, que no siente, aparte de que fue la que congeló el corazón de mi madre, yo era muy chica, pero recuerdo como mi padre salía con el cuerpo de la Reina congelado de la habitación, no puede hacer nada por ella, porque ella tuvo que matarla porque Lana mató a mi madre.

Me quede dormida pensado en todo, pero lo que no se me sale de la cabeza es su belleza, su pelo esos ojos negros que te hacen perder la noción de lo que haces, su cuerpo ...

HIELO Y FUEGO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora