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A la día siguiente y por desgracia, tuvimos que ir a la escuela. Evie estaba muy emocionada porque pensaba que nuestra primera clase sería con todos los chicos de nuestra edad, se arregló su cabello mejor que otros días y usó una pequeña tiara tara adornar su cabeza.

Una vez listas las tres salimos en dirección a un aula, donde el hada madrina nos citó. Imaginaba que era para darnos nuestro horario o decirnos alguna cosa, pero no, cuando entramos vi dos mesas. En una había tres sillas y en la otra había solo dos, la adulta nos pidió que tomáramos asiento, chicas de un lado, hombres de otro.

-Tomarán esta clase todos los días a esta misma hora, es sobre bondad- Empezó a hablar el hada.

Fruncí el ceño- ¿Esta clase la tomaron todos al entrar?

Ella se puso un poco nerviosa, pero intentó sonar segura- Sí, todos suelen tomarla.

-Mentira- Atacó mal- Es porque somos hijos de villanos que nos da esta clase, ¿no es así?

El hada madrina se enderezó mejor- Empecemos la clase.

¿Evitar el tema? ¿En serio?

La clase comenzó, honestamente fue muy aburrida. Solo hacía preguntas estúpidas sobre qué haríamos en situación hipotéticas, como:

-Si alguien les da un bebé que llora, ¿qué hacen?- Hizo la pregunta- A) Lo hechizan, B) Lo encierras en una torre, C) Le das un biberón o D) Le arrancas el corazón.

Mal estaba distraída dibujando, Evie, Jay y Carlos sí que prestaban atención e intentaban participar, por mi parte imagina mejores escenarios para esas preguntas hipotéticas.

En este caso, yo devolvería al bebé a quien me lo dio, no me interesa si él o ella están ocupados. Ese niño no es mi responsabilidad. Lastimosamente esa no era una opción.

Evie alzó la mano con entusiasmo, el hada madrina parecía alegre de que por fin estuviéramos participando. Ella le dio la palabra a mi amiga.

-¿Cuál era la segunda?- Preguntó.

Sin poder controlarlo, solté una carcajada, la directora no me vio con mucho agrado, se cruzó de brazos y alzó una ceja.

-Dime la respuesta, Mila.

-C, le doy un biberón- Respondí con obviedad. Ella pareció satisfecha así que siguió con las demás preguntas.

Mis amigos me preguntaron que cómo había llegado a esa conclusión, así que Mal respondió por mi.

-Solo escojan la más aburrida.

Ellos parecieron meditarlo y les gustó la idea. Antes de que pudiéramos seguir con la clase, una chica bajita, de pelo corto con un gran moño y un parecía regalo y un aburrido vestido azul entró al aula acercándose a la maestra. La chica parecía asustada, no nos quiso dar la espalda en ningún momento.

-Seguramente todos recuerdan a mi hija Jane- Rompió el silencio ella. La chica se quejó y el hada solo se rio un poco- Ellos son nuevos.

La de pelo corto a regañadientes nos saludó- Hola. Está bien, no se molesten, quédense sentados- Con esto terminó y salió casi huyendo de ahí.

Me burle en voz baja de ella, amaba cuando la gente nos temía.

-Bueno... continuemos- Dijo la directora llamando nuestra atención nuevamente.

A la próxima pregunta que hizo, los tres levantaron la mano intentando que el hada madrina les otorgara la palabra. Ahora que sabían que debían escoger la más aburrida, todos querían aportar a la clase.

Heart on fireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora