Mila es hija de la reina malvada de corazones. Ella y otros cuatros chicos más fueron arrastrados a Auradon para estudiar y "tener una mejor calidad de vida", o eso les habían dicho.
Después de pensar unos minutos en el baño, salí con dirección al aula donde tomaría mi próxima clase.
¿Alguien sabe qué es geometría?
Una vez que analice el salón de clases, entre, yendo hasta el fondo de este y tomando asiento en una mesa vacía.
Cuando la sala estaba llena, creí que ya nadie se sentaría conmigo, pero me equivoqué. Alguien tomó asiento en el lugar libre junto a mí, intenté no voltear a ver quién era, pero mi curiosidad fue más grande y me giré para verlo. Ahí estaba el mismo chico de aquel pasillo, él ya estaba viéndome y con una sonrisa.
-Rojita- Dijo en un saludo.
¿Rojita?
Solo fruncí el ceño y lo ignoré viendo hacia el frente nuevamente, él pareció no rendirse y volvió a hablarme, una vez más lo ignoré, fingiendo que él no existía o estaba ahí.
-¿Sabes? ya que no me dijiste quienes eran tus padres, tuve que investigar un poco sobre todos los villanos e intentar averiguar cuál de todos ellos tiene algún parentesco a ti.
Eso sí que llamo mi atención, probablemente él podría ayudarme a descubrir quienes podrían ser mis padres.
-¿En serio hiciste eso?- Hay miles de villanos e investigar uno por uno debe ser agotador y fastidioso.
Él sonrió un poco y giro su cuero hacia mí para poder verme mejor- Sí, bueno, es que me dejaste intrigado. Y ya se quienes son los padres de tus amigos, menos los tuyos.
-Y... ¿Qué ideas tienes?- Hice esta pregunta intentando ocultar el interés que sentía hacia su respuesta.
Él me vio a los ojos y saco su celular para mostrarme algo- Estas fotos son muy antiguas, probablemente actualmente se vean distintas ya que las saque de los libros de cuentos, pero estas son mis ideas- Abrió su galería y comenzó a mostrarme las fotos- En primer lugar está Madame Medusa, en segundo lugar Anastasia Tremaine, tercer lugar y el único hombre en mi lista Gastón.
Cada que decía un villano diferente iba cambiando la imagen en la pequeña pantalla. Analizaba a cada uno de ellos, sus ojos, cejas, boca, nariz, absolutamente todo de ellos para intentar descubrir si alguno de ellos era mi padre. Pero lo único que tenía en común con las dos mujeres, era nuestro color de cabello, y mi parentesco con Gastón, en realidad no era ninguno, no se ni porqué lo nombro.
-¿Y?- El muchacho habló de nuevo sacándome de mis pensamientos- ¿Cuál de ellos es tu padre?
-No te lo diré- Sin esperar a que la clase diera su inicio, me puse de pie y salí del salón.
No pensaba decirle la verdad, que no conocía a mis padres. Era un tema el cual odiaba hablarlo, y lo odiaba aún más con gente extraña y entrometida como él. Así que no me interesaba perder una clase con tal de no tener que hablar sobre mis estúpidos padres que decidieron abandonarme cuando yo era una beba.
Decidí ir a mi habitación, pasaría ahí el resto del día, pero antes fui a la biblioteca y tome los libros de donde los villanos que me había mencionado Enzo anteriormente.
Una vez en mi habitación, me puse a leer los tres cuentos: ¨La bella y la bestia¨, ¨La cenicienta¨ y ¨Los rescatistas¨.
Sin darme cuenta habían pasado un par de horas, Evie y Mal entraron a la habitación. La peliazul frunció el ceño al verme aquí y la otra chica solo se tiro sobre su cama.
-¿Qué haces aquí?- Preguntó Evie sentándose sobre mi cama- ¿No tendrías clase hasta las tres?
-Hui- Admití sin despegar la vista de mi libro.- El mismo chico raro y pálido de la vez pasada me volvió a cuestionar sobre mis padres, así que decidí venir aquí y solo pensar un poco.
Ambas chicas me veían y después se veían a ellas, Mal se sentó en la orilla de su cama y aclaro su garganta para llamar mi atención. A regañadientes y con flojera eleve la vista hacia ella.
-¿Si?- pregunté de mala gana.
-Él te me metió la idea de volver a investigar sobre tus padres- Apuntó los libros sobre mi cama.
-Ya los habías leído, mil veces- Afirmo Evie- y jamás encontraste nada.
Suspiré y miré con odio los libros. Ellas tenían razón. Desde que cumplí los doce y mágicamente descubrí que Evie y Mal no eran mis hermanas de sangre, entro en mi la necesidad de descubrir quienes eran mis padres, por qué me habían abandonado. Así que investigué, los pocos cuentos que había en la isla los leí, mil veces, pero no conectaba con ninguno. Busque a todos los villanos relacionados con los que sí conectaba, que eran unos cuantos, pero nadie sabía nada de ellos.
-Es fácil para ustedes no obsesionarse con sus padres porque ustedes mínimo tienen uno. Uno que no las abandono, que a pesar de que son crueles y despiadados, tienen la certeza y seguridad de que ellos sí se quedaron con ustedes, decidieron estar con ustedes. Las escogieron- Tome un bocado de aire, lo necesitaba ya que había hablado rápido- A mí nadie me eligió, nadie quiso quedarme conmigo. No tengo familia.
Evie comenzó a negar con la cabeza, paso su mano sobre la mía y dio un leve apretón- Te equivocas, nosotros somos tu familia. Mal, Carlos, Jay y yo.
-No seres hermanos de sangre, pero sí por elección. Tus padres no te eligieron, pero nosotros sí lo hacemos. Te escogemos, Mila.
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Es muy corto, lo sé. Pero ya pude arreglar mi computadora así que intentaré escribirles seguido💞
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