Capítulo 6

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- Esteban – Lo llama Mick desde la pista de baile, le hace una seña para que se acerque después de regalarle un cálida sonrisa a Charles y el chico junto a él se levanta de inmediato para ir a los brazos de su novio. Ojalá Mick nunca se enterara de las sucias intensiones que tenía en mente Charles con Esteban antes de que él apareciera, pues el chico le caía realmente bien.

Una vez pierde a Esteban de vista, toma la bebida entre sus manos, mirándola fijamente. Estaba más inclinado a negarse y regalarla a cualquiera que quisiera, pero, en ese momento, la imagen de Carlos siendo abrazado y besado en la mejilla efusivamente por una chica, le congela las articulaciones.

¿Quién. Demonios. Era. Esa. Perra?

Estaba a un par de pasos de la mesa, a unos metros del baño y, por primera vez, observa a Carlos hablando con tranquila efusividad, sin tartamudeos ni sonrojos.

Se veía sereno y relajado, incluso la tenues luces frívolas y alocadas del club le hacían contrastar su natural encanto masculino, realzando la belleza de sus duras facciones, pero al mismo tiempo viéndose tan tierno y dulce como siempre.

Ese chico lo estaba volviendo loco. Debía relajarse. Quizá esa chica ni significaba nada para Carlos... Pero Charles no podía evitar querer ir hasta ella y abofetearla por meterse con lo que le pertenecía aunque realmente no le perteneciera. Pero él le había echado el ojo primero, así que se valía.

Tomó el trago que Esteban dejó en sus manos y se lo bebió en dos sorbos, llamando la atención de Alex.

- Charlie, no bebas demasiado, Pierre se enojará si llegas demasiado ebrio a casa. – Le recuerda este, logrando que un infantil quejido saliese por os labios de Charles.

- Pierre no me quiere en casa porque Yuki se va a quedar con él.- Le explica a Alex, tomando el trago que solía ser de Carlos para empezar a bebérselo.

– ¿Y dónde piensas quedar, genio? – le cuestiona Max, palmeándole la espalda.

– Con Lewis...

- Lewis y George se irán a la casa de playa de los Russel después de que salgamos de aquí. Dudo que ellos quieran acompañante.- Le hizo saber Max, frunciendo el ceño.

– Entonces con Checo...

- Lo siento, Charles, yo me llevaré a Checo a Bélgica mañana en la madrugada. Mi madre quiere verlo. – Se excusa Max, sonando apenado, pero alegre a la vez. Charles supo de inmediato que se debía a que su madre y su novio estarían juntos pronto y adoraba la buena relación que tenían.

- ¿Pato?

– Sabes que no tengo espacio en mi casa Charles...

- ¿Contigo...? – Sugiere Charles por última vez, dirigiéndose a Alex, quién niega con la cabeza de inmediato. Charles siente ganas de llorar.- ¿Dónde mierda dormiré esta noche, entonces?

- ¿De qué hablas, Charles?- Preguntó la voz de Carlos, quién recién llegaba nuevamente a la mesa.

-De nada.- Se apresura a decir Charles.

- Charlie no tiene donde dormir esta noche.- Suelta Max, con la intención de burlarse de Charles.

Carlos lo mira compasivo.

- Si quieres...- Carlos comienza, pero Charles le interrumpe abruptamente.

- No importa, conseguiré un lugar.- Gruñe, levantándose del sillón de la mesa.- Iré por un par más de estos.- Dice entrecortadamente, tambaleándose hasta salir de la mesa y perderse en la multitud.

Charles no tenía idea de con cuantas personas diferentes había bailado después de su quinto trago. Recordaba vagamente estar entre los brazos de un chico que le susurró en el oído su nombre. Fernando. Después se le unieron Esteban y Mick, quienes se encontraban con Lewis, George, Checo y Pato.

Falofilia [Charlos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora