Capítulo 4

1.2K 109 11
                                    

Lewis y Sergio no tardaron absolutamente nada en empezar a murmurar cuando divisaron a Charles ingresando en la cafetería acompañado de, nada más y nada menos que Carlos Sainz.

- ¿Qué mierda les pasa a ustedes dos? Parecen dos viejas chismosas.- Se queja Alex, dirigiendo su mirada hacia sus dos amigos, quienes le miraron estupefactos y después, señalaron hacia donde Charles se encontraba acompañando a Carlos por algo para almorzar – Oh, miren, Charles está con el chico anaconda.

Lewis soltó una carcajada.

- ¿Le contaste a Alex? – Inquirió Checo, mirando acusadoramente a Alex.

- De hecho, fue Charles quien me contó. Estaba tan desesperado porque el chico anaconda lo perdonara, que nos contó a todos su... Hermosa y romántica primera charla – Respondió Alex con tranquilidad y sarcasmo.

Sergio estuvo a punto de regañarlo.

- Hola, chicos – Saludó Charles, sonriendo con un poco de tensión. Sabía que sus amigos podían ser algo... Extraños, y a él no le importaba, solo que, esta vez, no quería asustar a Carlos – Eh... Él es Carlos Sainz. Va a ser nuestro amigo ahora.

Alex, Lewis y Sergio se miraron entre sí con un poco de sorpresa.

- Yo soy Lewis Hamilton, encantado de conocerte – Saluda el mayor de la mesa, estirando una mano hacia Carlos. Este le corresponde el saludo con timidez.

- Un gusto...- Susurra, sonriendo.

- Mi nombre es Sergio Pérez, pero me puedes decir Checo y tú... ¡Eres una ternura! – Checo exclama esto último en español, apretando una de las mejillas de Carlos.

Este se queja por lo bajo, pero sonríe avergonzado.

- G-gracias...

- Alexander Albon, pero dime Alex – Murmura el castaño, sacudiendo levemente su mano. Carlos asiente en forma de saludo – Así que eres el chico anaco... Qué... Tú.

Las palabras de Alex fueron interrumpidas por las manos de Lewis sobre su boca y las histéricas risas de Sergio.

- No le hagas caso a Alex, Carlos, no sabe lo que dice – le asegura el pelinegro de la mesa a Carlos, sonriendo tranquilizadoramente – Y, dime ¿qué estudias?

Charles casi se siente morir de un infarto. Si no fuese por Sergio, Alex habría dicho algo verdaderamente estúpido e imprudente, lo que habría desencadenado un ataque de pánico en Carlos y de seguro habría salido huyendo.

Iba a ser un poco complicado que Carlos y sus amigos se llevasen bien, pero esos idiotas estaban advertidos: Tenían que ayudarles entrar en confianza con Carlos para conseguir su objetivo o Charles se vería obligado a hacerles pasar vergüenza con sus parejas, ya que ser el consejero de todos sus amigos y cofre de secretos tenía ventajas con aroma a chantaje.

Iba a ser un poco complicado que Carlos y sus amigos se llevasen bien, pero esos idiotas estaban advertidos: Tenían que ayudarles entrar en confianza con Carlos para conseguir su objetivo o Charles se vería obligado a hacerles pasar vergüenza con ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Falofilia [Charlos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora