Falofilia [Charlos]

Capítulo 10

- Que me gustas.- Confesó, completamente perdido en la profundidad de los ojos de Charles, quien le miraba con diversión. Carlos se percató de lo que acababa de decir, poniéndose rojo de inmediato.- Y-yo... quiero d-decir... s-sí, eh... m-me gustas... u-un poquito...

Charles rio.

- ¿Sólo un poquito? – Preguntó, haciendo un adorable puchero, que hizo tambalear la expresión de Carlos.

"Joder, es demasiado adorable... ¿Estará mal que me lo quiera follar ahora mismo?" Pensó Carlos, mordiéndose el labio inferior.

- Porque tú a mí me gustas mucho, Calos...

El mayor sale de su ensoñación, mirando, sorprendido a Charles.

- ¿E-en serio? – Charles asiente, convencido. Carlos sonríe, pero, entonces, recuerda algo, y su sonrisa se borra.- Pero... ¿te gusto yo o... mi polla?

La expresión de Charles pasa de ser sonriente a avergonzada en menos de cinco segundos. Sus mejillas se ponen rojas por completo, el color llegando a sus orejas también.

- Anoche dijiste que estabas enamorado de mi "gran amigo".- Relata Carlos, haciendo comillas con sus dedos.

Charles abre los ojos desmesuradamente.

- ¡¿Yo dije eso?! – Exclama, completamente abrumado.

- ¿No te acuerdas? – Inquiere Carlos, frunciendo el ceño.

- ¡Claramente no! Grita Charles, cubriéndose la cara con las manos.

- P-pero... te acuerdas de lo que pasó... entre nosotros.

- Bueno, no es algo que se pueda olvidar con facilidad ¿sabes? ¡Follé en la cocina con el chico que he estado persiguiendo desde hace tres semanas! ¿Cómo pretendes que me olvide de eso?

Charles se veía bastante alterado, haciendo preocupar a Carlos.

- N-no debes sentirte mal, Charlie. No es la primera vez que me dices algo así.- Intenta consolarle Carlos, haciéndole sentir peor.

- Ah, mierda...- Charles suspira pesadamente. Se levanta del regazo de Carlos y se deja caer a su lado en la cama.- Ya entiendo porque crees que mis sentimientos no son reales sino que van dirigidos a tu pene...

- Y-yo no dije eso.

- Lo insinuaste. – Le acusa Charles, señalando acusatoriamente. Carlos no responde y Charles suspira, nuevamente.- Yo también tengo un problema...

- Filia.- interrumpe Carlos.

- ¿Eh?

- Tú no tienes un problema. Tienes una filia. – Le hace saber el mayor.- No estoy seguro de cómo se llama, pero la tienes. No puedes hacerlo con hombres que tengan el miembro pequeño porque no sentirás placer... porque te gustan los miembros grandes.

Charles quiso decir algo... pero ¿qué podría decir? Era verdad, pero, que se lo dijeran tan directamente le causaba vergüenza. Le hacía quedar como un goloso y cosas peores.

- N-no creo que sea algo malo...- Murmura Carlos.

- Pero tú eres un sátiro.

- Pero tú eres un sátiro.

- No es necesario que me lo recuerdes.- Carlos rueda los ojos.

- A ver, ¿y cuáles son las tuyas? – Inquiere Charles, poniéndose cómodo.

Carlos lo mira estupefacto.

- ¿En serio quieres hablar de mis filias? Podríamos tardarnos toda la mañana.- Le hace saber, alzando las cejas.