Doce

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Era personal, no, era más personal. ¿Ya lo era antes? ¿Qué significaba eso?

Se veía lo suficientemente enojado como para darme cuenta que la conversación había terminado y la sesión de preguntas continuaría en otro momento, y en serio esperaba que eso fuera una posibilidad.

Lucas, Lucas ¿es en serio?

No es como si fuera a aparecer cada vez que estuvieras herido Luke, claro que no. Tienes que aceptar la posibilidad de que tal vez jamás lo vuelvas a ver. Y que no podría importarte menos. Todo mundo te deja solo, por que el habría de quedarse.

Aparté mi conciencia de un golpe. Nada bueno pasaba cuando me dejaba llegar por ese hilo de pensamientos y mi cuerpo, mi mera existencia eran prueba de eso.

Sentía el impulso de mirarlo, ver su rostro de una manera diferente, enojado, era algo nuevo, algo interesante de mirar. Sus rizos marrones enmarcaban su cara perfectamente tenía el ceño fruncido y miraba fijamente a la nada.

Pensé en Andy. Tenían los mismos rizos alborotados y los mismos ojos, verdes. Pero a diferencia de el, ella se veía feliz. Siempre estaba sonriendo.

En cambio Ashton, sonreía, pero no parecía completamente sincero, no por que fuera falso, sino que había algo, que no lo dejaba ser completa y genuinamente feliz.

Por lo que entendía su vida giró mucho tiempo entorno a encontrar a su hermana. A reunirse con ella. Y ahora que lo había hecho y no podía estar con ella ¿qué propósito tenía?

Una vida a medias.

Si yo tenía una triste idea de lo que una familia era, el no la tenía en ningún sentido. Por eso era huraño, solitario, Y por primera vez me permití pensar que su carácter era perfecto en él. Que la forma en la que se comportaba era algo que decía mucho de él. Tanta mierda tras mierda y sigue sonriendo sigue teniendo ganas de decir bromas de coquetear de estar aquí, conmigo.

¿Y por qué tu no Luke?

- Será mejor que te lleve a tu casa, no te ves muy bien - seguía teniendo las manos fuertemente agarradas al volante sus nudillos estaban blancos.

- Claro - dije tal vez muy bajo, estaba sinceramente intimidado.
Su voz era rasposa, demasiado baja como un gruñido reprimido.

El trayecto a casa fue silencioso, no era el momento de hablar.

La radio sonaba con poco volumen lo suficiente para llenar el vacío de la conversación.

You cause a little trouble
You make me feel so weak

Movía ligeramente la cabeza relajado por la música. Sentía la voz de la cantante como seda líquida.

- ¿sabes quién es? - preguntó tratando de no parecer molesto pero su voz seguía siendo fría. Y sintiéndome egoísta agradecía no ser el motivo de su enojo.

Negué aún marcando el compás lento de la canción.

- Halsey - me gustaba.

Miraba por la ventana el calor del mediodía empezaba a hacerse presente en el ambiente, las ganas de quitarme la hoodie comenzaba a pesarme. Sentía el sudor escocer en las heridas re-abiertas. Necesitaba distraerme. Pensar en otra cosa que no fueran mis brazos bañados en sudor.

Miré a Ashton por veinteava vez, parecía bastante inmerso en sus pensamientos, lo suficiente, esperaba para no notar que lo miraba. ¿Habrá sido buena idea contarle lo de Andy y Hood? Aparté la idea, era algo que el merecía saber.

No era como si Ashton fuera a ir tras Calum y amenazarlo. ¿O si?

La simple idea me dio escalofríos, aunque Ashton era mayor, Calum Hood era una mole. Y nunca, nunca peleaba solo (a menos que fuera con el ya que Hood solo era más que suficiente) y dudaba que Ashton tuviera muchos amigos.

「Mis demonios」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora